Pedro Bárcena González
Valorando la extensión del mal causado, como la concurrencia de la atenuante de colaboración sustancial, el Tribunal Oral en lo Penal de Castro decretó una pena muy cercana al mínimo legal contra un depravado que confesó una agresión sexual contra su sobrina en Quellón. El sujeto fue sentenciado a 7 años de cárcel por este aberrante delito.
En audiencia de lectura de fallo realizada en las últimas horas la sala presidida por la magistrado Angélica Monsalve, e integrada también por los jueces Claudio Ayala y Loreto Yáñez, determinó esta sanción junto a las accesorias especiales, centradas en prohibiciones de acercamiento y sujeción a la vigilancia del acusado de iniciales H.R.T.T.
La condena se acercó a los 5 años y un día que solicitó el defensor Ignacio Díaz, quien no discutió la existencia del delito registrado a mediados del 2015, cuando la víctima tenía apenas 13 años, sino que alegó las circunstancias que pudiesen aminorar el castigo penal al mínimo posible.
"En todo el juicio postulamos la cooperación de mi representado, tanto en la investigación de la causa como en la misma audiencia donde reconoció los hechos de la acusación", enfatizó el abogado.
Evaluación
La fiscal Karen Rosas, quien instruyó la compleja indagatoria que solo se activó con la develación realizada por la afectada en el sistema escolar, alrededor de cinco meses después del ataque sexual, recalcó que tanto esta atenuante como la consideración del mal causado fueron evaluadas por los sentenciadores para llegar a su resolución.
Eso sí, la persecutora no dudó en señalar que este dictamen fue "muy inferior a lo invocado" durante la fase final del procedimiento. Incluso, al inicio del juicio pidió una pena de 15 años de reclusión, pero los magistrados terminaron por fallar dentro del margen del presidio mayor en su grado mínimo.
Pese a este diferencial, la representante del Ministerio Público igual destacó que se acreditara el delito y la participación sin mayores contratiempos, resaltando que los testimonios de la menor y su familia, más la prueba pericial presentada, fueron contundentes para llegar a este escenario.
Dentro de esta evidencia expuesta, vital fueron las conclusiones científicas, como el comparativo de ADN, ya que la niña resultó embarazada producto de este ataque.
Victimización
Debido a esta situación, el daño y revictimización sufrido por la isleña está siendo analizado con pinzas desde la Fiscalía, con la idea de no exponerla a mayores instancias de presión. "Ella sufrió un daño emocional severo", insistió Rosas, agregando que actualmente "se encuentra en un proceso de reparación".
Un eventual recurso de nulidad, aún no se descarta. Sin embargo, esta victimización secundaria será piedra de tope en la decisión que se tome por parte del organismo persecutor que analiza las normas impugnatorias para evaluar un requerimiento a la sentencia. La defensa también estudia algún recurso ante la Corte de Apelaciones de Puerto Montt.
15 años de cárcel había solicitado inicialmente el Ministerio Público por este caso.
5 meses tardó la menor en develar las agresiones en su contra.