Guía para reconocer si usted o algún compañero de oficina es trabajólico
Son los típicos trabajadores que se quedan hasta tarde en la pega , aunque no exista una emergencia clara, y que siempre tienen una excusa para seguir conectados a su labor. Expertos dan tips para enfrentar estos casos.
Michael Seguel P.
Pensar en el trabajo todo el día es un mal que puede afectar a alguno de sus seres queridos, o a usted mismo. Se trata de los trabajólicos, que son aquellas personas que se pierden muchas actividades sociales y familiares por sus labores en la oficina y que, incluso cuando no están allí, siguen de alguna forma conectados.
La psicóloga de Grupo Cygnus, María Alicia Uribe, dice que lo recomendable actualmente es que "las personas no se queden hasta tarde y cumplan con sus funciones dentro del horario de trabajo".
Ya que, a diferencia de lo que muchos trabajólicos puedan pensar, estar siempre conectado puede hacer trabajar más mal, y empeorar los resultados.
Quieren hacerlo todo
Un síntoma de un trabajólico es alguien a quien le cuesta mucho decir "No" cuando le ofrecen asumir más responsabilidades de las que puede manejar. Explica que aceptan estas cargas "sin medir cuánto se va a demorar o no saben decir que 'No' y asumen compromisos sin saber si van a poder cumplirlos".
La psicóloga enfatiza que esto es clásico en personas que no son capaces de aprovechar el horario de trabajo para terminar con sus labores de la oficina. Peor aún, se llevan además el trabajo para la casa.
Se van tarde
Para María Jesús García-Huidobro, gerenta de Marketing de Laborum.com, otro síntoma de un trabajólico es que siempre se van más tarde que sus compañeros de trabajo.
"Es importante fijarse en ciertas actitudes que manifiesta durante su jornada laboral. Por ejemplo, las más notorias son llevarse el trabajo para la casa o extender su horario, quedándose constantemente después que el resto de sus compañeros, para terminar pendientes o adelantar trabajo", apunta García -Huidobro.
Ponen excusas
Uribe plantea que otro síntoma de un trabajólico son las excusas que da para asumir nuevas responsabilidades.
"Estas personas no toman la iniciativa para regular su comportamiento. Siempre tienen buenas excusas", dice Uribe.
Ojo con las frases "tengo que adelantar trabajo" y con los frecuentes "es que estamos en el peak de trabajo del año", sobre todo si este se suele repetir.
La ayuda
Si reconoce estas señales en algún compañero de trabajo o en usted mismo, la recomendación es ofrecer ayuda en el primer caso y buscarla en el segundo. Preguntarle por su familia o lo que hizo el fin de semana favorecerán que hable de otros temas.
La psicóloga y académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Andrés Bello, Andrea Squadritto, informa que "llevarlo a almorzar a un lugar diferente y estar pendiente de él es una alternativa que poco a poco lo puede hacer consciente de su situación".
impresionar a los jefes
Uribe plantea que algunas personas empiezan a desarrollar comportamientos trabajólicos para impresionar a sus jefes. El problema, sostiene la experta, es que esto sólo puede funcionar por un tiempo breve.
"Si lo que quiere es demostrar que puede entregar más o ser mejor de lo que la jefatura espera, no es una situación sostenible en el tiempo. Es muy probable que en algún momento colapse", acota.
Añade que "si bien es importante que los colaboradores demuestren preocupación y atención por el entorno en el que se desarrollan laboralmente y por las tareas que realizan a diario, hay que mantener un equilibrio", recalca García-Huidobro.
La familia
Si su pareja o familiar se vuelve trabajólico, no está todo perdido. Dentro las cosas que puede hacer, según las expertas, es recordarle frecuentemente que tiene familia. No se trata de retos o discusiones, sino de simples gestos: una llamada por teléfono mientras va en el auto, micro o taxi camino a la casa, pueden ser acciones útiles.
Usar las redes sociales: una frase o foto de la familia por WhatsApp o una historia de Instagram, son otras alternativas.

