Luis Contreras Villarroel

Una sensación de angustia y dolor ha generado en un joven matrimonio ancuditano una experiencia que habría vivido su pequeña hija al interior de un recinto de educación parvulario en el norte de la Isla.

La pequeña de 2 años y 8 meses habría sido víctima, según los progenitores, de abuso sexual infantil al interior de un jardín infantil dependiente de la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor de Ancud.

Este hecho que caló en el grupo familiar se remonta al pasado 12 de marzo, cuando la niña tras retornar del recinto a su domicilio habría evidenciado una lesión en su zona genital.

De acuerdo a lo explicado por la madre de la menor, este hecho encendió las alarmas, obligando su traslado primeramente al servicio de urgencia del Hospital San Carlos para descartar una posible infección.

"Presentaba fiebre, se hicieron las primeras diligencias, la llevé a urgencia, se le realizaron exámenes de orina, los resultados salieron bien y no tenía infección urinaria", explicó la progenitora.

La mujer indicó que tras este primer diagnóstico, la familia acudió a un médico pediatra de un centro de salud en Ancud, donde el profesional "visualizó una erosión en la vagina y eso provocó el sangrado y la fiebre de la niña, y señaló que una niña la había golpeado en ese entonces, una niña-tía".

La vecina manifestó que tras esa consulta, se trasladó hasta la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de la PDI, ingresando una denuncia por lo que a su juicio constituye un delito de abuso hacia su hija, correspondiendo a una diligencia similar realizada el 15 del mismo mes en el Ministerio Público.

La madre de la pequeña agregó que a continuación ingresó al Juzgado de Familia de Ancud una solicitud de medida de protección a favor de la preescolar.

Luego de este trámite judicial, la pequeña fue derivada el 19 de marzo al Servicio Médico Legal (SML) para someterse a exámenes sexológicos y, más tarde, a peritajes sicológicos en la ciudad de Castro.

"Los resultados del informe se presentaron a la Fiscalía el 30 de marzo, como conclusión la niña había sufrido una vulneración de connotación sexual ocurrida en el jardín", aseveró la denunciante.

Toda esta etapa incluyó el retiro de la niña del plantel hasta donde asistió por espacio de siete días.

A su vez, el padre de la pequeña apeló a la necesidad de que los organismos investigadores realicen las diligencias que correspondan "y además esclarecer este hecho, ver quién realmente le hizo daño a mi hija, y ahora nos interesa el tema de reparar el daño a nuestra hija".

FISCALÍA

Javier Calisto, fiscal jefe del Ministerio Público de Ancud, ratificó el ingreso de una denuncia por parte de los padres de una menor que pertenecía precisamente a un establecimiento de educación parvulario del sistema municipalizado.

"Se está investigando una denuncia presentada durante el mes de marzo, se han efectuado diligencias investigativas y otras que están pendientes", recalcó el abogado.

Calisto mencionó que las diligencias realizadas y por concretar están a cargo de la Brisexme, junto con sostener que se trata de "una investigación desformalizada", agregando que debido a la naturaleza del caso denunciado, el Ministerio Público enfatiza sobre la necesidad de brindar la protección a la menor.

El jurista precisó que en los inicios de los primeros trámites indagatorios "el Juzgado de Familia nos pidió los antecedentes, se los enviamos, e igual hay todo un tema proteccional si uno recalca sobre todo en los primeros meses de estos casos que son siempre complejos".

Sobre este mismo ámbito el profesional del organismo persecutor subrayó que aún se mantienen diligencias pendientes por realizar y que se irán cumpliendo de acuerdo al curso de este proceso indagativo.

MANIFESTACIóN

La acusación por lo que habría configurado un delito de connotación sexual ha encontrado una reacción de respaldo de la comunidad educativa hacia el propio jardín infantil emplazado en el sector Bellavista.

Padres e incluso funcionarias del establecimiento se congregaron el fin de semana pasado en el centro ancuditano para entregar su apoyo cerrado a la dirección del recinto parvulario.

Scarleth Barría, apoderada y exalumna del Jardín Infantil Verde Mar, avaló la "seriedad y responsabilidad" con que por 14 años ha trabajado el equipo humano con menores de edad preescolar.

"Hoy están las mismas directoras, las mismas tías, las mismas inspectoras, y yo por experiencia propia sé cómo es la situación y sé cómo tratan las tías a los alumnos e incluso tengo a mi hija en ese jardín y este año ha andado impecable", argumentó la ancuditana.

Mientras tanto, la directora del plantel municipalizado, Rosa Águila, se mostró tranquila ante el tenor de la acusación que pesa sobre la entidad educativa que encabeza.

"Lógicamente, nosotros estamos seguras que nunca existió un abuso", resaltó la educadora de párvulos.

Águila afirmó que en el Hospital de Ancud "no se encontró nada y cuando hay un abuso los primeros que activan los protocolos es la urgencia".

La funcionaria de la Corporación Municipal de Ancud declaró estar tranquila junto a su equipo de funcionarias "y con el respaldo absoluto de mis apoderados, porque nosotros somos profesionales que estamos hace muchos años entregando educación aquí".

Las decenas de apoderados y el equipo de trabajadores del establecimiento se congregaron en la plaza de armas, el último sábado, para momentos más tarde marchar con globos y cantos en un claro apoyo al plantel que hoy está en tela de juicio.

"La niña habría sufrido una vulneración de connotación sexual ocurrida en el jardín".

Madre de la menor de edad."

"Lógicamente, nosotros estamos seguras que nunca existió un abuso".

Rosa Águila,, directora del Jardín, Infantil Verde Mar."

7 días, según la familia, alcanzó a asistir la pequeña al recinto parvulario.