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¿Cuesta amamantar? Sepa 3 posturas

Hoy parte la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Unicef llamó a concientizar sobre ella en la vida laboral.
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Natividad Espinoza - Medios Regionales

Desde hoy y hasta el 7 de agosto se desarrollará la Semana Mundial de la Lactancia Materna, a fin de incentivar e informar respecto de esta práctica. En este contexto, el nutricionista del Servicio de Salud Metropolitano Occidente, David Leiva, manifestó que para una lactancia exitosa es fundamental asegurar una buena técnica de amamantamiento y un buen acoplamiento boca pezón-areola.

Tomando en cuenta esto, el profesional sugirió tres técnicas para amamantar.

1 La madre se sienta con la espalda apoyada e idealmente un cojín sobre su falda, apoya la cabeza del niño sobre el ángulo del codo. Ya en esa posición, sostiene la mama con los dedos en forma de letra c para empezar a alimentar al babé.

2La madre comprime por detrás de la areola con sus dedos índice y pulgar para que cuando el niño abra la boca, al estimular el reflejo de apertura, tocando el pezón a sus labios, ella introduzca el pezón y la areola a la boca del niño. Así, su lengua masajea los senos lactíferos (que están debajo de la areola) contra el paladar, logrando extraer la leche sin comprimir el pezón (porque este queda a nivel del paladar blando) y no provoca dolor.

3El niño enfrenta a la madre, abdomen con abdomen, quedando la oreja, hombro y cadera del bebé en una misma línea. Los labios están abiertos, cubriendo toda la areola. La nariz toca la mama. Si se puede introducir un dedo entre la nariz y la mama, quiere decir que el niño está comprimiendo el pezón y no masajeando la areola.

conciencia

Además de asegurarse de amamantar en buena posición, hoy es fundamental concientizar sobre esta práctica a empleadas y empleadores.

Así lo confirmó la directora ejecutiva de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unicef), Henrietta Fore, quien sostuvo que "no hay una etapa más importante en la vida de los niños que sus primeros años. Por eso, necesitamos un cambio transformador en la forma en que las empresas y los gobiernos inviertan en políticas y prácticas que no solo apoyen el desarrollo saludable del cerebro del niño, sino que también refuercen el vínculo entre los padres y sus hijos y produzcan con ellos enormes beneficios económicos y sociales".