Violenta jornada se vivió en el Instituto Nacional
"Me estoy ahogando... No puedo respirar... Tengo ganas de vomitar". Las quejas son parte del ambiente que se escuchaba ayer dentro de una de las salas del Instituto Nacional en Santiago, segundos después de que los gases lacrimógenos lanzados por Carabineros alcanzaran gran parte del recinto y obligaran a los alumnos que estaban en clases a refugiarse debajo de sus pupitres.
La escena da muestra de la violencia extrema que alcanzó el liceo y que ayer fue nuevamente escenario de una confrontación entre encapuchados y la policía, pugnas que se vienen repitiendo casi a diario desde inicios de mes.
Esta vez el foco de mayor tensión fue cuando un grupo subió al techo del recinto para lanzar bombas molotov, una de las cuales le explotó en el rostro a un joven de 17 años. Según Carabineros, en los enfrentamientos se lanzaron más de 27 artefactos incendiarios.
"Fue un ingreso violento. Utilizaron escopetas de perdigones, entre otras cosas. La gran parte del colegio se encontraba en clases", criticó Kenneth Guerrero, miembro del centro de alumnos.
La intendenta regional, Karla Rubilar, señaló que el ingreso policial y el uso de gases son parte del protocolo si se considera una situación "de riesgo". El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri (RN), afirmó que la irrupción policial se debió a que los uniformados "estaban persiguiendo a un delincuente que estaba lanzando bombas molotov".
Alessandri anunció que tras los hechos de ayer se acordó adelantar las vacaciones de invierno de los institutanos, las que originalmente estaban fijadas para dos semanas más pero que ahora partirán hoy, extendiéndose hasta el 8 de julio. "Es una decisión drástica, pero no queremos poner en riesgo la integridad física de nadie", arguyó.