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Cámara de comercio y concejales analizan la "invasión" de la plaza

Comercio ambulante -autorizado o no-, puestos de artesanía, carros de comida, juegos para niños... Todo eso tiene el paseo cívico castreño.
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Luis Contreras Villarroel

Un análisis con más puntos a favor que en contra deslizaron tanto la dirigencia del comercio establecido como concejales y municipio respecto a la aplicación de las ordenanzas para regular el uso de estacionamientos como la Plaza de Armas de Castro. Eso sí, la evaluación es negativa sobre el comercio ambulante, por parte del gremio establecido.

La revisión de las normas locales surge a propósito de los turistas que llegan a la capital provincial en temporada alta y que hacen uso de los espacios públicos como calles y la propia plaza.

Una de las reglas aprobadas por el Concejo Municipal de Castro se relaciona con el término de los estacionamientos en un tramo de calle San Martín y en Gamboa frente a la iglesia patrimonial San Francisco.

Julio Candia, presidente de la Cámara de Comercio Detallista, Industria y Turismo de Castro A.G., destacó la implementación de una política municipal tendiente a rescatar el principal espacio público como un punto de encuentro.

El dirigente dijo que "este año vemos la plaza mucho más limpia, es más, nosotros aceptamos el hecho de que se hiciera una zona frente a la iglesia y se dejara a ambos lados sin estacionamiento".

Otra de las observaciones es la presencia de vendedores ambulantes. La crítica del dirigente no apunta a los comerciantes autorizados, sino a aquellos que se instalan una vez concluida la jornada laboral de los inspectores municipales.

Candia aseveró que "he recorrido la plaza y creo que al menos en un 90% se está cumpliendo lo que dijo la municipalidad, que no se iba a permitir un comercio que no fueran los productos típicos de Chiloé".

En este orden de cosas, el comerciante apuntó que "después de las siete u ocho de la tarde ya es tierra de nada, porque empieza a llenarse de comercio ambulante, gente que empieza a vender comida y sin tener ninguna autorización".

Asimismo, el dirigente gremial tuvo sus reparos respecto a uno de los carros de comida rápida ubicados a un costado del Banco Estado, el cual aparece conectado al sistema de iluminación, siendo un punto que expondrá a la firma Saesa.

VISIONES

La puesta en marcha de las ordenanzas municipales y sus resultados ha encontrado diferentes matices en cuando a sus efectos por parte de algunos integrantes del concejo.

Para el concejal Jaime Márquez (indep.) la ordenanza ha implicado un avance normativo, aunque añadió que esta disposición no se ha cumplido completamente.

"Apreciamos en la realidad una cosa distinta porque no se ha aplicado la norma por parte de los organismos que tienen que controlar esto, a mí me molesta que Carabineros hace como si lloviera", criticó el profesor.

"Me parece indignante y molesto por la situación que está ocurriendo en Castro", mencionó.

Por su parte, el concejal Julio Muñoz (DC) aseveró con estos permisos otorgados a artesanos o comerciantes locales se dispone de un espacio diferente en lo que respecta a su uso.

"Tenemos una plaza más viva, mucho más atractiva, lo que pasa es cómo hacemos para que sea mejor, lo que significa seguir regulando mejor porque hay personas que usan y abusan de la plaza", subrayó.

A reglón seguido, el político dijo que "créanme que voy a ser quizás agresivo con lo que diga, pero no estoy de acuerdo con comida, no por negarle el derecho ni el pan a nadie, sino porque es invasivo, no tenemos calidad, cómo le entregamos comida a la gente que nos viene a ver".

Su par político José Luis Bórquez (UDI) enfatizó que el primer paso como ente municipal consistió en aprobar una ordenanza para regular el uso de las calles y plaza castreña.

"Por acuerdo del concejo asignamos 45 cupos para comerciantes ambulantes, ya sean carros de recorrido, carros food track o ambulantes en la calle", acotó.

Uno de los reparos del concejal se relaciona con la posición que han adoptado algunos comerciantes no autorizados, "quienes manifestaron su nula intención de irse de la plaza (...). Lo que logramos normar en dejar en dos calles a todos los artesanos por la calle Gamboa, esto va a servir para el año".

JURíDICO

El asesor jurídico del municipio, Marcos Velásquez, admitió la complejidad del cumplimiento de las normas aprobadas en su momento por el concejo.

"Cuesta sobre todo en el verano porque llega mucho vendedor o artesano fuera de Chiloé, entonces el control es complejo, el número de inspectores es bajo y se necesita el apoyo de carabineros", manifestó.

El funcionario sumó que "desde que se trabajó la nueva ordenanza tanto del comercio ambulante como espacios públicos, que fue aprobado por el concejo, la disposición es que se cumpla".

45 cupos otorgó el municipio para los ambulantes.

2 ordenanzas son revisadas para su total implementación.