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Ambientalistas critican el rol salmonero tras tragedia

Expertos coincidieron en la necesidad de ejercer mayor fiscalización a la empresa para evitar accidentes como el ocurrido en Queilen y otros que se han registrado en Chiloé y la región, como la masiva fuga de salmones al noreste de la Isla.
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Luis Contreras Villarroel

El hundimiento de la barcaza Art-Rigov que cobró la vida de dos trabajadores a escasos metros de uno de los muelles en Queilen, generó duras críticas respecto del rol que le cabe a la industria de la salmonicultura en materia de seguridad laboral y ambiental.

La nave que estaba fondeada en el estero Mechai tenía una carga de 34 toneladas de maxibolones de cemento, la cual prestaba servicios a una empresa ligada al rubro salmonero.

Al momento de hundirse a unos 15 metros de profundidad el navío se precipitó con 2 mil litros de combustible en su interior, siendo el punto que ha valido serios cuestionamientos por organismos protectores del medioambiente.

Si bien la autoridad marítima aseveró que la fuga de hidrocarburo está bajo control, las observaciones no tardaron en llegar apuntando al accionar de la industria y esa estrecha relación con la biodiversidad submarina.

Una de los voces críticas surgió desde Greenpeace Chile que junto con lamentar la muerte de dos personas condenó el accionar de la industria del salmón.

Estefanía González, coordinadora de océanos de la entidad, explicó que "con preocupación vemos que una vez más, protagonista de esta emergencia y tragedia es un buque vinculado con las actividades salmoneras. Lo más grave es que se ha hundido anclado apenas a unos metros del muelle".

La personera cuestionó los estándares de seguridad y falta de fiscalización a la navegación de las embarcaciones en el área.

Cuestionamientos

Mientras tanto, los reparos al sistema que debe salvaguardar la seguridad medioambiental surgieron igual desde Fundación Meri, entidad que trabaja en la conservación y manejo sustentable de los ecosistemas terrestres, dulceacuícolas y marinos.

La investigadora asociada al organismo, Paulina Bahamonde, hizo ver la importancia de "generar voluntades dentro de la industria del salmón, mejorar prácticas y de tener acciones preventivas en estos accidentes, por lo general todos los accidentes son prevenibles".

Bahamonde enfatizó que "de repente caemos un poco en que la legislación chilena no es tan dura por tanto nos conformamos con lo mínimo y la probabilidad de pasar estas tragedias aumentan".

A su vez, el académico y doctor en biotecnología de la Universidad de Los Lagos, Alex González, sentenció que el accidente pudo evitarse y con ello salvar la vida de dos trabajadores.

Con relación al derrame de hidrocarburos desde el estanque de la nave, el profesional mencionó que "se tiene que empezar a monitorear la actividad acuícola o acuicultura desde el punto de vista sustentable".

"Creo que se podría mermar este tipo de incidentes y accidentes y con las consecuencias que trae, el vertimiento de hidrocarburos sobre el mar es una cosa persistente en el tiempo", puntualizó el docente.

Alertas

Asimismo, el experto enfatizó que la alerta debe prenderse por todos los incidentes en que directa e indirectamente se ha visto afectado el territorio insular.

En paralelo a este mortal incidente en la bahía queilina se trabaja en el reflote del wellboat Seikongen, que se hundió hace nueve meses frente a las costas del sector Pilpilehue, en Chonchi, con 200 toneladas de salmones y más de 67 mil litros de combustible. Además, en la misma comuna se cuenta el derrame de más 10 mil litros de pintura antifouling en el río Trainel, el 26 de marzo.

Y si eso fuera poco, el 5 de julio se escaparon más de 600 mil salmones atlántico desde las jaulas de un centro de cultivo de la empresa Marine Harvest, ubicado en la isla Huar. Una masa de peces vivos que podría dejar su impacto en el golfo de Ancud.

Con respecto a este último evento, González recalcó que el salmón "es un depredador muy potente" y considerando la gran cantidad de ejemplares que se liberó tras un temporal, existiría un golpe en el medioambiente insular, en el corto, mediano o largo plazo.

"Estos constituyen peces de nado libre con capacidad de traslado muy grande y se pueden diseminar en varias partes", acotó el académico.

Por su parte, Estefanía González de Greenpeace, manifestó que esta verdadera fuga de lo que considera son "salmones tóxicos" por su tratamiento con antibióticos, "se enfoca a problemas de seguridad y fiscalización de parte de las autoridades".

Agregó la fuente que para contrarrestar estos escenario, "se necesitan respuestas rápidas y severas" de las mismas instituciones.

Pescadores

Los alcances de esta emergencia generan incertidumbre e inquietud en los pescadores. Por ello, se enfocan en las mismas autoridades para que mitiguen el daño por esta situación.

Como enfatizó Rodrigo Aguilar, director de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach) "nos preocupa en especial las consecuencias que el escape masivo de salmones pueda provocar en las pesquerías artesanales, sobre todo porque se trata de una especie altamente depredadora".

Agregó el dirigente que "esperamos que el gobierno tome medidas para prevenir que estos episodios sucedan, poniendo especial atención a la ubicación y las condiciones climáticas a las que quedan expuestas las jaulas de centros de cultivos". Por ello, temen que estos "incidentes" se puedan repetir. en la zona.

Por su parte, Arturo Clément, presidente de SalmonChile AG., indicó en los últimos días con respecto a esta contingencia en isla Huar, que "la empresa ha actuado rápido y con el apoyo de dos wellboats y de varias embarcaciones de pescadores artesanales, donde ha recapturado más de 250 mil peces (vivos) y recuperando más de 30 mil peces (mortalidad). Y según se nos ha informado, el plan de recuperación durará 30 días y esperamos que tenga buenos resultados".

Concluyó que la compañía afectada activó un plan de contingencia para mitigar el impacto que puede tener el escape de peces.

"Se tiene que empezar a monitorear la actividad acuícola desde el punto de vista sustentable".

Alex González,, doctor en biotecnología de la Universidad de Los Lagos"

Cambios

La fuga de salmones, como enfatizó la doctora Paulina Bahamonde de la Fundación Meri, pone en discusión las prácticas de la industria salmonera y cómo afectan al ecosistema de la zona donde opera. "Se trata de una irrupción masiva de peces que no son nativos y que, por lo tanto, inevitablemente producen transformaciones en el medio como el ingreso de nutrientes y enfermedades que no forman parte del frágil ecosistema de las aguas del sur de Chile", acotó la investigadora. Agregó que esta situación genera un "latente riesgo" que estos individuos logren encontrar nichos para reproducirse, sumando que este tipo de evento, "que es recurrente, exige tomar medidas preventivas mucho más eficientes". Por ello, apunta a la empresa a generar cambios para evitar estos accidentes.

"(Escape de salmones) se enfoca a problemas de seguridad y fiscalización de las autoridades".

Estefanía González, Greenpeace"