Secciones

"Estamos bien con la entrega y esfuerzo de los defensores locales"

La nueva titular del organismo garantizó la cobertura en Chiloé con los juristas actuales y dio cuenta de sus prioridades en la gestión que recién comienza.
E-mail Compartir

Pedro Bárcena González

Poco más de un mes lleva como defensora regional de Los Lagos la profesional María Soledad Llorente Hitschfeld (48). La abogada de la Universidad Gabriela Mistral tiene un amplio bagaje institucional. Partió con la Reforma Procesal Penal en la zona, guiando la Defensoría de Osorno. Su experiencia y energía configuran su carta de presentación. Un recorrido conseguido en todo el espectro del sistema.

-¿Cómo se gesta su arribo a la Defensoría, considerando que partió en la "vereda del frente", como asistente de fiscal?

-Como la gran mayoría de nosotros la vida entrega oportunidades y regalos. Fui abogado asistente en la Fiscalía porque el 2000 por razones familiares vivía en Temuco y llegué al último llamado de cargos. Estuve el primer día en que se implementó la Reforma Procesal Penal y estuve un año. Fue una tremenda experiencia. También por razones familiares retornamos a Osorno.

La función de los defensores me encantó y postulé sin mayores expectativas al cargo de defensora local jefe de Osorno y quedé, lo que significó abrir e implementar desde cero el sistema.

-¿Y cuáles fueron las aristas que consideró para optar al cargo de defensora regional?

-Estuve 15 años como defensora jefe de Osorno y el 2018 se abrió este concurso y que tampoco no le tenía mayor expectativa, pero postulé en base a que es importante que sean locales los jefes. Es importante ser de aquí para los de acá. Los 15 años de trabajo a nivel local eran un plus muy positivo y me llevé la sorpresa grata de asumir, encargándome de este nuevo desafío.

Tenemos una enorme responsabilidad y contribución de hacer desde provincias las contribuciones al poder central. La Reforma no está ajena a eso.

-Pero las características locales para este objetivo son, a lo menos, especiales.

-Las condiciones de trabajo acá son muy distintas a la zona central. En regiones más pequeñas con mayores accesos de infraestructura puede ser más fácil. Son razones por las que visitamos Chiloé, hay rincones muy alejados en los que a pesar que existan dos o tres personas tienen todo el derecho de tener la mejor defensa que podamos entregar. Es un desafío.

-¿Qué otros retos asume?

-Tenemos desafíos a diario, sobre todo en esta región que es extensa y que tiene cada vez más requerimientos de defensa, primordialmente en cuanto a defensas específicas. Lo primero es afiatar y reforzarnos como equipo de cara a los próximos 15 años.

No es el minuto para probar, ya tenemos claras nuestras condiciones y necesidades, por lo que ahora tenemos que crecer y profundizar mucho más el ejercicio profesional de la defensa, mirando la defensa especializada de indígenas, de género, enfatizar la defensa de los jóvenes en la región y darle una mirada más humana a todo este ejercicio.

rol social

-¿Cómo se aplica este rol social?

-La labor de un defensor es intensa y muchas veces poco concebida y aceptada, pero tenemos un rol social gravitante. Primero, de la mano de un buen ejercicio de la defensa podemos acreditar que alguien no es responsable de un delito y en ese contexto salvar una línea de vida en términos sociales. Segundo, a quien ha cometido una acción penal hay que darle la opciones sociales de reinserción lo más pronto posible.

-Bajo esta atención surge la premisa de algunas víctimas de delitos que los defensores son los abogados de los delincuentes.

-Ser víctima es una experiencia compleja. Pero en la misma línea también todos podemos cruzar la línea y cometer algún delito o ser imputados de un ilícito que no cometimos. Puede ser que las víctimas sientan que existe un ejercicio excesivo de los derechos de los imputados, pero este es uno contra todos los recursos del Estado. Lo único que nosotros hacemos es pedir que todos estos organismos sociales, policiales y judiciales hagan su trabajo bien y respetando todos los derechos que tenemos, como los derechos humanos.

-Piensa que estos derechos se han hecho más conocidos, en especial entre los reclusos.

-Esto refleja que somos una sociedad más madura, abierta a escuchar y conocemos más nuestros derechos, por lo cual los podemos reclamar. En esa línea no es un secreto que las condiciones carcelarias en el país son mínimas y atentan muchas veces en condición de infraestructura a las condiciones humanas. Por eso es una gran responsabilidad la labor de un defensor, que es la voz para hacer presente a un tribunal que no se han cumplido las normas.

-¿En Chiloé, por sus características, hay algún lineamiento especial de trabajo?

-Es una plaza que genera un requerimiento de desplazamiento y vigencia importante, considerando también que la Corte de Apelaciones está en Puerto Montt, lo que obliga a desplazarse. Estamos evaluando la función de la Isla, siempre disponible a cualquier propuesta positiva que implique un mejor servicio.

-¿La cobertura está garantizada, más en un territorio atomizado como Chiloé?

-Quisiéramos tener tantos defensores como tribunales y fiscales hay. Pero los recursos son reducidos y tenemos que priorizar. Hoy no tenemos abierta una posibilidad concreta para aumentar las plazas en Chiloé. Puede estar en estudio, pero está el compromiso personal e institucional de que los que estemos trataremos de ser cada vez mejores y más efectivos.

En esta zona, por las distancias y desplazamientos, puede ser una dificultad, por eso hacemos coordinaciones. Nuevos defensores no, estamos bien y satisfechos con el esfuerzo y entrega que realizan los defensores de la Isla.

-¿Cómo se aborda la defensa especializada?

-Esta es súper importante, en término de inmigrantes, menores y género. Las mujeres en el sur de Chile son muy precarizadas en términos sociales y mantienen un desconocimiento muy intenso de sus derechos. La mujer no es que no los luche, sino que no los conoce. No tiene conciencia de su condición propiamente tal como sujeto de derecho. Todos los días tenemos que avanzar más en esto.

4 hijos tiene la abogada de la Universidad Gabriela Mistral.

2003: año en que ingresó a Defensoría Penal de Osorno.