Pedro Bárcena González

Por casualidad, justo cuando fue a visitar a su hermano en la Segunda Comisaría de Carabineros tras haber caído por no presentarse a cumplir una reclusión nocturna, una joven fue aprehendida por su responsabilidad en el ataque perpetrado contra su padre. Una agresión que reconoce y por la cual está en prisión preventiva. Embestida que terminó por costarle el ojo derecho a la víctima.

Por más de un mes la isleña de iniciales P.C.G.T. (27) estuvo siendo buscada por la policía, debido a su participación en el incidente registrado el 28 de octubre pasado al interior de su vivienda, emplazada en la población Cardenal Silva Henríquez.

En el inmueble, en medio de una ingesta alcohólica, la trabajadora habría propinado al menos tres estocadas a su progenitor de 66 años. Dos se concentraron en la espalda y otra le atravesó el ojo.

Desde ese instante se instruyeron diversas diligencias, las que fueron realizadas por personal de la Brigada de Homicidios (BH) de Puerto Montt, con apoyo de los detectives locales. Una orden de entrada, registro e incautación de especies en la vivienda donde ocurrieron los hechos, como el requerimiento de captura se sumaron a estas pesquisas.

Así lo confirmó el fiscal Luis Barría, añadiendo que los antecedentes policiales se sumaron al informe del Servicio Médico Legal (SML) para acreditar que el afectado sufrió lesiones que podrían haberle costado la vida.

"Sin atención médica pudo haber fallecido", acotó el persecutor sobre el estado del adulto mayor que fue internado en el Hospital Augusto Riffart, pero que ya se encuentra de alta.

Con la detención de la mujer, ocurrida la tarde del viernes, se procedió ayer a formalizar la indagatoria en su contra en el Juzgado de Garantía castreño.

En la audiencia, el persecutor encausó una indagatoria por el delito de parricidio frustrado contra la chilota, invocando la prisión preventiva. Sus argumentos: "Se considera la gravedad del delito y la pena asignada al mismo, que parte de los 10 años y un día de presidio. Además, su libertad constituye un peligro para la seguridad de la víctima".

La magistrada Jesica Yáñez acogió la cautelar más gravosa, pese a la oposición del defensor Nelson Troncoso, quien cuestionó la figura legal por la cual será indagada su representada por los próximos 70 días.

Según el abogado, no se trataría de un parricidio. "El informe de lesiones del Hospital de Castro no señalaba peligro de vida", aclaró, sumando que sólo el oficio del SML informó sobre el eventual riesgo vital.

Para el jurista, estos hechos configurarían un ilícito de lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar, el cual tiene una penalidad diametralmente inferior y no representa una figura calificada.

Es más, la fuente explicó que su cliente reconoce su intervención en la agresión y que de acogerse la colaboración sustancial -una vez que la joven declare y confirme su autoría en el caso- y más allá que ella tenga una condena anterior del 2014 por un delito contra la propiedad, podría optar a una pena sustitutiva. Además, recalcó que tiene arraigo familiar, social y laboral.

Intención

Asimismo, el profesional insistió que la castreña no tuvo ánimo de matar, sino que de lesionar a su progenitor.

"Si la imputada hubiese querido matar al papá lo habría hecho, le habría propinado más estocadas. Incluso, el padre dice en su declaración en la Fiscalía que no sintió absolutamente nada, sólo algo caliente en el ojo y se fue a casa de otra hija. Luego se percata que estaba sangrando y tenía el ojo cerrado. Incluso, llegó caminando al hospital", apuntó Troncoso.

Bajo este escenario, el defensor aseguró que recurrirá ante la Corte de Apelaciones de Puerto Montt para revocar esta precautoria contra la encartada.

"Pedimos informe del sitio del suceso al Lacrim y hay que ver si la imputada presta declaración".

Luis Barría,, fiscal adjunto de Castro"

70 días se decretaron para el desarrollo de las pericias indagatorias formales.