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Alumnos se niegan a eventual fusión de liceos

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Con una manifestación artística efectuada en la glorieta de la Plaza de Armas de Ancud los estudiantes del Liceo Domingo Espiñeira Riesco se manifestaron en contra de la idea de fusionar el recinto con el Agrícola debido a su baja matrícula.

El grupo escolar llegó ayer hasta el centro de la ciudad portando pancartas en rechazo absoluto a la iniciativa dada a conocer la semana pasada por la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor.

Tomás Sagner, vocero de centro de alumnos del Domingo Espiñeira, señaló que "hasta el momento vamos bien en cuanto a que no queremos que el liceo cambie, que no sea polivalente".

Siempre por la negativa de este recinto y el Agrícola sean uno solo, el lunes hubo una manifestación previa durante el desfile en honor a los Glorias Navales en la ciudad.

"Igual tuvo harta repercusión, ya que la gente estuvo hablando acerca de este tema", dijo Sagner.

director

Asimismo el director del plantel, Miguel Ruiz, llamó a ser "cautos, justos y consecuentes" a partir de este escenario que enfrenta el tradicional plantel. "Le queremos señalar a la comunidad ancuditana que el Liceo Domingo Espiñeira Riesco tiene vida, aún está vivo", calificó.

La fuente enfatizó que existe una tendencia a la disminución de matrícula en la educación pública en general "y por ende, hay una posibilidad a futuro de una probable fusión de establecimientos educacionales".

El directivo manifestó que la vía para evitar una fusión pasa porque la comunidad educativa siga realizando actividades culturales como la de ayer. De hecho, para hoy está prevista la presentación de la Orquesta de la Quinta Zona Naval, a las 17 horas en el mismo liceo, en Almirante Latorre.

rodrigo acuña
rodrigo acuña
liceanos del domingo espiñeira realizaron una batucada.
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Rotarios recordaron gran sismo y tsunami en Ancud

La mayor catástrofe de la historia chilota marcó un antes y un después en la vida de los chilotes.
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Luis Contreras Villarroel

Junto al memorial alusivo construido en piedra cancagua en la ciudad, el Rotary Club de Ancud conmemoró ayer los 58 años desde el gran sismo y posterior tsunami de aquel domingo 22 de mayo de 1960.

La actividad reunió a parte de la institución en la costanera Salvador Allende, donde desde el 2014 existe un monolito que evoca la memoria de las víctimas del movimiento sísmico más grande del cual la humanidad tenga registro: 9,5 en la escala de Richter.

El instante permitió entre los asistentes rememorar cómo el violento terremoto y su gigantesco maremoto marcaron la vida de miles de chilotes cuando el reloj marcaba las 15.10 horas de esa jornada inolvidable.

testimonio

Dinko Hernández, de 51 años, replicó el testimonio de parte de su familia al dar cuenta cómo el mar cobró la vida de sus abuelos maternos en la localidad costera de Quenuir, en la comuna de Maullín.

"Ellos tomaron la decisión de embarcarse en sus lanchas, mis dos abuelos, dos tíos y una tía, lamentablemente sin conocer las consecuencias del terremoto; en la mitad del río Maullín fueron alcanzados por la ola y nunca más se encontraron sus cuerpos", lamentó el rotario.

A su vez, el presidente de los rotarios ancuditanos, José Luis Ramírez, manifestó que "hoy hemos traído una ofrenda floral como recuerdo a esas víctimas que estuvieron en el terremoto".

El directivo argumentó que el objetivo es evidenciar este suceso que marcó un antes y un después en la vida de los chilotes, añadiendo que debido a esta tragedia se levantaron nuevos barrios en la ciudad.

"Producto de eso hay hoy día dos poblaciones que nacieron en difíciles situaciones, como es la Inés de Bazán y la 22 de Mayo, pero con el esfuerzo, empuje y capacidad de resiliencia los ancuditanos pudieron ponerse de pies una vez más", mencionó el dirigente.

El vocero reflexionó frente a la forma en que la comunidad está preparada para hacer frente a una catástrofe natural, como la vivida la madrugada del 27 de febrero de 2010.

Ramírez, quien residía en Curicó, Región del Maule, en ese momento, explicó que "nos encontramos atados de manos producto del golpe, creo que es tal el shock que cuesta mucho reaccionar".

El rotario valoró que se realicen simulacros por terremoto y maremoto en la población, para así tomar conciencia y saber cómo actuar ante una catástrofe de grandes dimensiones.

58 años se cumplieron del terremoto y maremoto del 22 de mayo de 1960.

9,5 Richter fue la magnitud que registró el violento movimiento telúrico.

luis contreras
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depositaron ofrenda frente al memorial del terremoto.
lec
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vista de calle prat con la costanera ancuditana tras el cataclismo de 1960.
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