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"El ausentismo laboral (en la salud) en Chiloé es preocupante"

El personero del Minsal estuvo de visita en la provincia y junto con analizar el avance de los hospitales de Ancud y Quellón, mostró su alerta por el impacto de la cantidad de días que faltan al trabajo los funcionarios en Chiloé.
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Carolina Larenas Faúndez

Un recorrido por las grandes obras de salud que están en construcción en la provincia -los hospitales de Ancud y Quellón- fue una de las actividades que realizó durante su visita a la zona, el subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo.

Además, el funcionario público se reunió con los directivos del servicio de salud, los principales hospitales de la zona y la atención primaria para analizar tres temas: gestión y administración de los recursos, el ausentismo laboral de Chiloé que calificó de "preocupante" y el alza sostenida de suplencia y reemplazos.

Otro aspecto que revisó en su estadía en la provincia fue el fortalecimiento que se busca darle a la atención primaria, considerando que en el corto plazo tendrá una renovación de infraestructura al igual que la red hospitalaria.

"Aquí vamos a tener que potenciar en resolutividad tecnológica a la red de atención primaria en integración con la red hospitalaria", afirmó.

-Uno de los temas que trató fue el ausentismo de los funcionarios, el que aseguró es mayor en Chiloé que en otros puntos, ¿eso en qué se traduce?

-Aquí el promedio es 28,4 días y el promedio nacional es 24 que ya es harto. Hay servicios que están sobre 30, pero otros están entre 28 y 24 y este es uno de los top five.

Eso significa 28 días por funcionario y si a eso se le suma 15 días de vacaciones, más 6 días administrativos, más los compensatorios y otras cosas más, hace que a nivel nacional 24 días se transformen en que cada persona no está trabajando dos meses y medio al año; es decir, el 25% de la planilla no está trabajando.

Eso tiene impacto en la gente que trabaja y también en los usuarios, entonces como ocurre eso hay suplencias y reemplazos y hay horas extraordinarias y hay un aumento del gasto y cada vez que ocurre esto la gente pide más recursos humanos, pero no piensa que hay un porcentaje no menor de personas que está sin trabajar.

Ahora de esas personas que están sin trabajar que están con licencia, hay un porcentaje que está con licencias complicadas, que está esperando una operación, con enfermedades oncológicas y a esa gente tenemos que identificarla para ayudarla, pero hay otros que son licencias médicas cortas y que son los que impactan directamente a la gente que queda trabajando.

-¿Cómo se puede cambiar eso?

-Hay varias estrategias, el servicio ya lo está haciendo, ha constituido mesas de trabajo de ausentismo con el hospital, hay una aplicación del Compin de un artículo 151 para las licencias médicas prolongadas, hay un montón de elementos, pero aquí lo más importante es que haya un cambio cultural sobre que el ausentismo afecta a los usuarios, a las personas.

Una persona que no trabaja porque está trabajando en otro lado o porque está haciendo uso de un reposo médico inadecuado, es un paciente que se ve afectado e impacta en el resto de sus colegas que está trabajando y eso lo estamos trabajando a nivel nacional.

-En el caso de la construcción de los hospitales de Ancud y Quellón hay diferencias en los trabajos, ¿por dónde pasa eso?

-Bueno, hay dos empresas distintas, una a la que nosotros le dimos el mandato al MOP (Ministerio de Obras Públicas) y el porcentaje de ejecución varía, Quellón va un 22 o 23% y Ancud recién está despegando luego de una planificación que debe hacer el servicio de salud con el ITO.

Estuvimos pegados en un 8% y ahora está llegando a un 11% en Ancud y ahí yo creo que vamos a tener un retraso, espero que sea el menor posible, yo creo que serán entre 40 y 60 días y en Quellón yo creo vamos bastante bien y que el avance es bastante correcto. Ahora, el hospital de Ancud es mucho más grande, será uno de los más grandes de la provincia, son hospitales distintos.

-¿Qué pasa con las obras complementarias del Hospital de Quellón?

-Ese tema es súper recurrente y yo quedé de conversarlo con el ministro de Obras Públicas (Juan Andrés Fontaine) y el subsecretario (Lucas Palacios) para ver de qué manera podemos solucionar este tema, porque en general cuando esto ha sucedido Obras Públicas nos hace las obras complementarias, nos abre los caminos, nos hace veredas, trabajamos muy en conjunto.

En general, la articulación se hace entre el MOP y el Ministerio de Vivienda (y Urbanismo), pero la hacen ellos en aquellos proyectos donde nosotros hemos mandatado al MOP.

-¿Y es preocupante esta situación?

-No, yo creo que subsanable, lo que pasa es que hay que solucionarlo rápido para tratar de que esta cosa se resuelva. Son obras que dicen relación con la conectividad, con la accesibilidad al nuevo hospital, entonces no veo argumento alguno para no hacerlas y si por algún motivo ellos se quedan, nosotros vamos a tener que hacernos cargo.

-¿Qué le parece que se inviertan recursos y que finalmente las prestaciones no lleguen a la comunidad, como el caso de la cámara hiperbárica de Quellón?

-Mal, me parece muy mal, yo creo que todos los recursos del Estado de forma superfluencia, no bien utilizados, no bien gestionados no le hacen bien ni a la salud ni a nadie, yo creo que ahí lo primero que hay que hacer es rechequear si hay alguna posibilidad de reparar y si no la hay, habrá que mover esa inversión y cambiarla para que pueda ser usada.