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'Virus de los matorrales' suma treintena de casos en Chiloé

La ciencia pensaba que la enfermedad era propia del Asia-Pacífico, donde mata a unas 140 mil personas al año, pero inexplicamente está presente en la zona, con cuadros reportados desde 2006. Ninguno de ellos ha sido fatal.
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Carolina Larenas Faúndez

Cerca de una treintena de casos se ha diagnosticado en la provincia desde que en 2006 se detectó el primer caso en América del 'tifus de los matorrales', en Chiloé. Claro que recién en 2016 se publicó un estudio en New England Journal of Medicine que corroboró la presencia de la bacteria Orientia (o Rickettsia) tsutsugamushi en el país, noticia que dio la vuelta al mundo. Antes se había descrito solo en la zona de Asia-Pacífico.

Esta enfermedad que causa un millón de casos clínicos al año, con unas 140 mil muertes, se trata de una infección producida por una parásito intracelular que genera un cuadro febril grave. En Chile no solo se ha presentado en la zona norte de Ancud, donde se descubrió fuera de su área habitual, sino que también en otras partes de Chiloé y el continente.

Incluso, como parte del estudio apoyado por el Fondecyt y dirigido por Katia Abarca, docente de la Pontificia Universidad Católica, los investigadores lograron ubicar los ácaros que producen la enfermedad en ratones capturados en áreas rurales del norte de la Isla.

En el marco del desarrollo del XVIII Congreso Nacional de Médicos Generales de Zona que se realizó en Castro recientemente fueron presentados los resultados de esta investigación y también los hallazgos que se han producido tras su publicación.

Thomas Weitzel, infectólogo de la Clínica Alemana de la capital y profesor de la Universidad del Desarrollo, formó parte de los expositores de este encuentro al que se sumaron más de 400 profesionales de distintos puntos del país.

"Esta es una infección zoonótica y la transmisión es por pequeños ácaros o esta fue nuestra sospecha porque fue el cuadro de la infección conocida en regiones de Asia. Esa fue la sensación que encontramos por primera vez afuera de Asia (y Oceanía), no sabíamos mucho los mecanismos de transmisión", reconoció el experto en medicina tropical.

Además, expuso que "la infección afecta a gente que está en contacto con la naturaleza, contacto con vegetación, con leña, y encontramos los primeros casos de gente que se infectó haciendo trekking, camping o pescando".

En este sentido, el investigador indicó que desde que en 2016, cuando se publicó internacionalmente la investigación, "tenemos muchos más casos en Chiloé, pero igual tenemos nueve casos continentales: la mayoría de los casos son cerca de Chiloé, pero tenemos también uno cerca de Coyhaique (Aysén) y uno en Los Ángeles (Bío Bío)". Ningún paciente ha fallecido en el país.

ácaros

Junto con ello, Weitzel explicó que "encontramos los ácaros en ratones en zonas de Ancud. Buscamos en zonas en las que pensamos que los pacientes se infectaron, buscamos con trampas ratones y los encontramos".

Además, relató que "la identificación exacta de los ácaros es muy difícil y tenemos alguien en Chile que trabaja exclusivamente el ácaro y ella está trabajando en eso, a primera vista serían del mismo grupo (que los casos de Asia). Es la primera vez que alguien busca y encuentra estos ácaros en Chiloé. Los encontramos en diferentes ratones".

Si bien expresó que se trata de un trabajo que está en proceso, "más y más pensamos que la bacteria que tenemos es un tipo diferente a la bacteria en Asia, es la misma Orientia, pero quizás es otra especie, nosotros pensamos que es una enfermedad que ya existía en Sudamérica".

Dentro de la investigación que se encuentra en desarrollo, el equipo de trabajo está tratando de cultivar la bacteria para posteriormente poder describir, analizar la cepa y compararla con las cepas presentes en el "triángulo tsutsugamushi" una extensa zona de Asia y Oceanía, a unos 12 mil kilómetros de Chiloé.

"Es una infección peligrosa por una rickettsia, una bacteria intracelular que causa un cuadro febril".

Thomas Weitzel,, experto en medicina tropical, de la Clínica Alemana."

Síntomas

Cuadros febriles agudos, cefaleas, mialgias, conjuntivitis en algunas ocasiones, además de una escara negra similar a una picadura de una araña o quemadura, son los síntomas que evidencia el tifus de los matorrales en los pacientes.

"Lo más importante y que los médicos saben es que tienen que usar un tipo de antibiótico que normalmente mejora la situación de un día a otro, es una respuesta muy rápida", afirmó el infectólogo Thomas Weitzel. Agregó que en el último tiempo no solo de han diagnosticado a personas que residen en Chiloé, sino que han visitado la zona y han tenido contacto con la naturaleza.

2016 fue publicado un estudio en el que se describió por primera vez en Chiloé la enfermedad.