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Multifacético quemchino llega a los 100 años

Juan Dougnac cumple un siglo de vida colmada de esfuerzo y trabajo de agricultor, dirigente, emprendedor, político, poeta y benefactor.
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César Cárdenas Ruiz

"Magallánico de nacimiento y chilote de corazón". Ese es Juan Dougnac Anriquez, un longevo vecino que ha sido desde político a empresario turístico e incluso poeta, siendo esta última una de sus facetas desconocidas, pues solo su familia ha tenido el agrado de disfrutar de sus creaciones.

El protagonista de esta historia residió por décadas en Quemchi y mañana cumplirá 100 años. Nació el 24 de agosto de 1919 en Punta Arenas, siendo el tercero de cuatro hijos del comerciante Juan Bautista Dougnac Ledón y de Elena Anriquez Reyes. Una familia con ascendencia vasca y francesa de los Alpes.

Con menos de 12 años, en 1931, luego del repentino fallecimiento de su padre, don Juan debió viajar en barco a vapor y luego en tren desde Puerto Aysén hasta Quilpué para continuar sus estudios. A los 16 años ingresó a la Escuela Práctica de Agricultura, dependiente de la Universidad de Chile. Al término de sus estudios se hizo cargo de la administración de un fundo en Tubildad, comuna de Quemchi, labor que desempeñaba principalmente en los veranos, donde conoce a Evangelina Cordaro Chouquer, con quien luego se casó.

Con el tiempo los Dougnac Cordaro se instalan definitivamente en esta localidad campestre, incentivando la producción agropecuaria de un recinto que estuvo abandonado. El viaje de traslado para radicarse en el fundo Punta Arenas lo hicieron en barco hasta Quemchi y desde ahí en un pontón hasta Tubildad. Ahí por décadas cosecharon granos y papas, criaron aves y ganado, sacaron leche y elaboraron mantequilla, además de la actividad maderera.

Dougnac comienza así una historia de medio siglo de intenso trabajo en este sector al norte de la capital de la 'Comuna de los Mil Paisajes', incluyendo la dirigencia gremial, desde tiempos en que no había caminos, electricidad y teléfonos.

Precisamente en Quemchi don Juan se convirtió en todo un personaje. No se conformó con su oficio de agricultor, pues también incursionó en la política y hasta en el agroturismo, además de ser un prolífico escritor, reconociéndose amigo de Francisco Coloane. Entre sus creaciones literarias que no ha publicado destaca, por ejemplo, el poema "Canto a la mujer chilota" del cual compartimos algunas líneas:

"Hoy canto a la mujer chilota,

a la que tiñó mi manta con el limo negro de mi azul estero.

A la de trenzas largas, la de cara blanca y del perfil hispano,

y la que lleva altiva en su rostro impreso la morena marca del indiano abuelo".

Incesante

En el ámbito político, sus familiares aseveran que Dougnac es el democratacristiano con más años de militancia de todo Chiloé. Fue destacado como un activo promotor de la construcción de la Iglesia San José de Quemchi, impulsor de proyectos de caminos y agricultura, miembro activo de la Cruz Roja e integrante de la Agrupación de Pequeños Agricultores de Quemchi. Es decir, un personaje multifacético y muy activo, querido en la zona y en todas partes donde mantiene amigos y parientes.

Es el caso de la periodista Paulette Dougnac, quien hizo referencia a algunas vivencias compartidas con su abuelo. "Ir a la casa de Tubildad era como meterse dentro de un cuento. La vida del campo, el paisaje, el aire marino, la calidez de la cocina a leña, la idiosincrasia de la gente, todo era único. Nos despertábamos con el olor del pan amasado de la 'nonna' (Evangelina Cordaro) y nos íbamos a acostar con las historias mitológicas que con toda seriedad nos contaba el 'nonno' (Juan Dougnac). Sin duda, Chiloé nos marcó a todos y guarda un lugar muy especial en nuestros corazones", sostuvo la profesional.

En el 2005 y por razones de salud, la familia decide vender las últimas hectáreas que quedaban del fundo original y don Juan junto a su señora se trasladaron a Curacaví, Región Metropolitana, donde cumplirá 100 años de prolífica vida, y son sus poemas a Chiloé, sus vivencias, tradiciones, el compartir con los suyos y la comunidad tal vez sus más grandes legados.

Agroturismo

En diciembre de 1999, El Mercurio destacaba el emprendimiento de agroturismo de Juan Dougnac, el que fue respaldado por Indap: "Se baja por una ladera llena de flores y arbustos que regalan el olor a campo. En la playa, un bote sobre la arena; en el mar cisnes de cuello negro. La casa roja de madera, al típico estilo sureño, está en un monte, al cual cobija una pequeña bahía. Allí, en la intimidad del sur y de su vida diaria, don Juan Dougnac comparte con quienes quieran disfrutar de la magia de Chiloé y de su hogar. Pasar el día, con alojamiento y pensión completa, cuesta diez mil pesos. Con este dato hasta de Italia vienen directamente a Chiloé, y a Quemchi específicamente".

Seguía la publicación: "'Me siento agradecido de poder participar de estos proyectos de agrotur, porque es una instancia más de ingresos que se reciben. Entre el verano pasado y el anterior tuvimos con mi señora a más de ciento cincuenta personas', cuenta. En Chiloé, 27 familias están insertas en este proyecto".