Unas 200 personas repletaron las graderías del Centro Cultural de Castro, donde se presentó la noche del viernes el documental "Estado salmonero", protagonizado por el destacado surfista y activista medioambientalista Ramón Navarro.

La cinta del director Daniel Casado, producida por Patagonia, narra el regreso de Navarro a Chiloé, junto a su padre Alejandro, pescador artesanal, quienes vivieron en el Archipiélago durante la "fiebre del loco", a mediados de los '80.

Durante la producción, el deportista y su progenitor recorrieron distintas locaciones de Chiloé y Magallanes, mostrando las consecuencias en playas y fondo marino de la contaminación producida por la industria del salmón.

También los protagonistas recorrieron los mercados de Japón, a donde van algunos salmones cultivados en Chiloé, a la vez de mostrar algunas playas del mundo y compararlas con las de la provincia, las que Navarro describió como de las más contaminadas del mundo.

Una de las asistentes a la cita en la capital provincial fue Marcela Ramos, dirigenta vecinal de Castro, quien se manifestó "contenta de que esto esté por fin saliendo a flote, después de años y años de estarlo diciendo, y triste porque es lo que está pasando ahora, porque hemos recibido muchos ataques por decir esto".

Agregó la activista que se siente "feliz de que esto esté siendo más visible, que sea posible decirlo porque hace unos años atrás nadie podía hablar en contra de la industria del salmón, pero frente a la evidencia qué más van a decir, aunque todavía hay personas que sienten que es más importante un trabajo que la destrucción de un territorio".

oceanógrafo

Por su parte, el doctor en Oceanografía Tarcisio Antezana, otro de los asistentes, opinó que "este documental cae también en eso, en cuanto a la escasa o ambigua referencia sobre el conocimiento del ecosistema. Existe la presunción, sin información muy dura del nivel de contaminación".

El científico acotó que "esto no puede seguir, es fundamental que el mar interior de Chiloé no siga siendo la cloaca de la región de la Patagonia y no puedo pensar, sino otra cosa, en una moratoria, porque esto no puede continuar mientras se sigan viendo estas evidencias de una contaminación y uno debiera ir eliminando en una primera etapa todas las estaciones de acuicultura de zonas frágiles, cercanas, por ejemplo, a humedales, a las caletas de pescadores, a donde viven los pobladores ribereños".

Advirtió la fuente que una segunda etapa, a su parecer, debiese ser la migración de la acuicultura tradicional a sistemas en estanques y en ningún caso en áreas con profundidades menores a 200 metros.

Tarsicio Antezana, doctor en Oceanografía

"Ya se está hablando de reparación, de cómo mejorar los fondos e, indudablemente, que hay que eliminar los restos físicos, pero ojo porque la reparación, la limpieza de los fondos puede significar que el remedio puede ser peor que la enfermedad si se hace sin ninguna fundamentación científica", sostuvo.

Juan Carlos Viveros, integrante de Defendamos Chiloé

"Está naciendo una pequeña semilla y en Santiago muchas ONG, muchas organizaciones aman Chiloé y quieren apoyar, quieren estar, pero somos nosotros los que tenemos que levantarnos, que tenemos que despertar; somos nosotros los que estamos permitiendo esto", manifestó.

Adriana Ampuero, asistente al documental

"Por ser la segunda industria de exportación en Chile, pareciese ser que hay un dejar hacer por el Estado bastante intencional, por ejemplo, cuando fue el vertimiento de antifouling al lago Huillinco, que al averiguar esta pintura se ocupa mucho en salmonicultura y no tiene ningún tipo de regulación", argumentó.

200 personas asistieron al estreno del trabajo en la capital chilota.

20 horas fue el horario de exhibición en el Centro Cultural de Castro.