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"Hay personas que no quisieron recibir el beneficio"

El dirigente analiza el actual escenario frente a la proliferación del veneno paralizante de los mariscos en una buena parte de la costa de Chiloé, trayendo el fantasma de la crisis vivida en mayo del 2016.
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Fue a mediados de esta última semana, cuando la Secretaría Regional Ministerial de Salud en Los Lagos decretó ampliar la zona de restricción para la extracción de productos del mar, que afectaba al centro sur de la Isla de Chiloé, debido a la presencia de marea roja en la costa oceánica de Ancud.

Lar, Río Chepu y Mar Brava fueron las nuevas localidades que evidenciaron niveles nocivos del veneno paralizante de los mariscos (VPM) en la provincia, sumándose a los sectores de Queilen y Cucao, situación que llevó al ejecutivo a emitir una nueva resolución de cierre de áreas por la presencia del fenómeno.

De acuerdo a las últimas mediciones realizadas por los organismos públicos en Ancud, se registraron niveles entre 88 y 211 microgramos de toxina -por 100 gramos de carne-. El gobierno, en tanto, anunció un aporte económico transitorio para los pescadores afectados, beneficio que equivale a un aporte por tres meses, renovables, de $ 160 mil mensuales para extractores de mariscos contaminados en las zonas con prohibición y que estén inscritos en el Registro Pesquero Artesanal.

Lo acontecido en estos días, ha revivido entre la comunidad ciertos temores referentes a las nefastas consecuencias que este fenómeno ya dejó en el territorio insular en el año 2016, donde miles de familias perdieron sus fuentes laborales, en medio de un estallido social que se extendió por cerca de 19 días en el caso de la comuna del Pudeto.

Para ello el rol de los dirigentes sociales en la articulación entre autoridades y los trabajadores resulta fundamental a la hora de encontrar las soluciones al conflicto que ha desatado el fenómeno de marea roja en la Región de Los Lagos.

Una de las voces encargadas de liderar la toma de decisiones entre los hombres de mar en el norte de la provincia es Pablo Oyarzo Huichaquelén. Con 53 años de edad, este oriundo de la localidad de Alerce, comuna de Puerto Montts, ha dedicado más de 40 años a labores marítimas, desempeñándose como buzo mariscador. No obstante, hace poco más de una década, Oyarzo ha volcado su vida a la dirigencia social, representando a sus colegas de la pesca artesanal, además de ocupar puestos en diferentes entidades como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en Chiloé. Actualmente las oficia como presidente de la Mesa Marea de Roja Ancud, organización que nació tras el estallido social del 2016.

-¿Qué diferencia existe entre lo que acontecido en mayo del 2016, respecto a los alcances que actualmente tiene la marea roja en Ancud?

-La diferencia que vemos es que esta vez no nos está pillando por sorpresa, esa es la gran diferencia, estamos un tanto preparados para enfrentar esto, estamos asesorándonos como Mesa Marea Roja. Creo que la vez pasada por pillarnos de sorpresa hicimos lo que pudimos, no teníamos experiencia en este tema y nunca había sucedido, nunca pensamos que íbamos a tener marea roja.

-¿Podría la actual situación desencadenar en un nuevo estallido social, si las cosas se llegaran a complicar?

-Nosotros como Mesa Marea Roja estamos tratando de evitar una movilización, por eso es que estamos tratando de adelantarnos con las autoridades regionales para que nos den soluciones anticipadas. Si no llegáramos a tener una solución pronta yo creo que está la posibilidad de la movilización, y no podemos parar eso porque eso tiene que ver con la gente, uno es dirigente pero cuando explota, eso ya no está en las manos de uno.

-¿Cómo evalúa la participación de los parlamentarios de la zona en este proceso?

-Hasta el día de hoy no hemos tenido presencia de los parlamentarios, podemos llegar a pensar porque aún no está declarada la marea roja acá en Ancud, puede ser que por eso no han llegado, no sé si en otras caletas están llegando. No sé si en otros lugares donde está declarada la marea roja han llegado, pero acá todavía no los hemos tenido. Creo que deberían hacerse presentes, esa es nuestra opinión, no nos pueden dejar botados en esta oportunidad.

-¿Cuál es la principal crítica que realizan como trabajadores del mar, respecto a la forma en que se ha desarrollado esa problemática?

-Justamente lo que hablábamos recién, por el lado de los parlamentarios no se han juntado nunca, no nos han llamado nunca para decir "¿oiga sabe qué?, hagamos un plan de contingencia, en caso de que volviera a aflorar la marea roja", porque nosotros sabemos que, aunque el año pasado no fue así, este año nos sorprendió de nuevo, porque el fenómeno viene aflorando desde Quellón.

-¿Qué sucede con aquellas personas que hasta la fecha manifiestan que no fueron favorecidos con los beneficios otorgados por el gobierno para paliar la crisis?

-Quiero ser sincero, hay personas que no quisieron recibir el beneficio, estoy hablando de pescadores. Nosotros durante todo este tiempo, ya llevamos dos años con la mesa, y durante todo este tiempo hemos ofrecido trabajo a los pescadores, a toda clase de pescadores, y la mayoría no lo ha aceptado. Dicen que es poca plata y tampoco quieren trabajar para poder tener esa plata. Creo que cuando dicen que no han tenido la ayuda necesaria, hay que pensar que, en toda índole de la vida, no se puede llegar al 100% de las personas.