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Cinco claves para elegir un buen smartphone sin pagar de más

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Elegir un smartphone no es fácil, ya que en cuanto a características y precios, el abanico de opciones es amplio y uno está lejos de ser un experto. Tomando en cuenta lo anterior, Mediatek, empresa dedicada a desarrollar microprocesadores para dispositivos móviles, entregó cinco puntos claves para comprar un buen equipo, de gama media, sin descuidar el bolsillo.

Procesador: el rendimiento del teléfono depende del procesador. La velocidad en la que el chip procesa una acción depende de factores como la cantidad de núcleos. Un procesador de cuatro núcleos, operando a 1,2 GHz cada uno, ofrece un rendimiento muy aceptable, dependiendo del uso que se dé al teléfono.

Memoria: la cantidad de memoria RAM que use el smartphone depende del tipo de apps que se usen. Si se quiere usar Instagram y Facebook, usará poco más de 1 GB; si se quiere jugar, 2 GB.

Batería: para quienes le den un uso intensivo, es ideal comprar equipos con una batería de mayor tamaño, y modelos con herramientas de optimización de la batería.

Cámara: para una resolución aceptable, elija al menos 12 megapixeles. Más allá, tampoco es recomendable, pues las fotos se hacen muy pesadas.

Pantalla: en cuanto a la definición, la resolución mínima a buscar es un full HD (1920 x 1080), que ofrece buen tratamiento de los colores y buena experiencia de contenidos.

FaceApp: datos que se entregan son perpetuos y sin compensación

La aplicación de moda envejece o rejuvenece, pero pone en riesgo la información personal.
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Camila Infanta - Medios Regionales

La imagen del presidente de Estados Unidos, la de la nueva princesa de Inglaterra, la del cantante de moda, la tuya, la mía y la del vecino. Las fotos de cualquier persona pueden ser envejecidas y alteradas a través de una aplicación que lleva años en el mercado, pero que esta semana ha generado cierta fama poniendo en riesgo, quizás, los datos personales de millones de usuarios a lo largo del mundo.

FaceApp, creada por la empresa rusa Wireless Lab, funciona con un algoritmo informático y redes neuronales que escanean la cara y modifican algunos detalles, añadiendo canas en el pelo, arrugas y ojeras.

El acto resulta divertido para muchos, pero ya existen varios que advierten sus potenciales peligros.

Según el Consejo para la Transparencia (CPLT), la misma aplicación reconoce en su política de privacidad que recopila fotos (incluidos metadatos) e información personal (direcciones de correo electrónico), y que esta puede ser transferida por FaceApp y sus empresas relacionadas a otros países o jurisdicciones, "dándole bastante discrecionalidad para tratar la información recopilada, en desmedro de los usuarios de la aplicación y sus derechos".

Agrega que en la última actualización de la herramienta (marzo 2017) se establece que los usuarios le otorgan a FaceApp una licencia perpetua, irrevocable, no exclusiva, sin royalties, totalmente pagada y con licencia transferible para usar, reproducir, modificar, adaptar, publicar, traducir, crear trabajos derivados, distribuir, realizar públicamente y mostrar los contenidos del usuario, y cualquier nombre, nombre de usuario o imagen proporcionada en relación con dicho contenido, en todos los formatos de medios y canales conocidos o que sean desarrollados posteriormente, sin compensación para el usuario.

Por eso, el presidente del consejo, Jorge Jaraquemada, dijo que "quienes la usan entregan sus datos biométricos a una empresa con bajos estándares de protección de datos".

FaceApp funciona como Snapchat o los filtros de Instagram, con políticas que confunden a los usuarios. Al aceptar las políticas de privacidad, si bien se alerta sobre los permisos para acceder a la ubicación y fotos, los datos después no se pueden rescatar.

A través de un comunicado, FaceApp respondió que "en la mayoría de los casos" las fotos se borran después de 48 horas y aseguró que sí existen políticas para rescatar datos, pero expresando que su equipo técnico está "sobrecargado". Aclaró que la mayoría usa la aplicación sin registrarse y que sus datos no son enviados a Rusia.

48 horas duran las fotos, según FaceApp, y después se borran. Tampoco van a Rusia, dicen.