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sepa en que fijarse si busca una pensión universitaria

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Ubicación, ubicación, ubicación

"Ciertamente, la ubicación de la pensión es importante, porque si es cercana a la universidad, CFT o IP, el joven podrá evitar gastos en transporte y tiempo", dice Víctor Valenzuela, académico de la Universidad Andrés Bello (UNAB). Ahora, si por un tema de presupuesto no puede pagar una pensión que se ubique cerca de donde estudie, prefiera las que tengan "buena conexión". Es decir, que la casona o edificio sea cercano a ciclovías, paraderos de micros o Metro, en el caso de Valparaíso y Santiago.


Mientras más servicios, mejor

"Es probable que el aspecto presupuestario sea más simple al vivir en una pensión, porque el pago de la habitación debiera incluir los gastos en servicios básicos como agua, gas y electricidad y posiblemente también aseo", apunta Javier Irarrázaval, académico de la USS. Por eso, mientras más "servicios" preste la pensión, mejor. Recuerde que en un único pago estará agrupando todo lo necesario para mantenerse cómodo y preocuparse del estudio. Ahora, ideal si la pensión incluye la alimentació: desayuno, almuerzo y cena.


Revisar las promociones disponibles

En el caso de las pensiones universitarias, los estudiantes pueden dirigirse a la Dirección de Asuntos Estudiatiles de su facultad o carrera para consultar sobre la ubicación, cupos y beneficios a los que pueden acceder por ser estudiantes y tener complicaciones para pagar un arriendo propio. En el caso de pensiones fuera de las casas de estudio, lo ideal es revisar las "promociones" que se ofrecen por estar un semestre o un año completo en el lugar. Revise el precio final y la forma de pago en cuotas o al contado.

[finanzas personales]

Tips para que los estudiantes ordenen sus gastos cuando viven lejos de casa

Ser transparente con el arrendador sobre cuántas personas vivirán en el departamento, definir entre los compañeros quién será el tesorero que ordene las cuentas de la casa y aclarar qué gastos serán comunes y cuáles no, son consejos útiles.
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Michael A. Seguel.

Josefina Quezada (25) arrienda un departamento con una compañera que conoció en la universidad. Ambas estudian administración pública, las dos están lejos de sus ciudades natales y les pareció buena idea vivir juntas. Buscaron y encontraron un departamento con dos habitaciones, donde residen hace casi dos años.

"Tenemos un piso fijo que es el arriendo del departamento, los gastos comunes, la luz, el agua y el Wifi. Sacamos la cuenta y lo dividimos en dos", dice la estudiante de la Universidad de Valparaíso, que añade que ambas, además de estudiar, trabajan para mantener su hogar.

¿Pero cuáles son las reglas para que eso funcione? ¿Bastará con la amistad? La Estrella consultó a expertos para despejar estas dudas.

Las cosas claras

Lo primero es dejar las cosas claras con el arrendador. Para Víctor Valenzuela, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello (UNAB), hay dos puntos que deben quedar claros desde el principio. "Se debe especificar la conexión entre las personas que vivirán en el departamento", acota, lo que incluye aclarar cuántos jóvenes vivirán en el lugar y si son compañeros de curso o de trabajo.

En segundo término, explica, "el aval es muy importante, porque los padres financian la etapa universitaria de los hijos. Incluyendo el mes de garantía".

Un tercer punto es despejar si está autorizado sub-arrendar el departamento. Si no es así, lo que corresponde es aclarar que quienes vivirán allí compartirán gastos y que no habrá lucro de por medio.

Un tesorero

Los expertos sostienen que una persona debe ser el tesorero y llevar las cuentas comunes.

"Por ejemplo, ¿la comida será común o cada uno comprará la suya? ¿O habrá un término intermedio? Es clave definir qué gasto es común y divisible y cual no, para evitar futuros problemas", indica Javier Irarrázaval, académico de Ingeniería Comercial de la U. San Sebastián (USS).

El experto plantea que gastos tales como adornos para la habitación, bebidas alcohólicas o la misma conexión a internet, podrían ser separados.

Separar gastos

Ambos expertos coinciden en que la persona que esté en el cargo de tesorero o administrador debe apartar el monto mensual del arriendo del departamento. El consejo es que todos hagan lo mismo con sus gastos respectivos.

Sin embargo, Irarrázaval aconseja evitar tener una fecha específica para todos los pagos. "El tener una fecha específica para los pagos quita flexibilidad a los mismos. En general, las cuentas tienen distintas fechas de pago, así como compras comunes de supermercado y otros", comenta Irarrázaval.

Acuerdo anual

Desde el primer día tenga claro un plan de contingencia, si tiene gastos repartidos y uno de los arrendatarios no pueda seguir pagando. Redistribuir los gastos es ideal, pero mejor si es que tiene un fondo común de emergencia.

"Y ojo si alguien se va de vacaciones y quiere pagar menos por estar ausente. Debe aportar como si estuviera", finaliza Valenzuela.

"Si estamos hablando de estudiantes, el aval es muy importante, porque los padres financian la etapa universitaria de los hijos. Incluyendo el mes de garantía".

Víctor Valenzuela, académico"

"¿La comida será común o cada uno comprará la suya? ¿O habrá un término medio? Es clave definir qué gasto es común y divisible y cual no, para evitar futuros problemas".

Javier Irarrázaval, académico"