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Concurrencia del ensañamiento marca el juicio por feroz crimen de dentista

Ayer comenzó la audiencia por este asesinato contra joven colombiano ocurrido en Dalcahue.
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Pedro Bárcena González

Con el análisis de la calificante y la evaluación de las circunstancias modificatorias de responsabilidad, sin discutir la participación en los hechos del acusado, comenzó ayer el juicio contra el buzo sindicado como autor del homicidio calificado de un dentista colombiano en Dalcahue. Un crimen por el cual el hombre de mar arriesga una pena de 20 años de cárcel.

Esta audiencia marca la etapa final de la causa por la muerte de Efraín Alvear Jaramillo (38), cuyo cadáver fue hallado a comienzos de mayo del 2016 al interior de su casa en el pasaje El Bosque. Vecinos encontraron su cuerpo, con el rostro desfigurado producto de un ataque que le provocó politraumatismos encefalocraneanos, fracturas múltiples de cráneo y de todos los huesos de la cara.

Justamente, el debate está centrado en esta golpiza propinada por el imputado identificado con las iniciales J.L.B.H. (55), que para los acusadores aumentó deliberadamente el dolor de la víctima, configurándose el ensañamiento.

Tal como explicó el fiscal Javier Calisto, quien instruyó la indagatoria por este caso, la agresión se produjo después que estos "amigos" compartieran en el hogar del odontólogo hasta la madrugada del 1 de mayo.

"El imputado ataca, con lo que creemos un hacha de mano, a la víctima que cae al suelo, donde sigue golpeándola. A pesar que cada trauma que sufrió -al menos 14 contabilizados en la autopsia- pudo causar la muerte, siguió atacándolo", acotó el persecutor, sumando que en cada embestida el afectado tragaba sangre hasta que finalmente perdió la vida.

Perito

El abogado puntualizó que a través de la prueba médica y científica, como por medio de los informes policiales del OS-9 de Carabineros se acreditará la calificante. Especial atención cobra la intervención de la médico legista Vivian Bustos, quien ayer expuso el trabajo crimino dinámico que realizó, "en el cual se confirma la existencia del ensañamiento", apuntó Calisto.

El representante del Ministerio Público invocó ante la sala presidida por la magistrada Angélica Monsalve una pena de 15 años de presidio contra el buzo, reconociendo el concurso de las atenuantes de irreprochable conducta anterior y colaboración sustancial. Sin embargo, estas aminorantes de responsabilidad penal fueron rechazadas por el querellante, Hugo Oyarzún, quien representa a la madre de la víctima.

De acuerdo al abogado particular el imputado no presenta "una conducta social intachable, es más, su moralidad es discutible", aunque no tenga anotaciones penales. Además, explicó que el sujeto "declaró sobre su responsabilidad en el crimen cuando los hechos ya estaban aclarados", lo cual según el jurista le resta peso a su confesión.

Otro elemento que describió en sus alegatos el profesional castreño está relacionado a la extensión del mal causado, por un asesinato que calificó como "brutal", incluso lleno de una "gran perversidad". Hizo hincapié en que el joven fue golpeado con un hacha, "con un fierro", como especificó, recalcando que el sufrimiento de la víctima "traspasó las barreras de lo humano y lo sensible". Agregó que en este caso se vieron elementos "propios de la tortura y la barbarie".

Por su parte, el también armador de nave menor está siendo representado por los defensores Claudio Herrera y Filippo Corvalán, este último su titular y el encargado de presentar las alegaciones iniciales a los sentenciadores, solicitando la absolución.

El abogado manifestó que en la acusación no se describe la calificante y tampoco detalla antecedentes propios del presunto aumento del dolor hacia el ofendido, remarcando que el fiscal "dice que la víctima estaba viva al momento de la golpiza, lo cual constituye una necesariedad del homicidio simple", acotó.

Configuración

Asimismo, en otra de las aristas de su postura ante los jueces, la fuente insistió en que esta sería la figura legal del caso y no el crimen calificado, recalcando que el asesinato se produjo "después de una discusión donde abundó el consumo de alcohol y las drogas". Agregó que no se puede establecer el ensañamiento "solo por el número o ferocidad de las lesiones".

Finalmente, el defensor invocó el concurso de otras atenuantes a las reconocidas por el Ministerio Público. Se trata de la circunstancia relativa a obrar por estímulos tan poderosos que hayan producido arrebato y obcecación, como también la relacionada a confesar el delito y denunciarse, más allá que pudo darse a la fuga.

Hoy continúa la exposición probatoria de la Fiscalía y se espera la prueba de la defensa, no descartándose la liberación de varios testigos que podría favorecer a un eventual veredicto para esta misma jornada.

Testimonio

El acusado prestó declaración reconociendo que era "amigo del finado" y que su "peor error" fue ir a visitarlo a su casa. Junto con pedir perdón a la familia de Alvear, dijo que lo conocía con anterioridad, indicando que "él me llamaba, incluso cuando estaba en Lirquén con mi familia". Con respecto a la noche del asesinato, el hombre de mar señaló que llegó con cervezas y que junto al alcohol, consumió marihuana y cocaína con el dentista. "Él tenía una plantación (Cannabis sativa) en su casa", aclaró, sumando que la agresión surgió después de una discusión, cuando "dijo que las chilotas eran hediondas", acotó. Además, el imputado resaltó que habría sido el colombiano el primero en atacarlo. "Tomó el hacha de mano y trató de pegarme, así que forcejeamos... era él o yo", añadió, insistiendo que Alvear quería matarlo. "Yo no causé el problema", apuntó, explicando que botó el arma homicida al mar.

"El imputado ataca a la víctima que cae al suelo, donde sigue golpeándola. A pesar que cada trauma que sufrió -al menos 14 contabilizados en la autopsia- pudo causar la muerte, siguió atacándolo".

Javier Calisto, fiscal del caso."

547 días en prisión preventiva lleva el acusado por este asesinato.

86 elementos probatorios fijaron los intervinientes para este juicio oral.