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Justicia acredita tres ataques sexuales contra niñitas en comunas chilotas

La declaración de las víctimas fue crucial para sustentar los cargos.
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Pedro Bárcena González

Confirmando que constituyen la problemática delictiva que más llega a juicio en el Tribunal Oral en lo Penal de Castro, en apenas cuatro días se registraron tres audiencias resolutivas. En todas se acreditó responsabilidad de los acusados por aberrantes ultrajes contra menores de edad.

En la causa más reciente, durante la jornada de ayer la sala presidida por la magistrada Angélica Monsalve condenó por abuso sexual infantil continuado a un obrero, por las agresiones contra su hijastra, las cuales se extendieron por cerca de tres años al interior del inmueble que compartían en la población Casamar de Ancud.

Decisión

Como explicó en el dictamen la jueza, los hechos se produjeron "en fechas indeterminadas entre el 2013 y 2015", cuando el imputado aprovechando que se encontraba solo con la niña, que recién se empinada por sobre los 10 años, "procedió a realizarle tocaciones de connotación sexual por sobre la ropa".

El fiscal Javier Calisto, quien había invocado inicialmente 8 años de cárcel al estimar que el delito era reiterado, con la resolución terminó solicitando 5 años de presidio efectivo. Una pretensión que compartió la abogada querellante, Karen Gómez, del Programa de Reparación y Justicia, quien al inicio del juicio sostuvo una petición de 10 años de reclusión.

El quántum se basa en la calificación del daño sufrido por la víctima, como también colocando en la balanza que el ilícito es continuado, que el condenado tiene irreprochable conducta anterior y que se desechó la agravante de cometer el delito estando al cuidado de la ofendida.

El fiscal enfatizó que "quedó acreditado lo dicho por la menor, quien declaró en la sala especial del tribunal por los hechos que ocurrieron dentro de una dinámica familiar, ya que el autor fue el padrastro".

Además, la fuente aclaró que la develación del caso ocurrió el 2016, cuando la menor le contó su pesadilla a una sicóloga que la trataba por un cuadro depresivo.

Justamente, estos episodios habrían sido gatillados por estas agresiones sexuales. Así lo describió la querellante, explicando que su representada presenta sintomatología importante por estos hechos.

"Según la sicóloga, la afectación sigue latente, ya que siente desprecio al género masculino, tiene agresividad, se irrita fácilmente, todo como consecuencia por el rencor que guardaba por lo sucedido", acotó Gómez.

En tanto, la defensora Fernanda Molina invocó 3 años y un día de libertad vigilada intensiva, argumentando un principio de proporcionalidad y presentando informes sociales y sicológicos para sustentar este beneficio. La sentencia definitiva se conocerá este domingo.

Queilen

En tanto, el lunes el mismo tribunal condenó al sujeto de iniciales P.A.V.A. por un episodio de abuso sexual impropio contra una niñita de apenas 9 años, ocurrido en invierno del 2015 en Queilen. La víctima estuvo de visita en la casa del imputado, quien la habría ultrajado en su dormitorio.

Como especificó el fiscal de la causa, Enrique Canales, solicitó una pena de 4 años de presidio contra el condenado, "quien tiene irreprochable conducta anterior y que quedó a la espera de un informe del CRS (Centro de Reinserción Social de Gendarmería) para que el tribunal evalúe aplicar una pena sustitutiva".

El defensor Rodrigo Zamorano añadió la atenuante de colaboración sustancial -el abogado del persecutor se opuso a esta precautoria porque el imputado negó los hechos-, para sustentar una sentencia en el medio libre. "Pedimos 541 días de libertad vigilada intensiva", concluyó.

El fallo se entregará este sábado.


Fiscal Alegría: "Se acogió la petición de pena efectiva"

Al ponderarse la existencia de la atenuante de la irreprochable conducta anterior, un anciano que arriesgaba 5 años de presidio por abusar a una niñita en Quellón fue sentenciado a 3 años y un día de reclusión. Eso sí, la pena decretada por el Tribunal Oral en lo Penal de Castro es efectiva.

La fiscal Karyn Alegría recalcó que debido a esta aminorante no se pudo imponer el máximo de la pena, aunque se desechó la libertad vigilada intensiva. "Nos opusimos a esta aminorante de manera tenaz, nuestros argumentos fueron reconocidos y se acogió la petición de pena efectiva", aclaró.

Además, la persecutora valoró el testimonio de la víctima, quien tenía apenas 4 años al momento de comenzar a sufrir las agresiones, que se habrían extendido entre el 2003 y el 2011, al interior de su casa en el sur de la Isla, justo cuando venía de visita el hoy sentenciado de 66 años, proveniente desde Puerto Montt.

En tanto, el defensor Carlos Gatica adelantó que "recurriremos de nulidad" en el tribunal de alzada, explicando que el delito no se puede acreditar solo con el relato de la víctima.

10 años de cárcel pidió la querellante de forma inicial por el caso de Ancud.

2015 ocurrió el delito en la casa del imputado en Queilen, tras una visita de la menor.