El cierre de una zona en el sur de la provincia de Chiloé por la presencia de floraciones algales nocivas sigue generando preocupación en actores locales, sobre todo por el impacto que podría provocar en la pesca artesanal de aumentar las áreas con el veneno paralizante de mariscos (VPM).
Una de las personas que evidenció su inquietud fue el senador por la zona, Rabindranath Quinteros (PS), quien insistió que es necesario contar con un estudio que determine si existe relación entre el aumento de la temperatura del mar y la crianza de salmones en jaulas.
"Me preocupa porque vamos acercándonos a tener una nueva situación que puede afectar a la pesquería artesanal", indicó el parlamentario.
En este sentido, el exintendente de la Región de Los Lagos sostuvo que a casi dos años de la crisis que provocó la presencia de marea roja en Chiloé, las floraciones algales nocivas se repiten y aún no existe un estudio que pueda clarificar el porqué de esta situación.
A juicio del senador, otro punto que le genera alarma es que pese a los proyectos que ha presentado en conjunto con la Universidad Austral de Chile para el repoblamiento del mar interior de Chiloé y otros puntos de la región, ninguno se ha implementado a la fecha.
"No solo estamos hablando de bivalvos, hay otros recursos como el pulpo o la centolla con los que se podría avanzar", relató el congresista oficialista.
Del mismo modo, el político reiteró que "una vez que retome mis actividades legislativas después de las vacaciones, insistiré en estos proyectos para que puedan ser considerados".
Cumplimiento
El cumplimiento de los acuerdos alcanzados hace dos años es una de las preocupaciones de los dirigentes de la pesca quellonina, ya que afirman que a la fecha algunos no se han llevado a cabo.
De acuerdo a lo explicado por Denisse Alvarado, presidenta del Sindicato de Pescadores Mar Azul, en esa ocasión se definió que los wellboats que trasladan salmones no realizarían cambio de agua en áreas libres de la presencia de las algas nocivas, lo que no estaría ocurriendo.
"Eso nos preocupa porque si formaron una mesa de trabajo con las autoridades e instituciones y se establecieron acuerdos, estos deberían cumplirse", detalló la dirigenta.
Junto con ello, la vecina recordó que solo es un área de la comuna la que se encuentra cerrada por la presencia de las algas nocivas y que existen otras zonas que están libres del veneno, en las que los pescadores continúan trabajando.
"Estamos solicitando una reunión con las autoridades para pedir más monitoreos, para que esto no vaya en aumento y no se vaya a extender a otros lugares", manifestó la misma fuente.
Una zona comprendida entre Asasao, Quilanlar, isla Redonda y el grupo Guapiquilán fue cerrada el martes por la presencia del veneno paralizante en almejas.
2016 se produjo la gran crisis en la provincia por la presencia de las microalgas.
30 enero fue el día en que la Seremi de Salud decretó el cierre de un área por VPM.