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el DERECHO A RETRACTarse

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Las fechas claves

Este 19 de enero comenzó el proceso de matrículas para una carrera universitaria y también se inició el período de retractación, que "permite a los estudiantes en una institución de educación superior retractarse y solicitar la devolución de lo pagado, presentando una segunda matrícula de otra entidad", dicen en el Sernac. "Este beneficio u cobertura llega hasta el 28 de enero, que es compatible con las fechas que ocurre el proceso de matrícula", afirma Tatiana von Plessing, directora general de Admisión de la Universidad Mayor.


Los requisitos

Von Plessing explica que el derecho a retractación solamente opera si la persona cuenta con una segunda matrícula y si cumple con los plazos. "La ley de retracto dice 'yo tengo que demostrar a la primera universidad que me matriculé en otra'. Esto no funciona si yo me quiero ir para mi casa y tomar dos años vacaciones", asevera. La especialista recalca que, para ejercer el derecho a retracto, se debe presentar el comprobante de la segunda matrícula ante la institución que originalmente se contrató.


La devolución de dinero

La especialista de Universidad Mayor comenta que, una vez que se renuncia a la primera universidad en la que se matriculó, el alumno tendrá derecho a la devolución de dinero. "Se va a devolver toda la plata que corresponde a la matrícula, que se haya documentado o pagado. Se va devolver el arancel, pero vas a tener que pagar un costo por este movimiento: la ley dice el 1% sobre el arancel real de esa carrera. Por ejemplo, si yo tengo una beca y estaba pagando el 50% del arancel, me van a cobrar el 1% del 100% del arancel", explica.

Sepa qué hacer si no está seguro sobre matricularse en una carrera

Especialistas señalan que para manejar la ansiedad es clave tener claro en qué consiste la carrera seleccionada, conocer la malla, hablar con personas que hayan estudiado esa profesión y analizar nuestras aptitudes.
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Camila Espinoza López - Medios Regionales

Ayer se inició el período de matrículas para los jóvenes que quieren estudiar una carrera universitaria y muchos aún tienen dudas, ya que o no quedaron en la primera preferencia que escogieron o están indecisos sobre su decisión.

"Hay que entender que la ansiedad es una parte normal de la toma de decisiones. Cuando tomo decisiones, efectivamente voy a estar angustiado. Si la ansiedad es excesiva, te paraliza o te come la angustia, y creo que habría que replantearse qué es lo que realmente quiero", dice a La Estrella Jonathan Martínez, docente de la Escuela de Psicología de la Universidad de Las Américas (UDLA).

Añade, por tanto, que la clave es reducir el nerviosismo e inseguridad con diferentes estrategias.

Estar informado

Un primer paso antes de matricularse en la carrera es recabar información. "Todas las universidades tienen publicada su malla y perfil de egreso. Uno le tiene miedo a lo extraño y novedoso", suma Martínez.

También es importante estar al tanto del mercado laboral de dicha profesión para velar por el futuro. "(Hay que) Ver el mercado, cuánto está pagando el mercado y la necesidad que tienen respecto a lo que pienso estudiar", afirma.

Preguntar a otros

Dominique Karahanian, psicóloga de Universidad Mayor, comenta que a pesar de contar con los datos y ser una guía, tener acceso a la malla de la carrera no dice demasiado: "Hay nombres teóricos, es fácil equivocarse".

Por eso, la experta aconseja recurrir a quienes conocen más del tema: "Conversar con gente que esté estudiando o ya haya estudiado la carrera, conocer de cerca la experiencia".

Una opinión similar tiene Martínez: "Hay que hablar con un profesional de la carrera que esté ejerciendo en este momento. También, no sería malo preguntar en la misma universidad, porque, de pronto, estudiar periodismo o derecho va a depender mucho del enfoque de la universidad".

Dedos para el piano

El académico de la UDLA alude que hay que tener una "vocación positiva": "Las personas tienen que tener aptitudes y capacidades. Al mismo tiempo, se tienen que dar los gustos más los intereses. Muchas veces, hay estudiantes que eligen una carrera y, lamentablemente, no tienen 'dedos para el piano'".

Recalca que tener clara las fortalezas y debilidades de cada uno ayudará al proceso de definición.

La presión

Martínez comenta que, en algunos casos, para los estudiantes resulta complejo enfrentar la presión familiar: "Muchas personas eligen su carrera presionadas. La influencia social de los padres, pares o red de apoyo son fundamentales. A veces, observamos que los estudiantes eligen una carrera para lograr un deseo frustrado de parte de los padres".

El psicólogo recalca que si los progenitores observan que sus hijos tienen dudas, será necesario apoyarlos y orientarlos: "Lo fundamental es escuchar a nuestros hijos. Ellos son personas adultas".

Sobre este punto, Karahanian manifiesta que, a pesar de que exista temor a la reacción parental, los estudiantes "deben hablar con la verdad" sobre sus preferencias y planes.

El arrepentimiento

Martínez sostiene que los padres deben entender que este es "un proceso del estudiante" y arguye que un momento complicado es cuando el hijo se arrepiente de la opción que tomó después de haberse matriculado. "Quizás es mejor arrepentirse en este momento que hacer perder plata y entrar a una carrera que no quiero (...). Lo mejor es confrontar la situación en su momento", subraya.

Karahanian plantea que es clave ver "qué me hace sentir bien (...). Si tú sientes a priori que no es tu vocación o no te ves haciendo lo que hace alguien de esa profesión, es un buen indicador para arrepentirse".

La especialista sentencia que "el arrepentimiento se puede dar cuando estás dentro de la carrera y empiezas a tener ciertas asignaturas".

Al experimentar los primeros meses, aconseja, se podrá tener más claro si la decisión que se tomó fue correcta.

"(Hay que) Ver el mercado, cuánto se está pagando y la necesidad que tienen respecto a lo que pienso estudiar".

Jonathan Martínez,, académico de la UDLA."