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AstroBVI: así se llevan los secretos del Universo a niños no videntes

La astrofísica María Argudo es quien impulsa esta iniciativa de astronomía inclusiva que busca entregar conocimientos del Cosmos a través de figuras en relieve para personas con discapacidad y así poner esta ciencia al alcance de todos.
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Ricardo Muñoz E.

La astronomía es una ciencia que a medida que avanza nos maravilla con los misterios que podemos encontrar más allá de nuestro planeta, porque desde siempre la humanidad ha tenido curiosidad por saber qué es lo que se encuentra en el espacio infinito.

Gracias a que la tecnología camina a pasos agigantados hoy podemos, por ejemplo, saber cómo es Plutón. Del más famoso de los planetas enanos de nuestro Sistema Solar era poco lo que se sabía sobre su superficie, hasta que en 2015 la sonda New Horizons logró viajar los cinco mil 769 millones de kilómetros que nos separan de ese frío mundo y obtener sus mejores fotografías.

Por su naturaleza de exploración, esta ciencia se basa en gran parte a las observaciones que realizan los distintos telescopios alrededor del mundo o las imágenes que son captadas por sofisticados equipos en el Cosmos. ¿Pero qué pasa cuando se quiere llevar estos conocimientos a personas con algún tipo de discapacidad, por ejemplo visual? ¿Cómo alguien no vidente puede tener una idea de la increíble diferencia de tamaño del Sol con la Tierra o con el resto del Sistema Solar?

Eso es lo que busca contestar la iniciativa AstroBVI (siglas en inglés de Blind and Visually Impaired, es decir "ciegos y disminuidos visuales") que impulsa el Centro de Investigación, Tecnología, Educación y Vinculación Astronómica (Citeva) de la Universidad de Antofagasta (UA), proyecto dirigido por la astrónoma española y doctora en astrofísica de la Universidad de Antofagasta, María Argudo, y que es financiado por la Oficina de la Astronomía para el Desarrollo de la Unión Astronómica Mundial.

En la clase

Son poco más de las 10 de la mañana en la Escuela Nueva Luz de Antofagasta, un establecimiento que atiende a 50 alumnos y es dependiente de la Corporación del Ciego, la cual no solo recibe a niños y niñas no videntes, sino que también con dispacacidad cognitiva.

Y hoy es un día muy especial, porque la clase será cósmica, como parte de las actividades para celebrar el Día de la Astronomía.

La doctora María Argudo Fernández ya está en la sala y pronto los muchachos y muchachas se van pasando unos a otros bolitas y una pelota de tenis. Son los planetas y de esta forma los alumnos pueden saber más o menos cómo sería la diferencia de tamaño en escala. Después cada uno toca una gran pelota pilates... "Este es el Sol, es así de grande en comparación a otros planetas. Es muy, muy grande", les dice la científica.

Tras haber conocido, tocado y dimensionado, cómo serían más o menos los ocho planetas de nuestro vecindario cósmico, es el turno de subir la apuesta. Las galaxias, compuestas de cientos de miles de millones de estrellas, algunas más grandes otras más pequeñas que nuestro Sol, son parte de esta jornada.

Pero esta vez es distinto. Pequeñas láminas tridimensionales de plasticina proyectan imágenes reales de nuestra galaxia la Vía Láctea, con la que los chicos y chicas pueden tener noción de la forma y tamaño de las mismas gracias a su relieve, algo muy similar al Braille.

"Como científicos tenemos el compromiso de comunicar lo que hacemos, pero no solo en nuestro entorno, sino que al público en general. Sabemos que el cielo es de todos y cuando decimos todos es a todos, independiente del género, raza, riqueza o de algún tipo de discapacidad", comenta María.

Kit

La científica señala que AstroBVI consiste en un kit que permite entregar estos conocimientos científicos a profesores para que lo lleven a las aulas.

"Este kit está compuesto por imágenes táctiles de cinco galaxias, pero en total son seis porque una de ellas está tomada en dos bandas diferentes, esto significa en colores diferentes (lo que permite la observación distinta de estrellas, como las más o las menos calientes)", menciona.

Lo anterior, suma, "de manera que la luz que recibimos de las estrellas o de cualquier objeto astronómico, lo medimos por la cantidad de luz y entonces lo que hemos hecho es trasladar esa cantidad de luz a relieve y puede ser entendido por una impresora 3D. De esta manera podemos crear imágenes táctiles de los objetos astronómicos y cuanto más brillo, por lo tanto tendrá más relieve".

Pero no solo ello trae consigo este kit de astronomía inclusiva. Al interior también incluye una guía de cómo observar cada galaxia, además de videos complementarios que sirven de guía a los profesores sobre cómo usarlo, así como también en audio y actividades para introducir los conceptos astronómicos desde los más básicos a los más complejos.

La iniciativa poco a poco comenzó a generar impacto entre los docentes y comunidades educativas. En Antofagasta se ha trabajado para el Programa de Integración Escolar (PIE) y esta vez en la Escuela Nueva Luz de manera directa.

Además, los principales esfuerzos del programa se han enfocado en el desarrollo del kit y actividades y también contactar a los profesores que lo utilizarán, los que corresponden a profesionales de distintos países.

De esta forma, se han realizado solicitudes de este material por parte de nuestro país, Colombia, Argentina, Brasil, México e incluso una petición de Nepal, según expone una nota de prensa de la Universidad de Antofagasta.

Astronomía inclusiva

La clase continúa y los niños están todos reunidos e interesados en saber del Cosmos junto a las educadoras. En esta jornada todos aprenden sobre nuestro Sistema Solar y, más aún, de una manera diferente, literalmente tocando las galaxias.

Guillermo Villarroel es el director de este establecimiento y comenta que "el Centro de Astronomía nos ha permitido traer el Universo a la escuela y que los chicos puedan dimensionar en concreto la relación espacio-tiempo", destacando la importancia de acercar estos conocimientos a un público distinto, es decir, lograr la inclusión.

Ese mismo acceso al conocimiento para toda la sociedad es lo que busca María con este proyecto, algo que debe traspasar las fronteras de universidades, del mismo mundo científico o de un público más tradicional.

"Lo que hay que transmitir a la gente es que no porque ellos (los alumnos y alumnas) tengan una discapacidad física son menos capaces. Por ejemplo, cuando trabajamos con chicas del PIE eran muchachas con mucha iniciativa, muchas preguntas y ganas de aprender, entonces no hay que limitar lo que ellos pueden hacer simplemente porque no ven como otra persona", recalca Fernández.

Acota: "Nosotros para observar los objetos astronómicos necesitamos ayuda de la tecnología como telescopios o un proceso para obtener las imágenes y luego observarlas. Es decir, todos necesitamos algún tipo de ayuda para poder observar el cielo".

Y cierra la profesional impulsora del proyecto: "Los alumnos terminan la clase contentos y con una nueva experiencia. Hoy han recorrido el Sistema Solar, pero no en una nave, sino que con los dedos".

"Podemos crear imágenes táctiles de los objetos astronómicos".

María Argudo sobre cómo funciona el kit de AstroBVI."

"Lo que hay que transmitir a la gente es que no porque ellos tengan una discapacidad, son menos capaces"

María Argudo Fernández, astrónoma e impulsora del proyecto AstroBVI."