tres consejos para revertir una mala relación con los pares en el trabajo
Salude siempre
"La integración es un proceso de respeto mutuo (organización y colaborador) donde es importante establecer requerimientos de socialización formales", dice Santander. Por eso, qué más básico que un saludo cordial durante la mañana o mientras se prepara el café. "Hola, ¿cómo estás?" debe ser su emblema para aprovechar de preguntar a los colegas por la familia, el equipo favorito, el fin de semana o simplemente para empezar de hablar de lo duro o "más relajado" que ha estado el trabajo en los últimos días.
Busque aliados estratégicos
"Identificar cuáles son las instancias clave de interacción formal e informal, luego, coordinar instancias de acompañamiento con algún miembro de la organización que posea competencias blandas en el área de socialización, de manera de que el nuevo trabajador visualice la organización con la mirada de un integrante comprometido, cómodo y conforme con la organización" , aclara Sergio Santander, docente de la UDLA, es una buena forma de llegar de buena forma con sus pares.
El almuerzo es clave
"Ser directo y honesto, enfrentar la situación y preguntar qué pasa. Quizás el trabajador puede haber sido imprudente en alguna situación y ningún miembro del equipo se lo dijo. Nuestra idiosincrasia se caracteriza por ser poco comunicativos respecto a esas cosas", precisa Manuel Cornejo. Por eso, lo ideal es aprovechar la instancia del almuerzo, recomendar un lugar e invitar a los que usted considere más cercanos. Pregunte por su situación e intente arreglar los problemas con un buen plato de comida enfrente.