"Estamos comiendo pan para tener hambre mañana"
El autor de la saga "La historia secreta de Chile" participó de actividades con la comunidad isleña y de paso conversó con sus seguidores, con quienes compartió su visión sobre el actual Chiloé y los cambios que está sufriendo.
De visita en la capital chilota, el escritor Jorge Baradit tuvo tiempo para realizar varias actividades relacionadas con su ocupación, entre ellas una de las más habituales, conversar con la gente.
El también publicista, autor de la saga "Historia secreta de Chile" y otros libros, estuvo en la tarde del viernes en el local Anay Libros, pero por la mañana se reunió con cerca de 100 seguidores en la Comunidad Vínculos, donde dialogó sobre historia, democracia, república y otros tópicos, sin dejar fuera la contingencia chilota.
El profesional también fue protagonista del programa de TV "La historia secreta de Chile", emitido por Chilevisión, donde se divulgó la temática de su serie homónima, relatando pasajes desconocidos de nuestro país, ganándose adeptos por lo aguda de su mirada y detractores que lo critican por "dividir el país" hurgando en las partes más oscuras de nuestra memoria nacional.
Uno de esos episodios fue dedicado a la Recta Provincia, la cofradía que gobernó el Archipiélago de forma paralela al Estado hace más de un siglo y por la cual se llevó a juicio a varios de sus miembros por brujería, asesinato y otros delitos.
En este marco, de forma cercana y directa, Baradit respondió preguntas de los asistentes, entre ellas algunas relacionadas con la dictadura, la cultura, la participación ciudadana, el acceso a la información y temas locales, como el impacto de la salmonicultura, la deforestación y el déficit hídrico.
"Estoy en el cuadro de lo de siempre: visitar el país porque si uno no está en contacto con las comunidades del país, en realidad, no está entendiendo su territorio", señala el literato.
archipiélago
-¿Qué importancia le das a Chiloé en ese contexto?
-Chiloé es un territorio fundamental para nuestro país, no solamente por su posicionamiento estratégico geográfico, sino por su capacidad de haberse mantenido como una comunidad con peso cultural particular, grande, espeso, con una densidad de folclor, de leyendas, de conocimiento, mitos y tradiciones únicas en el país.
-Esa es la parte folclórica y de las tradiciones, pero en el día a día Chiloé ha ido cambiando y así te lo han presentado los contertulios.
-Lo que hemos conversado acá es que es un mal endémico chileno, esta relación esquizofrénica que hay entre la industria que sostiene una comunidad y el daño que se le hace y en esto tenemos el caso de Iquique con los relaves, tenemos el problema de Antofagasta con sus relaves y su contaminación de plomo y arsénico, tenemos el problema de Tocopilla con su contaminación termoeléctrica, el problema de Quinteros y Puchuncaví con la contaminación de las chimeneas.
-¿Y Chiloé?
-Es esa relación terrible que existe entre una industria que contamina y a la vez te paga la vida, donde terminas defendiendo tu trabajo que es lo mismo que te está matando, y eso también le está pasando a Chiloé con la industria salmonera, con la industria extractiva maderera, con criterios poco apropiados para la sustentabilidad, o sea, estamos comiendo pan para tener hambre mañana. Estamos extrayendo y destruyendo nuestras riquezas en vez de hacerlas sustentables, y Chiloé está sufriendo en particular por eso, y lo que uno hace es constatar que esta es una realidad nacional y que las autoridades no están dando el ancho para cautelar la ambición desatada de la industria extractiva.
-¿Por eso también Chiloé fue parte de uno de tus programas de televisión?
-Una de las razones por las cuales me interesó hacer este programa de televisión sobre Chiloé fue u poco también para sacarlo de la caricatura y la postal del Trauco y los brujos y, en realidad, contar la verdadera historia sobre las organizaciones chilotas, porque la brujería, la Recta Provincia fueron organizaciones sociales paraestatales que sostuvieron la administración de la Isla con alcaldías propias, autoridades propias, frente a la ausencia del Estado y fueron, a su vez, en su momento reprimidas, perseguidas y superadas, bajo una forma de asesinato cultural, que es lo que se hizo a principios de siglo pasado con las organizaciones de resistencia cultural que había construido Chiloé.
"Le está pasando a Chiloé con la industria salmonera, con la industria extractiva maderera".
Jorge Baradit,, escritor superventas."