Consejos para prevenir la adicción a los videojuegos en sus hijos
Dos expertas recomiendan que los escolares no superen las dos horas diarias de juego. Afirman que los padres deben estar alertas a cambios en los hábitos de los niños y que deben revisar el contenido de los juegos.
Michael Seguel P. - Medios Regionales
La adicción a los videojuegos comenzó a ser catalogada esta semana, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como una enfermedad mental. Así lo sostiene el nuevo informe de Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11). En el documento se ubica a esta "adicción" al mismo nivel que la ludopatía, es decir, a la pulsión por las apuestas o juegos de azar.
"Se podría decir que es la heroína digital, porque genera una adicción en el largo plazo en jóvenes y adolescentes", menciona Teresa Arellano, hipnoterapeuta y directora fundadora de Hipnosis Sanadora.
Dado este diagnóstico, La Estrella consultó a expertas sobre tips para que los papás estén alertas si sus hijos comienzan a pasar más horas con la consola en la mano, compartiendo con sus "amigos virtuales", que con personas de carne y hueso.
Ojalá solo una hora
Carmen Gutiérrez, jefa de la carrera de Psicología de la Universidad del Pacífico, recomienda tener especial ojo en los niños de 10 años, porque es allí cuando se "cultiva" la adicción a los videojuegos.
"Si los hijos tienen menos de 10 años, es mejor que jueguen una hora, como máximo. En el caso de los más grandes, esto se puede extender hasta una hora y media o dos horas, pero no más que eso", acota Gutiérrez.
La experta aclara que estos juegos potencian el desarrollo de habilidades neurológicas, por lo que no hay que demonizarlos.
Sin embargo, cuide que sus hijos jueguen después de almuerzo y como máximo hasta las 19 horas, en el caso de los menores de 10 años.
Revise los juegos
Hay títulos para cada edad, de acuerdo a las temáticas y modo de juego. Procure que su compra siga esta clasificación. Hay muchos que pueden ser entretenidos, sin necesidad de ser violentos, sexualmente explícitos o groseros.
"Hay que tener mucho ojo con los juegos en línea o de consola que son 'infinitos', o que tienen etapas interminables. Estos, evidentemente, generan una ansiedad en el jugador que no se detendrá hasta que consiga superar la etapa", recalca Arellano.
Ojo si se enoja
"Cuando esto (el uso de videojuegos) se mantiene en el tiempo, se pueden advertir señales de irritabilidad en el niño", añade Arellano.
Gutiérrez detalla que comentarios como "no quiero" o "déjame tranquilo", son recurrentes respuestas de los menores que ya muestran síntomas de esto.
"Lo peor es que, generalmente, lo dicen de forma desinteresada y ni siquiera mirando a sus padres", expone la misma fuente.
desinterés
Las expertas coinciden en que los padres deben estar muy alertas cuando el niño o adolescente no responde a los llamados de los padres para hacer actividades cotidianas. "Cuando el niño deja de participar en las actividades extraprogramáticas del colegio, se aleja de su deporte favorito o deja de jugar con los amigos del vecindario, es porque hay un desequilibro en las prioridades del niño. Con el tiempo, esto interferirá en sus hábitos, proyectando una posible adicción", detalla la psicóloga Carme Gutiérrez.
Mientras tanto, Arellano plantea que, en una escala superior, "el niño podría dejar de comer o dormir por estar frente a la consola o el computador. Como toda adicción, el jugar se transforma en una necesidad".
"Si los hijos tienen menos de 10 años, es mejor que jueguen una hora como máximo".
Carmen Gutiérrez,, psicóloga ."
"El niño podría dejar de comer o dormir por estar frente a la consola o el computador. Como toda adicción, el jugar se transforma en una necesidad".
Teresa Arellano,, hipnoterapeuta."