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Taxista queda preso por feroz ataque contra joven en Castro

El imputado fue formalizado por secuestro con violación, delito que puede ser castigado hasta con presidio perpetuo. Relato de la víctima fue clave para configurar el ilícito, acotando que fue drogada para tener relaciones sexuales.
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Pedro Bárcena González

Ante gravedad de la pena asignada al delito, que incluso puede llegar al presidio perpetuo, como también al ser considerado un peligro para la seguridad de la víctima y la sociedad, un taxista quedó en prisión preventiva tras ser formalizado ayer por secuestro con violación. Justamente, el testimonio de la víctima de 25 años fue clave para acreditar en esta altura de la causa la existencia del ilícito, que se habría registrado en pleno centro de Castro.

En audiencia realizada en el Juzgado de Garantía castreño y después de ampliarse por 48 horas la detención del imputado de iniciales G.S.G.C.N., se procedió a encausar la indagatoria en su contra. Con la evacuación de los informes periciales y científicos se logró contar con los antecedentes necesarios para sustentar la figura delictiva, como la participación.

Así lo confirmó el fiscal Enrique Canales, quien instruye las diligencias por este impactante caso, que se habría registrado entre la tarde del lunes y la madrugada del miércoles, tiempo en que habría permanecido cautiva la afectada.

Como especificó el persecutor, la mujer conocía al transportista y llegó a su domicilio donde este le ofreció una bebida. Tras consumir el líquido, la joven reconoció que "perdió el conocimiento, reaccionando solo durante la madrugada, cuando despertó desnuda en la cama del imputado", aclaró.

Pastillas

Durante las cerca de 32 horas que acusó la vecina permanecer contra su voluntad en la vivienda del sujeto, emplazada en calle Ramírez, enfatizó que este la obligó a tomar unas pastillas de color naranjo y que fue agredida sexualmente. Además, indicó que solo huyó ante un descuido de su presunto captor, acudiendo descalza a denunciar el hecho ante Carabineros.

El representante del Ministerio Público invocó la cautelar más gravosa, sustentada con una serie de informes, como el elaborado por la Segunda Comisaría local, tras la notificación del ilícito por parte de la pobladora, ocasión en que identificó a su agresor y entregó su dirección, posibilitando el procedimiento de aprehensión.

Además, el abogado expuso la información médica tras la constatación de lesiones en el Hospital de Castro, en el cual se detallan numerosas heridas sufridas por la mujer, ya sea en el dorso, como muslo y glúteo izquierdo, como una equimosis en una mama. Una serie de afecciones que derivaría del intento del imputado por evitar su huida utilizando un arma blanca.

A su vez, los informes ginecológicos preliminares como sexológicos posteriores, pese a no esgrimir desgarros propios de una violación, dan cuenta de una relación sexual. Incluso, el fiscal aclaró que "al momento de ser examinada la joven estaba en su período de menstruación", lo cual explicaría la ausencia de lesiones vaginales.

Junto a estos antecedentes, Canales detalló en la sesión judicial que se extendió por casi dos horas, que personal de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de Castro y la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de Ancud levantaron diversas evidencias, como restos de Cannabis sativa que habrían consumido los intervinientes y numerosos medicamentos, como también prendas de vestir y restos de sangre en varios puntos del inmueble.

Todos estos datos complementaron el relato de la víctima, que se convirtió en la prueba más contundente para describir la dinámica de los hechos. Como agregó el fiscal, una segunda declaración tras su denuncia permitió entregar detalles sustantivos para la causa, recalcando que la mujer conocía al hombre en sus labores de taxista y como proveedor de marihuana. Justamente, ella habría llegado al domicilio del sujeto para cancelar una deuda por estas transacciones.

En este testimonio, como señaló el jurista, la mujer ratificó el consumo de una bebida "tras lo cual ingresó a un estado de somnolencia profundo", acotó, período en el cual habría sido ultrajada. Es más, la fuente manifestó que la ofendida fue amenazada, incluso con un cuchillo, ante lo cual no gritó por estar asustada.

La defensa se opuso a la prisión preventiva, enfocándose en dos argumentos: la inexistencia del principio de corroboración y cuestionando la credibilidad del relato.

Según la abogada Fernanda Molina, no se presentaron mayores antecedentes "para acreditar la única prueba directa que existe, que es la declaración de la víctima". Una versión a la que no le entrega sustento, al señalar que la mujer tiene antecedentes delictivos anteriores y un historial de droga.

A su vez, la profesional sostuvo que la joven reconoció haber llegado voluntariamente el domicilio del taxista y que consumieron sustancias ilícitas, enfatizando que en todo el tiempo en que estuvo en el lugar "nunca pidió auxilio", afirmó.

A su vez, la defensora resaltó que la víctima no presenta lesiones sexológicas. Un cúmulo de antecedentes o falta de corroboración de los mismos que no permitirían acreditar la existencia del delito y menos la participación del imputado.

Pasta base

Estos dichos fueron complementados por el defensor Juan Manuel Castro, quien aludió a los datos entregados por su representado, apuntando a que la mujer "llegó bajo los efectos de la pasta base y que siguió consumiendo esta sustancia en el domicilio".

Igualmente, el profesional esgrimió que los fármacos hallados en el lugar (antisicóticos usados para el tratamiento de la esquizofrenia) fueron empleados para prolongar el efecto de la cocaína base.

Bajo este escenario, los abogados solicitaron el arresto domiciliario total. Sin embargo, la magistrada Jesica Yáñez decretó la prisión preventiva, calificando como "primordial" el testimonio de la víctima, el que por sí solo "ratifica la existencia del delito como prueba directa", estableciendo el lugar de los hechos, identificando al imputado y las circunstancias de su comisión. Una declaración que no solo se sustentaría con el resto de los informes, sino que se complementa para su credibilidad.

Por ello, la sentenciadora confirmó el peligro que conlleva la libertad del sujeto para la afectada y la sociedad, como también el riesgo de fuga, declarando esta precautoria que deberá cumplir el imputado en la cárcel de Ancud por petición de la defensa, ya que una expareja de la ofendida cumple condena en la unidad penal de Castro.

Finalmente, se dictó un plazo de 90 días para el desarrollo de la indagatoria, que contará con la colaboración del transportista, partiendo por su declaración en el Ministerio Público la próxima semana.

"No existe el principio de corroboración para acreditar la única prueba directa, que es la declaración de la víctima".

Fernanda Molina,, defensora penal."

Diligencias

A una serie de diligencias se allanó el imputado en la misma audiencia. Junto con declarar este martes en la Fiscalía de Castro, accedió a someterse a exámenes sicológicos y siquiátricos, como también al levantamiento de muestras biológicas para comparativos de ADN. Estas pesquisas pueden marcar en el futuro de la causa el concurso de la colaboración sustancial como atenuante.

90 días se decretaron para el desarrollo de las pesquisas indagatorias de la causa.