Abbott reconoce lento avance en nueva fiscalía
El fiscal nacional visitó Chiloé y conoció el terreno en que se construirá la sede del ente persecutor en Castro, que por años espera por sus obras.
Aprovechando su estadía a la zona por el inicio del trabajo del Grupo Anticorrupción y Transparencia de los 21 países miembros del Foro de Asia Pacífico (APEC), el fiscal nacional Jorge Abbott llegó a Chiloé a tomar contacto con los funcionarios locales, empaparse de las iniciativas locales y la realidad institucional que existe a nivel local.
El periplo del persecutor comenzó el martes en Ancud, donde conoció las dependencias de la nueva sede del Ministerio Público, inauguradas a mediados de marzo. Ayer se trasladó a Quellón y finalizó su visita en Castro.
Justamente, en estas dos últimas ciudades el abogado acompañado de los fiscales locales pasó revista a los dos terrenos donde se construirán los edificios que albergarán a la entidad. Dos iniciativas que por años se están esperando.
Por esta tardanza en la concreción de las obras, Abbott explicó que "los procesos constructivos dentro del Estado son complejos. Hay que pasar diferentes etapas que involucran tramitaciones más lentas de lo habitual, por lo menos más lentas que el sector privado".
Agregó que estos "proyectos maduran en el mediano plazo, pero se materializan como ocurrió en Ancud y Puerto Montt".
Considerando la realidad insular, atomizada en su territorio y con un continuo incremento de causas, que desnuda la necesidad de contar con mayor cantidad de persecutores y funcionarios, el fiscal nacional reconoció que "la idea es reforzar los equipos que tenemos".
Es más, la fuente recalcó que no es fácil modificar estos planteles. "Tenemos una planta que fija la ley. No tenemos la opción de crecer si no es solo a través de modificaciones legales. Sin embargo, estamos cambiando el sistema de procesos para ser más eficientes", acotó.
También destacó el jurista la labor que se desarrolla en la zona, con despliegues especiales y acordes a la contingencia local, como por ejemplo la Mesa de Coordinación Regional para la Persecución Penal de Recursos Hidrobiológicos.
"Siempre se busca especializar cierta persecución penal. Con las unidades de foco se han destinados recursos humanos y materiales con el objeto de no solo perseguir cada hecho delictivo particular, sino que enfrentar un fenómeno que va mucho más allá de un delito determinado. Detrás hay delincuentes petrolíferos, frecuentes y hasta organizaciones criminales que nos interesa perseguir", detalló.
Alianzas
Bajo este contexto, el profesional manifestó que existen ilícitos propios de cada zona, ante los cuales el Ministerio Público tiene que generar alianzas para combatirlos, como sucede en esta mesa intersectorial, donde se formaron alianzas con la Armada, las policías y otros servicios públicos.
"El Estado tiene que organizarse para enfrentar estos fenómenos particulares en cada región y abordarlos de acuerdo a la necesidad de cada una de ellas", concluyó.