Luis Contreras Villarroel

Un serio problema sanitario por la presencia de roedores al interior del inmueble gatilló la aplicación de una serie de medidas preventivas a favor de los 130 niños de edad preescolar que concurren a la Sala Cuna y Jardín Infantil Raimapu, ubicado en el sector Salvador Allende en Castro.

La presencia de los ratones, que recién saltó a la luz pública en las últimas horas, quedó al descubierto la mañana del lunes, coincidiendo con el retorno de los menores a las aulas de clases desde sus vacaciones de invierno. El trabajo habitual de las 24 funcionarias se vio alterado cuando constataron la existencia de los animales circulando por las dependencias del edificio.

El primer paso desde la dirección del plantel consintió en comunicar del suceso a las madres de los niños, procediéndose a su derivación a sus domicilios, mientras la Autoridad Sanitaria confirmaba el cierre preventivo a partir de la medida autoimpuesta por la institución.

Una de las apoderadas del plantel, Nathalie Urrutia, contó que "cerca de las 11 de la mañana algunas tías se percataron que dentro del jardín había ratones vivos, entonces ellas empezaron a llamar a los apoderados para retirar a los alumnos, esto sucedió el lunes".

La mujer sostuvo que la primera respuesta que se habría obtenido desde la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) consistía en proceder a clorar el espacio físico, acción calificada como insuficiente por la propia madre.

"Tenemos que buscar las soluciones de raíz, limpiar con cloro no es un solución porque hay que matar a los ratones, me acerqué a la Junji y me dijeron que iban a desratizar", apuntó Urrutia.

fumigación

A partir de este escenario es que se procedió al trabajo de fumigación, junto la instalación de trampas dentro y fuera del edificio de Castro Alto, sumados a la labor de desmalezamiento de todo el perímetro del jardín infantil.

Uno de los asistentes a la reunión informativa realizada la tarde del miércoles por el hecho fue el concejal Jorge Luis Bórquez (UDI), quien junto con interiorizarse del problema de salud solicitó al municipio la destinación del personal para realizar la limpieza y extracción de los matorrales.

El gremialista indicó que "hicimos las coordinaciones con la Oficina (Dirección) Municipal del Medio Ambiente para que hoy día (ayer) vayan a cortar el pasto que está hacia otra calle, porque allí pueden estar los nidos".

El edil sumó que en esta acción se solicitó que se corte el pasto y matorrales aledaños a la propiedad, evitando que la Junji realice el proceso de llamado a licitación y con ello un mayor retraso.

A partir de esta autodenuncia, la Autoridad Sanitaria inspeccionó en terreno las condiciones que presentaba el inmueble y la propia periferia.

Cristián Araneda, jefe provincial de este servicio del Minsal, explicó que "se detectó la presencia de fecas de ratones principalmente en una de las salas y en algunos otros puntos, afortunadamente no dentro de la cocina, y ellos como automedida realizaron una prohibición de funcionamiento".

"Ya el día de mañana (hoy) podrían estar cumpliendo con todas las medidas, nos informaron que desde las 3 de la tarde podríamos realizar la visita para levantar esta medida", concluyó el veterinario.

Desde Junji se excusaron en entregar una versión oficial por la situación, aduciendo que no existe un director regional titular y que la subrogante se halla con licencia médica.