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Fiscalía invoca 20 años de cárcel para acusados de ultrajar a niñita en Ancud

Comenzó el juicio por abuso sexual y violación que se habría registrado en Coipomó.
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Pedro Bárcena González

Reflejando aristas inéditas dentro de las causas por delitos sexuales en la provincia, desde ayer se realiza un juicio por los presuntos y sistemáticos ultrajes sufridos por una niñita de apenas 9 años en el sector rural de Coipomó, comuna de Ancud. Dos sujetos, desconocidos entre sí, son los acusados por estas agresiones, arriesgando cada uno un total de 20 años de cárcel.

La pesadilla que acusa la familia de la víctima se remonta al verano del 2017, cuando estos imputados supuestamente habrían atacado sexualmente a la menor. Dos predios colindantes a la casa de la afectada serían los escenarios apuntados como los sitios del suceso. Dos parcelas en que jugaba la pequeña y donde habría sido violentada.

En prisión preventiva afrontan esta audiencia, en el Tribunal Oral en lo Penal de Castro, el agricultor de iniciales L.A.A.N. (59) y el obrero individualizado como A.S.F.R. (67). Se les sindica participación en calidad de autores de los delitos de abuso sexual y violación impropia, ambos en carácter de reiterados. Penas de 7 y 13 años de presidio invocaron en su contra, respectivamente por esos ilícitos.

Tal como explicó el fiscal Javier Calisto, quien instruyó la indagatoria, este es un "caso especial" al existir dos agresores distintos y una víctima, por hechos múltiples concentrados entre enero y febrero del año pasado.

El persecutor recalcó que la base probatoria se enfocará en el testimonio de la escolar, añadiendo que se comprobará que el menor de los imputados -vecino de la familia de la ofendida- "llevaba a la niña a su casa y por medio de la seducción procedía a las agresiones". Unas acciones impropias, como explicó, que se repitieron durante ese verano.

Por el otro encartado, el abogado también destacó en sus alegatos que existirá evidencia consistente para acreditar su responsabilidad. Eso sí, aclaró que "estos hechos se produjeron en otro lugar de Coipomó". El campo de los pensionistas de este trabajador, ubicado cerca de la vivienda de la pequeña, aparece como sector de los hechos.

Por su parte, la abogada querellante Karen Gómez calificó este caso como "una agresión de tal magnitud que escapa a nuestra imaginación". Agregó que la develación se produjo por las conductas sexualizadas que evidenció la víctima y que fueron detectadas por su madre, quien interpuso la denuncia.

A su vez, la profesional aseveró que existe un testigo de la misma edad que la pequeña, con quien jugaba por el campo, quien habría observado las tocaciones, tanto en la casa del vecino, como donde se alojaba el otro acusado.

"Todos estos hechos han interferido en el normal desarrollo físico y sicológico de la menor", acotó la jurista del Programa Reparación y Justicia, insistiendo que existe prueba que demuestra la afectación emocional que ha sufrido la niña.

Defensa

En tanto, los defensores invocaron la absolución para sus representados. Andrés Firmani, quien representa al agricultor, señaló en sus alegatos que la prueba "es escuálida, débil" y que solamente se sustenta en la versión de la niña. Y también cuestiona la declaración de la menor.

Otro punto que rechaza el abogado particular es el peritaje forense, aseverando que adolece de profundidad para sustentar eventuales lesiones sexológicas.

En tanto, el defensor penal público Filippo Corvalán, quien representa al otro encartado, manifestó que este "no estuvo en Coipomó en la fecha de estos hechos". Aseguró que hasta diciembre del 2016 habría permanecido en Ancud por razones laborales, tras lo cual retornó a Puerto Montt.

En cuanto a los presuntos abusos sexuales, el profesional manifestó que "este delito fue agregado maliciosamente para aumentar la pena que arriesga mi cliente".

Testimonios

Los dos acusados prestaron declaración en estrado ante la sala presidida por el magistrado Claudio Ayala. Como indicó el agricultor y vecino de la afectada, solo conocía a esta menor y a su amigo, quienes iban a su casa. "Nunca pensé que me acusarían", dijo, sosteniendo su inocencia de las imputaciones.

En cuanto a un incidente que habría gatillado la denuncia, reconoció que tocó las rodillas de la menor, "cuando se tiraron a abrazarme (los infantes)".

En tanto, el obrero sostuvo que fue invitado a la parcela de sus pensionistas. "Nunca tuve contacto físico con la niña, en todo momento estuve acompañado con los dueños (del campo)", acotó, sumando que sus visitas al lugar fueron en diciembre del 2016.

"Una agresión de tal magnitud que escapa a nuestra imaginación".

Karen Gómez,, abogada querellante."

468 días permanecen en prisión los acusados, tras la formalización en su contra.

9 años tenía la niña al momento de ocurrir estos hechos, en el verano del 2017.