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La "Guerra de los Huesos": insólita confrontación entre dos científicos que buscaron restos de dinosaurios

La lucha de dos paleontólogos dispuestos a todo por superar a su rival dejó muchas heridas y a dos afamados científicos en la ruina, solo por demostrar quién tenía el 'egosaurio' más poderoso.
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Néstor Flores F. - La Estrella de Valparaíso

Encontrar un fósil es el sueño de miles de paleontólogos en el mundo. Ese sueño es dorado si el fósil corresponde a una especia desconocida, jamás vista anteriormente. Muchos son los que cavan y cavan por años para dar con ese hueso pétreo de un animal que vivió millones de años atrás. Pero no para todos el resultado es el esperado.

En 1878, ciento cuarenta años atrás, los estadounidenses Othniel Charles Marsh -paleontólogo, zoólogo y profesor universitario-, y Edward Drinker Cope -paleontólogo, zoólogo, anatomista comparativo, ictiólogo, herpetólogo y profesor- tocaron el cielo del éxito en este tipo de pesquisas. Juntos descubrieron más de 200 animales prehistóricos, casi 140 de ellos dinosaurios.

Un listado veloz les da el crédito de haber hallado los primeros restos de pterosaurus, ichthyornis, hesperornis, apatosaurus y stegosaurus, por parte de Marsh; dimetrodón, camarasaurus, coelophysis y monoclonius, por el lado de Drinker Cope. Además de otras especies, cuyo descubrimiento está asociado a ambos científicos, lo que es solo la punta del iceberg de las controversias que surgieron entre los dos.

En sus inicios, ambos estudiaron en universidades de Estados Unidos, pero para desarrollar mejor su trabajo paleontológico se especializaron en universidades alemanas. Marsh, aunque nueve años mayor que su eterno archirrival, siempre demostró gran admiración por Drinker Cope. Este último, a su vez, observó siempre el trabajo de Othniel y lo usó como referencia del éxito que deseaba lograr. De ese modo, todo iba bien en sus trabajos paralelos hasta el año 1878. En ese momento, 47 años tenía el mayor y 39, el menor de ellos.

Pero antes de esta guerra, los dos eran muy amigos. Se habían conocido en Berlín en 1864. Lo más irónico fue que en esos primeros meses de camaradería incluso nombraron especies en honor del que luego sería su enemigo intelectual. En eso estaban cuando, sin darse cuenta, eran los buscadores de huesos más famosos de Estados Unidos y, de igual manera, los más destacados del mundo.

teorías

Sin embargo, había una gran diferencia que los distanciaba irrestrictamente: mientras Cope creía en el neolamarckismo, teoría evolutiva medio siglo previa a la darwiniana, Marsh era devoto de la segunda.

Pero esta desavenencia fue secundaria a la hora de declararse la guerra. Y dos fueron los motivos que se alzan como los que gatillaron el odio. El primero sucedió cuando ambos salieron de expedición a varios lugares en los alrededores de New Yersey. Aun trabajando como equipo, el team Cope-Marsh ocupaba a los mismos operarios en las faenas de excavación, pero en labores divididas.

Marsh, en secreto, dio por adelantado dinero extra a los excavadores a cargo de Cope, para que le llevaran a él primero cualquier fósil que encontraran. Esta treta fue descubierta por Cope, quien en represalia desacreditó el trabajo de Marsh en una publicación posterior. De vuelta, Marsh hizo lo propio en una revista del medio.

Estos ataques a través de la prensa, publicaciones universitarias y de museos, y de varias revistas, siguió por bastantes meses.

El segundo de estos eventos fue el más dramático. Cope había reconstituido el esqueleto de un plesiosaurio -un elasmosaurio, para ser más exactos-. Pero dado que se trata de una especie que tiene el cuello exageradamente largo, el paleontólogo de Florida asumió que se trataba de la cola. Y puso el cráneo en la última vértebra, y no en la primera cervical. Esto fue motivo inmediato de burla de parte de Marsh y la declaración final de guerra absoluta.

La reacción de Cope fue 'invadir' Kansas y Wyoming, tierras asignadas tácitamente al perímetro de excavación y estudio de Marsh. Además -según él sin saberlo-, Cope contrató a trabajadores de Marsh para un par de expediciones en Fort Bridger.

Luego, Cope dijo haber descubierto varias nuevas especies que ya habían sido ordenadas por otros científicos, lo que provocó nuevas ironías de su rival, quien sí había encontrado nuevos animales. Para devolver el golpe, Cope propuso una nueva forma de clasificar a los animales del Eoceno, dejando fuera del estudio a todos los descubiertos por su antagonista.

menos aportes

En un momento de la 'Guerra de los Huesos', las universidades y mecenas que financiaban las expediciones de estos dos grandes buscahuesos decidieron disminuir sus aportes, pues estimaron que más pagaban una lucha de egos que un sistemático aporte a la biología.

Yale, el 1873, pagó el último viaje de Marsh. Una situación similar sucedió con Cope y la Universidad de Pensilvania. Pero tanto Cope como Marsh no dieron pie atrás en la batalla, a pesar de las circunstancias, y trataron de sostener ritmo expedicionario recurriendo a sus propias riquezas, en un comienzo. Y a los pocos ahorros que les restaban, años después.

Antes de que ambos fallecieran -Cope en 1897 y Marsh en 1899-, ambos estaban muy empobrecidos. Aunque se puede decir que esta 'guerra' la ganó Marsh. Inicialmente, por ser el primero en postular que las aves provienen de los dinosaurios y, segundo, por descubrir 80 especies nuevas de dinosaurios, contra 56 de Cope.

En general, nadie discute que el legado de este dúo es innegable, así como el título compartido de los paleontólogos más afamados de la historia. Para afirmar este podio, basta afirmar que de esos casi 140 dinosaurios descubiertos, la mayoría fue en Norteamérica, zona donde, antes de la presencia del team Cope-Marsh, solo se habían encontrado nueve especies.