Pedro Bárcena González
En una resolución pocas veces vista en la jurisdicción, en la cual se logró acreditar tres episodios de agresiones, un agricultor fue condenado por su responsabilidad en el delito de violación en carácter de reiterado contra un niño. Con este dictamen, el sujeto arriesga tres penas de 8 años de cárcel.
De forma unánime la sala presidida por el magistrado Claudio Ayala determinó en el juicio realizado en el Tribunal Oral en lo Penal de Castro que el acusado de iniciales A.H.M.G. (56) atacó sexualmente a la víctima desde que ella tenía apenas 6 años.
En su veredicto, entregado en las últimas horas, los sentenciadores expusieron que el campesino, pareja de la abuela del menor, procedió a efectuar tocaciones y violar al pequeño entre los años 2009 y comienzos del 2013 en dos domicilios de Curaco de Vélez. Los ultrajes continuaron entre el 2013 y el 2015 en una vivienda de Chonchi, para extenderse después hasta el 2016 en Calbuco.
Los jueces para llegar a la convicción de la autoría de este hombre de campo valoraron especialmente el relato del niño, quien declaró en la sala especial del tribunal. A ello, "se sumó el testimonio de testigos y la prueba pericial que permitieron desvirtuar la presunción de inocencia del acusado", indicó Ayala.
A su vez, el encartado fue absuelto de los cargos que enfrentaba por los delitos de abusos impropios reiterados.
La decisión global por este juicio fue valorada por el fiscal Luis Barría, quien considerando el concurso de una atenuante objetiva -irreprochable conducta anterior- invocó un total de 24 años de presidio.
"Estamos satisfechos con el resultado, condenatorio por violación reiterada, por tres hechos diversos en distintas épocas, por eso solicitamos tres penas de 8 años de cumplimiento efectivo", explicó el persecutor.
Análisis
En cuanto a la absolución, el representante del Ministerio Público indicó que esperará la entrega del fallo para analizar los argumentos de los jueces. Eso sí, estimó que lo más probable es que se consideraran los abusos dentro del mismo contexto y dinámica de agresión que las violaciones.
Por su parte, el defensor particular José Miguel Devilat solicitó a los magistrados que se dicte una pena única, arguyendo "la existencia de la atenuante y que no se estableció el número de delitos". Además, resta valor a la extensión del mal causado.
"El daño no está establecido, no se entregan los parámetros para determinar la gravedad de este daño. (El niño) No fue sometido a una terapia especial por este ilícito", señaló el profesional en sus alegatos.
Asimismo, el abogado recalcó que la sanción puede verse aumentada en un grado por la reiteración, pero aplicarse en el mínimo. Es decir, el quántum al que apuesta es de 10 años y un día de presidio. Todo se definirá el sábado cuando se entregue la sentencia de los magistrados en el tribunal castreño.
Daño
Uno de los puntos que sustentan la pretensión punitiva del fiscal Luis Barría es la extensión del mal causado contra el menor. Una pesadilla que se extendió por casi la mitad de su vida. El abogado persecutor resaltó que la víctima "sigue en tratamiento por el daño sufrido, un proceso de reparación que se extiende desde el 2016, año en que develó lo sucedido en la comuna de Calbuco".