En prisión preventiva quedó un joven cubano luego de la formalización en su contra por el delito de parricidio en calidad de frustrado, supuestamente cometido contra su pareja, de la misma nacionalidad y género.

Tal hecho de sangre ocurrió en la calle Argomedo a eso de las 23 horas del jueves pasado, cuando la víctima de 37 años se daba un baño de tina en la casa que compartían ambos. Según el Ministerio Público, el ataque fue de improviso y con arma blanca.

El mismo fiscal jefe de Castro, Enrique Canales, expuso en la audiencia desarrollada en el Tribunal de Garantía de la capital provincial que el victimario habría propinado seis heridas cortopunzantes a su pareja, tres de ellas en la zona torácica, una en cada mano y otra en un brazo.

"Su conviviente, el imputado, de forma sorpresiva ingresó al baño y premunido de un arma blanca con una hoja de 11 centímetros de extensión aproximadamente, agredió a la víctima, apuñalándolo reiteradamente en el tórax con la intención de causar su muerte", resaltó el abogado.

El mismo relato del fiscal mencionó que la víctima repelió el ataque hasta que su pololo dejó de acuchillarle y huyó del hogar con rumbo desconocido.

"Producto de lo anterior, la víctima resultó con una herida contusa en el labio inferior derecho de un centímetro, tres lesiones punzantes a nivel esternal, mano izquierda una lesión cortante que abarca piel y tejido celular subcutáneo, en la mano derecha una lesión cortante en región dorsal del dedo índice y en el antebrazo derecho una lesión cortante que abarca piel y tejido celular subcutáneo", describió el abogado del ente persecutor.

El fiscal advirtió que las lesiones son catalogadas como menos graves, sin embargo, subrayó que en este caso "no se produjo la muerte de la víctima por la sola circunstancia que la hoja de este cuchillo no alcanzó ningún órgano", a lo que el imputado respondió escuetamente que "nada de lo que dice ahí fue así".

Bajo estos argumentos, el fiscal de la causa solicitó la prisión preventiva del imputado como medida cautelar, invocando la peligrosidad para la sociedad, la víctima y el peligro de fuga para la buena concreción de la investigación.

defensa

Por su parte, el defensor penal asignado al formalizado, abogado Mauricio Díaz, se opuso a la detención preventiva, argumentando que su representado no tenía intención de matar a la víctima, pero sí de lesionarlo.

"El informe inicial del Servicio de Urgencia (del Hospital de Castro) indica que las lesiones son leves, el mismo informe del Servicio Médico Legal de Ancud señala de manera más acabada y detallada que son lesiones de mediana gravedad", suma el profesional, apuntando a que no existirían heridas compatibles con una intención homicida por parte de su defendido.

"Hay tres lesiones (de tórax) con insistencia, obviamente, pero ninguna es grave, o que nos da a entender que en ningún momento mi representado, a pesar de la reiteración de las lesiones, tuvo la intensión seria de acabar con la vida de la víctima", sostuvo el defensor.

Finalmente, el tribunal acogió la petición de la Fiscalía, otorgando la prisión preventiva e instruyendo 120 días para el desarrollo de la investigación.

"No se produjo la muerte de la víctima por la sola circunstancia que la hoja de este cuchillo no alcanzó ningún órgano".

Enrique Canales,, fiscal jefe de Castro."

"En ningún momento (…) tuvo la intensión seria de acabar con la vida de la víctima", sostuvo el defensor.

Mauricio Díaz,, defensor penal."

26 de julio ocurrió el hecho de sangre en calle Argomedo, en el sector alto de la capital provincial.