Falsas culebras causaron terror en sector rural del sur de la Isla
Comunidad de Yaldad atribuyó a la mitología la presencia de extrañas criaturas durante faenas para la reposición de un puente. ONG y municipio confirmaron que se trató de lampreas.
La alegría de hace un par de semanas por el inicio de las obras de reposición del puente Incopulli 1, entre los vecinos de Yaldad y otros sectores de la comuna de Quellón, pasó en solo días a la expectación e incluso el miedo.
Y se trata de un temor relacionado hasta con la mitología chilota. Varios seres alargados en forma de tubo y de extrañas cabezas con bocas que parecen ventosas que los lugareños llamaron "culebras" aparecieron recientemente durante las faenas del desmantelamiento del viaducto sobre el río conocido como Chenchén, que lleva aguas de la laguna Yaldad, en la Ruta W-898.
"Eran decenas, la comunidad estaba muy asustada; había unas pequeñas metidas entre la tierra, en un hoyo, y otras más grandes cerca del agua; algunas comenzaron a escapar", relató Pamela Díaz Colivoro, paramédico de un consultorio que visita regularmente la zona.
La funcionaria de la atención primaria aseveró que la sorpresa fue de todos quienes vieron tamaña e inédita -al menos para ellos- escena: desde los propios residentes del sector hasta los empleados de la constructora que ejecuta las obras por 802 millones de pesos. "Uno cayó al río el teléfono y una señora que es cocinera no quiere hablar, está muy asustada porque dice que eran varias que salían del agua y subían al camino", mencionó la fuente.
Y, en efecto, casi nadie quiere detallar lo sucedido, más cuando algunos piensan que es un presagio de calamidad. "Dicen que es el Cuchivilú, antiguamente se decía que cuando aparecía era una tragedia", aludió Díaz a aquel ser fantástico mezcla de chancho y serpiente, y al que la mitología atribuye destrozos en los antiguos corrales de pesca.
Tanto susto llevó a algunos de los testigos de la aparición de estas "culebras" a prenderles fuego con acelerantes y también buscar un hacha para cortarlas. "La gente del sector rural es muy supersticiosa y lo están asimilando con cosas que han ido ocurriendo estos días", acotó la paramédico.
alcalde y biólogo
La preocupación en Quellón escaló hasta el municipio, puesto que los vecinos le pidieron al mismísimo alcalde que encargara un "informe" por lo sucedido. Así lo reconoció Cristian Ojeda, quien llamó a la calma por el avistamiento, luego de hacer las consultas sobre el descubrimiento.
"Finalmente se determinó que fueron lampreas, son pececitos parásitos de otros peces que se colocan debajo de palos, rocas,… yo le dije a varios vecinos, incluso me informaron que estaban en peligro de extinción; viven en ríos, en fango, son difíciles de ver, de encontrar, pero no atacan a los humanos", manifestó el político decé y geógrafo.
Desde el Centro de Estudio y Conservación del Patrimonio Natural (Cecpan), su director, Jorge Valenzuela, confirmó que en Chiloé, como en otras zonas del centro y sur de Chile, habitan lampreas, peces parásitos que se encuentran tanto en el mar como en agua dulce.
Según el biólogo, una de las conductas más sorprendentes de estas criaturas de esqueleto cartilaginoso es que "entran a tierra", pues para cumplir su ciclo reproductivo dejan las aguas saladas y se adentran en ríos, pudiendo mudarse de un curso a otro al arrastrarse por el suelo.
Valenzuela sumó que las lampreas suelen verse adosadas a salmones, de los cuales se alimentan, un asunto con el que debe lidiar la acuicultura.
De hecho, la misma Pamela Díaz reconoció que en ríos de la zona y la laguna Yaldad habitan salmonídeos, siendo quizá el motivo de la presencia de estas criaturas asociadas con reptiles u otros peces.
Antecedente
Precisamente, como "culebras de mar" o también "anguilas" las recordó Juan Vásquez, presidente de la Junta de Vecinos de Yutuy, en la península castreña de Rilán. Contó que en su juventud cuando salía a pescar en aguas saladas aparecían las lampreas pegadas a peces o quedaban en las mismas redes. "Los chupaban y cuando uno los abría estaban todos secos", compartió el dirigente, quien no ha vuelto a verlas desde hace décadas.
En internet se habla que amenazas potenciales para estas especies son la contaminación de los ríos donde desovan, lo que podría explicar su amplio desconocimiento por parte de la población común. Y quizá la leyenda del Cuchivilú haya nacido por la sorpresa de antiguos chilotes de hallar a las lampreas en los peces que quedaban en los corrales de pesca, tras bajar la marea.
"La gente del sector rural es muy supersticiosa y lo están asimilando con cosas que han ido ocurriendo estos días".
Pamela Díaz Colivoro,, paramédico de Quellón."
En el continente
En una tesis de la Universidad de Concepción del biólogo marino Fernando Neira se habla del valor comercial de las lampreas chilenas. Incluso un reportaje del Diario Austral de Temuco, de 2005, consigna la pesca por "generaciones" de estos peces en el río Donguil de Gorbea, La Araucanía, en capturas concentradas en agosto y septiembre en días de sol, siendo incluso exportados los ejemplares, a los que se les atribuye un delicado sabor.
Un concejal de esa comuna, Rodrigo Poblete, publica en su blog que "sus víctimas son los peces, a los que se pega hasta que se sacia o los mata. En tan solo cuatro horas es capaz de matar a un pez como una trucha. En el caso de peces más grandes, puede fijarse y alimentarse de ellos durante días o semanas".
12 de julio: inicio de la conservación del puente Incopulli 1, donde aparecieron estos extraños peces.