Secciones

Multitud entrega último adiós a niños fallecidos en accidente

La comunidad de Ancud se volcó a las calles para acompañar a la familia que perdió a Esteban, Sara y Sabina en el volcamiento ocurrido en la cuesta El Venado de Chonchi el fin de semana.
E-mail Compartir

Nelson Soto Asencio

Más de 2 mil personas acompañaron ayer los funerales de los hermanitos que resultaron fallecidos en el accidente registrado en la cuesta El Venado de Chonchi el sábado último. Esteban (8), Sara (5) y Sabina Soto Ampuero (1), vivían en la Villa Península de Lacuy, del sector alto de Ancud, ciudad que se volcó a las calles para despedirlos.

El cortejo salió desde su hogar a las 14 horas, pero antes cientos de vecinos despidieron a los pequeños, abrazando a los familiares y entregando todo su apoyo, en especial a su madre Maribel Ampuero, quien en todo momento mostró un temple y una fuerza admirable a pesar del dolor de perder sus hijitos.

Los tres féretros fueron puestos en el carro de un camión perteneciente a la Agrupación Social de Camioneros de Puerto Montt, donde el padre (Esteban Soto Sánchez) de los niños es socio. Luego en la salida y ante el asombro de todos Maribel entregó algunas palabras a pobladores que estaban en apostados en su casa.

"Quiero agradecer a todos, los que nos han acompañado en este momento, a la gente que ha venido de distintos lugares, Puerto Montt, Puerto Varas, Punta Arenas, a todos gracias por estar aquí, acompañarme y también a mi familia", aclaró la joven.

Dirigente

En el mismo lugar estuvo colaborando el presidente de la asociación de transportistas de la capital regional, Claudio Vargas, no podía contener la tristeza y a la vez rabia, por la pérdida de los niños de su amigo.

"Él está fuera de peligro y nosotros llevamos un año y medio en la organización. Su hijo colaboraba con nosotros en los eventos y eran muy cercanos a nosotros y nunca lo vamos a dejar solo. La verdad es que los colegas andan reventados trabajando, ya que para las empresas somos números, no personas", lamentó el dirigente.

Posteriormente, el camión con los tres ataúdes, más la madre y familiares que iban arriba comenzaron el traslado hasta el gimnasio del Colegio Seminario Conciliar de Ancud. En el trayecto los vecinos colocaron globos bancos en sus casas en respeto a las víctimas y se vio el llorando a muchas personas que salieron a acompañar el cortejo.

"Que Dios lo tenga en su Santo Reino a estos angelitos", clamaba una vecina que no podía contener las lágrimas de tan irreparable pérdida.

Ya en la Villa Las Artes frente a Altos Caracoles un grupo de alumnos de la Escuela Goleta Ancud esperó la llegada de los niños alzando pañuelos blancos. Luego el cortejo tomó el camino Caicumeo para llegar a calle Errazuriz donde estaba el gimnasio.

Con la presencia del gobernador Fernando Bórquez y el alcalde de la comuna de Ancud, Carlos Gómez, más los alumnos del establecimiento y comunidad en general se realizó el oficio religioso.

Nuevamente las muestras de dolor se hicieron presentes en un recinto donde el pequeño Esteban y Sarita estudiaban en tercero básico y prekínder, respectivamente.

El sacerdote Milton Díaz invitó a los familiares, amigos y los estudiantes a reflexionar sobre la temprana partida de los menores, "que a pesar del dolor están en el Reino de Dios", indicó.

"Esteban, Sara y Sabina, dan consuelo y paz y estos niños entrarán al Reino de Dios. Ellos tenían la inocencia y humildad de un niño y la forma de cómo partimos de este mundo no es lo importante, los niños nacieron del corazón de Dios y volvieron a él. Ellos provocaron un movimiento de amor, o sino cómo me explican que estén ustedes acompañando a la familia", indicó el religioso.

Luego de terminada la ceremonia se realizaron algunos homenajes a los menores, donde parientes y la madre salieron a bailar cueca, ya que Esteban practicaba del baile nacional. Este también fue un momento de recogimiento y emoción.

En la oportunidad, unos primos hicieron un baile que habían preparado para despedir a sus familiares.

En tanto, uno de los tíos, Marcelo Catriñanca, tomó la palabra y destacó las virtudes de sus sobrinos que le han dejado un vacío inmenso a la familia.

"A mi sobrino (Esteban) le gustaba el baile, le gustaba payasear y como lo dije antes de salir de la casa de los niños ojalá nunca los olviden, porque a ellos le gustaba el amor, el cariño, se cuidaban mutuamente", indicó.

Añadió que "esperamos que nadie nunca le pase nada así. Los padres cuiden y quieran a sus hijos. Quiéranse unos a otros, abrácense, ámense, quiéranse, quieran a sus hijos y quieran a sus padres".

A su vez, Maribel Ampuero volvió a tomar la palabra para dirigirse a los presente para destacar las virtudes de sus pequeños.

"Estoy agradecida con todos y mi hijo que me enseñó a ser mamá, cuidaba a sus hermanitas cuando yo salía a trabajar y Esteban siempre fue muy inteligente junto a sus hermanitas. Estoy agradecida por todas las muestras de apoyo", recalcó.

Finalmente, los féretros fueron retirados y el cortejo se trasladó hasta el Cementerio Municipal donde fueron suputados los restos de Esteban, Sara y Sabina ante el inmenso dolor de su madre, seres queridos y la comunidad ancuditana.

"Quiero agradecer a todos los que nos han acompañado en este momento".

Maribel Ampuero,, Madre de los niños fallecidos."

AYUDA

"En este momento la familia va a necesitar mucha ayuda en diferentes ámbitos". Así lo manifestó la presidenta de la Junta de Vecinos Villa Península Lacuy, Vanessa Caimapo, añadiendo que volverán a reunirse con los vecinos para conseguir recursos para la familia. "Vamos a seguir colaborando en todo lo que podamos. Nos volveremos a juntar para realizar otra ayuda y prestaremos colaboración en todo lo que se pueda" dijo. Desde el consistorio local las asistentes sociales trabajan para ver cómo van a respaldar a la madre y al padre de los menores fallecidos en este accidente.

14 horas salió el cortejo desde la casa de la familia donde se veló a los menores.

22 meses tenía apenas la menor de los hermanitos que fallecieron.