Michael Seguel P.
La llegada de las vacaciones marca para la mayoría la bienvenida del traje de baño o el bikini, y el descanso del trabajo. Muchos pueden verlo como una oportunidad para compartir, incluso con extranjeros.
Una fórmula para destacar en este ámbito es aprender idiomas y, dada su masividad, una buena idea es partir por el inglés.
La Estrella elaboró un listado con cinco fórmulas para aprender este idioma y pidió a expertos contar lo bueno y lo malo de cada una una de ellas.
Los cursos
La fórmula más tradicional es hacer un curso en un instituto. Una ventaja directa de este método es que, en muchos casos, se puede realizar con apoyo del Servicio Nacional de Capacitación y empleo (Sence), de manera que puede recurrir a la empresa dónde trabaje para hacerlo y así no sacar dinero de su bolsillo.
Para Roberto Guerra, marketing manager de Education First, lo bueno de un hacer un curso es que "hay una metodología que es concreta y que garantiza un aprendizaje".
Lo malo, dice, son las interrupciones y el cansancio por "estar nueve horas trabajando después de resolver problemas en español (en la oficina), y vas a estar una hora hablando inglés y luego vuelves al idioma nativo".
Además, aclara, "hay una tendencia a tener vergüenza en la equivocación. Así, tampoco vas a probar tus capacidades linguisticas".
Podcast en inglés
De acuerdo a Marco Bernales, gerente de Privateachers lo bueno de descargar audios de canciones o historias en inglés y escucharlos camino al trabajo o de regreso al hogar, es que "mantienes el nivel de inglés que tienes; permite desarrollar y reforzar la habilidad auditiva, además de que puede utilizarse en cualquier momento".
Lo malo: "Es sólo un complemento", acota Bernales. Y añade que " no hay una retroalimentación ni metodología de enseñanza y entrega un conocimiento limitado por la falta de explicación y de contexto".
Además de los audios, los expertos recomiendan ver películas con los subtítulos en inglés. Incluso, dormir escuchando canciones en ese idioma es otra forma de "ambientarse".
Aplicaciones
"Son populares en todo el mundo", enfatiza Roberto Guerra sobre las aplicaciones Duolingo, Wlingua, Busuu o Babbel, que permiten practicar inglés en base a los niveles que el usuario configure.
"Lo bueno es que entregan vocabulario, siempre y cuando haya tiempo para practicar las palabras aprendidas. Además, ofrece mucha comodidad desde el celular o tablet para ser usados en cualquier momento del día", agrega el experto.
Lo malo: "(Es como) La pastilla mágica para bajar grasa", advierte Guerra: "La aplicación es un complemento. No se puede pretender querer hablar inglés con sólo memorizar palabras sueltas. ¿Qué pasa si te encuentras con un británico y tienes que decir las cinco palabras en otro orden al que aprendiste?".
Sistema de Penpals
El sistema de penpals consiste en inscribirse en sitios donde se ofrecen intercambios de idioma. Por ejemplo, usted puede enseñar chileno a un inglés y él, a su vez, darle clases de su idioma nativo. Si conversan una hora, el acuerdo suele ser 30 minutos por idioma.
Este intercambio puede ser por correo electrónico, chats, videochats o, si justo pasa que un gringo anda en Chile, también en persona. Bernales dice que lo bueno del sistema es que puede acceder a conversaciones de manera informal, lo que "permite potenciar las habilidades auditivas y de lectura y permite un estudio a distancia.
Lo malo: "La informalidad que ofrece el sistema, porque te puedes encontrar con cualquier" sorpresa, especifica.
Bar con "gringos"
Una quinta opción es la de ir a un bar de su ciudad, visitado recurrentemente por extranjeros.
Lo bueno: "Es que permite la interacción social, y distinguir distintos acentos en un mismo idioma -separar norteamericano del británico, por ejemplo- y fomenta la cercanía y el intercambio cultural", dice Bernales.
Lo malo: "Es que puede haber evidentemente pánico escénico por querer hablar con algún desconocido. Además, no hay retroalimentación académica y se puede caer -sobre todo con unos tragos extra- en exacerbar el uso del lenguaje corporal al querer dar un mensaje y terminar incomodando al interlocutor", concluye el experto.
"(Los penpals) permiten la interacción social y distinguir distintos acentos en un mismo idioma y fomenta la cercanía".
Marco Bernales,, gerente de Privateachers"