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Pareja confiesa ataque armado con intención homicida en Castro

Con riesgo vital resultaron las víctimas. Autor material del ilícito quedó en prisión.
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Pedro Bárcena González

Ante el reconocimiento realizado de su participación en el bestial ataque, como por la sorpresiva declaración judicial del autor material de la agresión, una pareja vio rebajada sustancialmente la condena que arriesgaba por la autoría del delito de homicidio frustrado contra dos amigos en Castro.

El carpintero de iniciales V.H.C.O. (39) y a su conviviente identificada como B.I.S.R. (42) estaban expuestos a una pena de 7 años de cárcel por el ilícito que casi les cuesta la vida a Fabián Ñancupillán (25) y Jonathan Cárdenas (20), tras la furiosa embestida en su contra perpetrada el 3 de julio del año pasado.

Las víctimas fueron violentadas después de comprar alcohol de manera clandestina en el domicilio de los convivientes, emplazado en calle Profesor Enrique Miranda de la Población Salvador Allende. Luego de salir del lugar fueron alcanzados por el imputado, quien conducía una camioneta en compañía de su pareja. Los afectados subieron a la máquina y comenzó su pesadilla.

Ñancupillán fue acuchillado por el chofer, pero logró zafarse y pedir auxilio en el Cesfam Quillahue. Mientras que su amigo, quien intentó protegerlo, también recibió múltiples estocadas por parte del piloto. Incluso, la mujer lo sostuvo para facilitar la acción lesiva. Sólo evitó la muerte al saltar de la máquina a un barranco en La Chacra 2.

Los dos imputados aceptaron los hechos de la acusación por lo que accedieron en las últimas horas a un procedimiento abreviado que se realizó en el Juzgado de Garantía de la capital chilota.

De acuerdo al fiscal Luis Barría, esta audiencia se pudo concretar, "ya que ambas personas reconocieron los antecedentes del caso", por lo cual fueron condenados en su calidad de autores del homicidio frustrado.

Lesiones

Esta figura legal no estuvo en discusión y se corroboró por los peritajes médicos que instruyó el titular de la causa, Enrique Canales, quien enfatizó en su momento que las víctimas "no habrían tenido una sobrevida superior a una hora" sin la intervención médica oportuna.

El mayor de los ofendidos sufrió una herida penetrante toracoabdominal derecha complicada, hemoneumotórax masivo derecho, sección del tercer cartílago costal derecho, otra herida transfixiante de diafragma y cúpula hepática, más una lesión penetrante cervical derecha, junto a otra cortante compleja antebrazo derecho y heridas simples retroauricular y de muñeca derecha.

Por su parte, el otro joven resultó con lesiones cortopunzantes complicadas en ambos hemitórax, neumotórax a tensión derecho, neumotórax izquierdo laminar, herida cortante compleja de la palma mano derecha con sección de tendones flexores de dedos índice y medio.

Al establecerse el concurso de la colaboración sustancial, el persecutor invocó una pena de 5 años de presidio para el sujeto que apuñaló a los amigos. Sin embargo, la magistrada Alejandra Varas terminó por imponer una sentencia de 4 años de reclusión efectiva.

Confesión

Como especificó el defensor Juan Manuel Castro, clave para configurar este dictamen fue la declaración en la audiencia de su representado, quien había testificado antes, pero nunca reconocido su participación.

"Como realizó una confesión judicial solicitamos una rebaja por lo excepcional de esta situación, a lo cual accedió la jueza", manifestó el abogado, agregando que también se le abonaron al individuo que tiene antecedentes penales anteriores los 325 días en que permaneció en prisión preventiva.

En tanto, dentro de este dictamen que quedó ejecutoriado, la mujer fue condenada a 3 años y un día, con el beneficio de la libertad vigilada intensiva.

325 días de privación de libertad se le abonarán al sujeto que fue condenado.

$2 millones se incautaron desde el domicilio de los imputados, en el sector de Castro Alto.

12 lesiones, a lo menos, sufrieron los amigos que permanecieron con riesgo vital.

Alumnos aprenden de justicia

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Como una forma de acercar el sistema judicial a la comunidad para que se visibilice la labor de todos los intervinientes, en especial entre los más jóvenes, ayer el cuarto medio del Colegio Cahuala Insular no solo conoció las instalaciones del Tribunal Oral en lo Penal de Castro, sino que también fue parte de un juicio real en sala.

30 alumnos se sumaron a la iniciativa como público interactivo en la sesión por una conducción en estado de ebriedad sin licencia, que más allá de finalizar con veredicto condenatorio, sirvió para ilustrar a los estudiantes las etapas de este tipo de acto procesal.

Según indicó el magistrado Claudio Ayala, "el objetivo es crear una visión más cercana a la realidad de la función de la justicia", permitiendo que los educandos planteen sus inquietudes.

En tanto, la profesora Elizabeth Lange, quien estuvo a cargo del curso, expresó que la actividad "está inmersa dentro de los contenidos de los poderes del Estado. Ya analizamos el marco teórico de la reforma procesal penal y ahora conocimos los roles, por primera vez en un juicio real".