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Tres nuevos ataques incendiarios afectaron a templos en el país

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Tres nuevos ataques incendiarios contra iglesias se registraron durante la madrugada de ayer, en la previa de la primera misa masiva del Papa Francisco en Santiago.

En total son siete los recintos religiosos que habían sufrido daños desde el viernes de la semana pasada, hasta ayer en la tarde.

El martes fueron atacadas dos capillas en la comuna de Cunco, a 63 kilómetros de Temuco, segunda ciudad que visitará el Papa en el país.

En el lugar no se registraron heridos ni ninguna organización se atribuyó el ataque. Sin embargo, la Fiscalía Regional analiza un panfleto a medio quemar que fue dejado en el lugar. Las capillas atacadas "estaban en el sector de Lagunillas y en Río Negro, y las llamas comenzaron de forma simultánea en ambos lugares", dijo Pablo Oakley, comandante del Cuerpo de Bomberos de la localidad, a Radio Cooperativa.

El tercer ataque afectó a la parroquia Madre de la Divina Providencia en Puente Alto, donde desconocidos prendieron fuego al lugar. No se registraron personas lesionadas y al igual que en los ataques en Cunco, ninguna organización se adjudicó la autoría del siniestro.

Frente a los hechos, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, llamó a la calma diciendo que sólo se trató de incidentes menores y recalcó que hay 18 mil efectivos policiales repartidos por las tres ciudades en que estará Francisco, para resguardar la seguridad.

Papa pide perdón por casos de abuso sexual en la Iglesia

En su visita protocolar a La Moneda, Francisco dijo sentir "dolor y vergüenza" por el daño causado a las víctimas.
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Michael Seguel P.

El Papa Francisco destinó ayer en la mañana la primera declaración pública de su visita a Chile para referirse a los casos de abuso cometidos por sacerdotes. Antes de reunirse privadamente con la Presidenta Michelle Bachelet en La Moneda, se dirigió a las 700 autoridades presentes en el palacio de gobierno, antes quienes dijo sentir "vergüenza" por los vejámenes cometidos en contra de menores.

"No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza, vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia", dijo Francisco, generando aplausos de los presentes.

"Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas. Al mismo tiempo que debemos empeñarnos en que no se vuelva a repetir", añadió.

El Papa luego partió a la misa en el Parque O'Higgins, donde lo esperaba una multitud y también los obispos chilenos. Entre ellos estaba el obispo de Osorno, Juan Barros, quien es acusado extrajudicialmente por los denunciantes del párroco Fernando Karadima, de haber encubierto los abusos del expárroco condenado por abusos por el Vaticano, en 2011.

"Quisiera agradecer a mucha gente que reza por mí y que me manda mucho cariño y reiterar que se han dicho muchas mentiras respecto de lo mío", manifestó Barros.

El obispo añadió que "fue una sorpresa" la carta que envió en 2015 el Papa a los obispos chilenos, donde cuenta que el nuncio Ivo Scapolo recomendó a Barros tomar un año sabático antes de asumir como obispo de Osorno.

En la Catedral

"He dicho muchas veces que una cosa es haber participado en una parroquia y otra muy distinta es haber sido testigo de las cosas por las cuales se condenó a ese sacerdote (Karadima)", dijo Barros cuando fue consultado nuevamente por el tema, en la Catedral.

En ese lugar, el Papa volvió a referirse a estos casos.

"Conozco el dolor que han significado los casos de abusos (...). Sé que han sufrido insultos en el Metro o al ir caminando por la calle; que ir vestido como cura les está costando caro", aclaró.

Ayer, el sacerdote jesuita Fernando Montes planteó la conveniencia de la renuncia de Barros.

"No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños".

Papa Francisco"

60 detenidos dejaron las manifestaciones registradas ayer en la capital por la visita.