Diego Gotelli C. - Medios Regionales
La imagen de un manifestante venezolano prendido en fuego impactó al mundo el año pasado, llegando a ganar el premio a la mejor fotografía del año con una escena similar a la que cientos de personas vieron ayer en Santiago. En su versión chilena, ayer se pudo apreciar a un encapuchado envuelto en llamas por el bandejón central de la Alameda, mientras sus compañeros trataban de apagarlo.
El hecho ocurrió a la altura de la estación de metro República, que fue cerrada por media hora debido a disturbios en el exterior al concluir la marcha nacional convocada por el Colegio de Profesores, a la que asistieron más de 75 mil docentes y estudiantes secundarios que adhirieron al llamado (45 mil según Carabineros). Uno de estos jóvenes fue el que terminó quemado por una bomba molotov que manipulaba en medio de los desmanes.
Una cámara capturó el momento en que el joven tomó la bomba con su mano derecha y la flectó hacia atrás para tomar vuelo. En ese instante el líquido acelerante salpicó su vestuario y comenzó a incendiarse todo su torso. Pocos metros delante de él a otro encapuchado le pasó lo mismo, pero solo fue alcanzado por pequeñas llamas en la espalda.
"Hemos dicho cuando vemos encapuchados con bombas molotov que un día van a herir de gravedad a otro o a ellos mismos. Hoy vemos cómo eso queda de manifiesto", tuiteó la intendenta Karla Rubilar sobre el incidente.
A sus críticas se sumó el subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, quien pese a "lamentar lo ocurrido", enfatizó que se debe erradicar la violencia. "Que los jóvenes entiendan los riesgos que, incluso para ellos, tiene utilizar esos medios que no conducen a nada positivo", añadió y llamó a los docentes, que llevan cuatro días de huelga, a volver a las salas de clases.
Por su parte, el Colegio de Profesores se desmarcó del actuar de los jóvenes afirmando que su manifestación no avaló la violencia. "Alguien encapuchado o con una molotov no es parte de la marcha", sumó el presidente del gremio, Mario Aguilar, quien no descartó que puedan ser "infiltrados" con intenciones de "manchar" la convocatoria.
Hasta el cierre de esta edición se desconocía el estado de salud de los encapuchados y el fotógrafo de AgenciaUno que captó la secuencia había recibido amenazas anónimas.
El Colegio de Profesores sumó que seguirá en paro al no tener respuesta del Gobierno a sus demandas que incluyen el "deterioro" de la educación pública.
"Alguien encapuchado o con una molotov no es parte de la marcha".
Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores."