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Cómo disfrutar 'Noche de Brujas' sin pesadillas ni dolores de guata

Prefiera materiales no inflamables tanto en la máscara como en el disfraz. Si quiere aplicar maquillaje, revise que este no provoque irritación en la piel. Ojo con la vestimenta: no debe limitar la movilidad de los niños.
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Michael Seguel P. - Medios Regionales

Disfraces, máscaras, maquillaje y muchos dulces son parte del paisaje que desde hace ya un par de décadas puede verse la noche del 31 de octubre en muchas ciudades del país.

Sin embargo, la "Noche de Brujas" puede convertirse en un problema si los niños tienen algún accidente con su disfraz, si terminan con indigestión por comer muchos dulces o si algo los asustó y tienen pesadillas.

Así que ponga atención a los elementos que debe tener en cuenta para evitar tener una noche "de terror" este Halloween.

La máscara

Una parte importante del disfraz es la máscara. Para el académico y coordinador del Departamento de Química de la Universidad Andrés Bello de Viña del Mar, Yanko Moreno, es importante el material y la visualización que permita la máscara para no pasar malos ratos.

"Si va a usar una máscara intente fijarse bien en que no obstruya la visión del niño", subraya.

Explica que "las máscaras deben tener orificios de buen tamaño y ubicarse cerca de la boca y nariz para que el niño pueda respirar fácilmente".

Moreno añade que lo ideal es mantenerse alejado de los materiales inflamables. "No hay que escoger las máscaras que cuando los niños se las ponen y respiran se pegan a la cara", detalla.

¿Qué pasa con las pelucas? El experto recomienda buscar las que están hechas de materiales resistentes al fuego tales como el nailon o el poliéster.

Ojo, al comprar pelucas y máscaras fíjese también en que tengan la etiqueta que indica claramente la edad para la cual está destinado el disfraz y las advertencias de seguridad relacionados con el producto.

Y no olvide comprar productos autorizados en que sus compuestos y materiales estén detallados en español.

El Maquillaje

Los padres deben fijarse en que el maquillaje de los disfraces no sea tóxico. Moreno plantea que "cuando un disfraz incluya maquillaje, trate de probar los productos con anticipación, aplicándolos en una pequeña zona de la piel del pequeño, para asegurarse de que no tenga ninguna reacción adversa a los químicos".

También debe fijarse en que el etiquetado del maquillaje no marque niveles altos de cadmio, mercurio o plomo. "Son elementos pesados de fácil absorción en la piel", enfatiza Moreno.

Los disfraces

Para la vestimenta de Halloween, lo ideal es preferir los colores vivos y que ojalá tengan algunas partes o líneas reflectantes para que los padres puedan distinguir con más facilidad a los niños en la oscuridad.

Trate de evitar los disfraces que incluyan objetos puntiagudos como espadas o bastones, porque podrían propiciar accidentes.

El secretario regional ministerial subrogante de Salud de la Región Metropolitana, Omar Cáceres, menciona que un aspecto que los padres no suelen tomar en cuenta, pese a que deberían hacerlo, es la rotulación del disfraz.

"La rotulación debe estar con letra de tamaño legible, en español y la información entregada debe ser clara y no incurrir en contradicciones", enuncia.

También evite el uso de ropa muy amplia, como capas, vestidos o mangas anchas, para reducir el riesgo de volcar velas o de toparse con otras fuentes de combustión.

Tampoco es conveniente usar disfraces que limiten la movilidad de los niños. Por ejemplo, disfraces sin brazos, porque no permitirán apoyarse si tropieza.

Las pesadillas

Para Luis Pino, psicólogo y académico de la Universidad de Las Américas, solo para una "minoría" de los niños los disfraces en esta fecha podrían provocar episodios de terror, por el "tipo de crianza. Es decir, que se relacionen constantemente con hechos de violencia dentro y fuera del hogar".

Por el contrario, el profesional suma que es una fecha que se podría aprovechar para enseñar a los niños.

"Es positivo porque se hacen parte de una fiesta. Se toma una mitología que se lleva a un nivel amigable. Algo terrorífico se lleva a un nivel de lúdico o pedagógico", evalúa, acotando que disfrazarse frente a su hijo es una opción para que no se asuste en esta fecha.

"Las máscaras deben tener orificios de buen tamaño y ubicarse cerca de la boca y la nariz para que el niño pueda respirar fácilmente".

Yanko Moreno,, académico de la U. Andrés Bello."

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Regular cuántos dulces comen los niños

El dentista Cristián Venables dice que lo primero es racionar la cantidad de dulces, chocolates o galletas que los niños comerán durante la noche y los días siguientes, para evitar dolores de estómago y pataletas. Para que el menor "no se frustre" debe saber "lo que va a poder consumir durante estos días. Esto es independiente del niño, porque hay algunos que lo entenderán, otros que harán una pataleta, y ahí es donde se debe marcar la autoridad de los padres", apunta. La porción no deberá superar los 100 gramos por día.


No olvidar lavarse los dientes

Venables plantea que aunque después de Halloween vienen dos días feriados -el 1 y 2 de noviembre- se debe prohibir que los niños dejen de lavarse los dientes. "Es obligación lavarse los dientes. Van a estar trabajando las bacterias sobre un material de azúcar y podrían aparecer las caries", dice.

Ahora, si el niño se queda dormido "los papás pueden introducir el cepillo húmedo sobre la pieza dental. La idea es que el niño se saque los restos de comida" de la boca, recalca.


Respetar las horas de sueño

En cuanto a las horas de sueño, el psicólogo y académico de la Universidad de Las Américas Luis Pino explica que se debe fijar una hora prudente para ir a dormir. "La idea es que si van a salir a la calle, lo hagan entre una hora a hora y media, y después lleguen a la casa a comer dulces y dormir", dice el experto.

En "situaciones excepcionales en que están con su familia, pueden jugar, pero ojo, los dulces pueden hiperactivar a los niños", recalca el profesional.