Pedro Bárcena González
En calidad de detenido en la cárcel de Ancud a la espera de la formalización que se realiza esta jornada quedó un excarabinero que disparó contra un joven, en plena vía pública del sector Nalhuitad, comuna de Chonchi. Un ataque del que estaría confeso y que provocó graves lesiones a la víctima.
Rencillas anteriores habrían gatillado la discusión entre estos vecinos, lo cual motivó un amplio despliegue policial. Los problemas se estarían arrastrando hace meses y también tendrían un origen familiar.
Como especificó el teniente Jonathan Hantsch, jefe de la unidad de Carabineros chonchina, una patrulla se constituyó en el sitio del suceso después del denuncio respectivo. "Nos dan cuenta de un altercado entre dos personas, en el camino a la playa en Nalhuitad, donde una persona estaría lesionada con un arma de fuego", aclaró.
Los uniformados confirmaron estos antecedentes y en el procedimiento descubrieron que el imputado había percutado más de un tiro con su revólver calibre 22 milímetros, el cual se encuentra debidamente inscrito.
"Uno de los disparos lesionó en el muslo izquierdo a la víctima", explicó el oficial, sumando que el encartado "habría estado bajo los efectos del alcohol y que de forma voluntaria reconoció el hecho y entregó el armamento", siendo aprehendido al interior de la casa que comparte con la hermana del ofendido.
El detenido de iniciales J.A.M.V. (73) fue puesto a disposición del Juzgado de Garantía de Castro, preliminarmente por el delito de homicidio frustrado. En la audiencia se acreditó le legalidad del dispositivo policial, pese a la férrea oposición del defensor Rodrigo Zamorano, quien cuestionó el actuar de los uniformados.
Tal como detalló el abogado "alegamos la ilegalidad de la detención por mal procedimiento policial, ya que antes de la detención no se le advirtió a mi representado que tenía derecho de guardar silencio, tampoco se le dijo a la conviviente que podía no declarar en contra del imputado".
Asimismo, el profesional resaltó que el anciano "había efectuado un reconocimiento de los hechos antes de la lectura de derechos".
Pese a estas argumentaciones, la magistrada Jesica Yáñez desechó la postura de la defensa, ante lo cual Zamorano incidentó de nulidad esta resolución, lo cual también fue descartado por la sentenciadora.
Informes
En tanto, el fiscal jefe de Castro, Enrique Canales, quien sustanció la audiencia de control, enfatizó que se pidió una ampliación de 48 horas antes de encausar la indagatoria en espera de informes policiales y médicos.
El persecutor explicó que esta prórroga se invocó, primeramente, "para determinar la evolución que presenta la víctima, dado que tiene una herida a bala sin salida de proyectil. Y se debe conocer qué tipo de intervención médica recibirá", sostuvo.
Asimismo, el jurista resaltó que el segundo motivo para el aumento de plazo estuvo centrado en resolver la situación del armamento. "Los datos dicen que estaba debidamente inscrito, pero hay que verificar si estaba en el domicilio autorizado, y lo segundo es establecer si el agresor tenía permiso para portar armas", apuntó.
Dolo
El defensor Rodrigo Zamorano reconoció que el incidente se gestó por "rencillas anteriores", las cuales se habrían generado "por malos tratos del ofendido hacia mi representado". Eso sí, fue enfático en señalar que los hechos se enmarcan en "un caso de lesiones graves", descartando de plano una eventual configuración de un homicidio en grado de ejecución imperfecto. "No existió dolo de matar en la acción ejercida por el imputado", aclaró el abogado.
73 años tiene el imputado que está en calidad de detenido en la cárcel de Ancud.
