Captura de menor alerta por venta de drogas en centros públicos de Castro
Vecinos piden fortalecer lucha contra el microtráfico.
El mirador de la céntrica calle Chacabuco en Castro se convirtió nuevamente en escenario de una transacción de droga. Cada día los espacios públicos de la ciudad están siendo empleados para estas prácticas, lo que ha gatillado la preocupación de los vecinos, como también ha focalizado el trabajo policial.
Un menor de 17 años fue detenido por personal de civil de Carabineros que realizaba un patrullaje preventivo en este lugar, emplazado a menos de dos cuadras de los cuarteles de la Segunda Comisaría como de la PDI. En su poder, se hallaron tanto 15 envoltorios con marihuana como también 53 mil pesos, lo que fueron vinculados a la venta de esta sustancia.
Ayer el adolescente fue formalizado por el fiscal Fernando Metzner por los delitos de microtráfico y porte ilegal de arma blanca, solicitando las cautelares de arraigo nacional y sujeción a la vigilancia de los programas del Sename (Servicio Nacional de Menores).
El defensor Luis Mora se opuso a la primera cautelar, recalcando que "rebatí el arraigo, lo cual no se decretó quedando solo bajo este programa de vigilancia". Agregó que el menor "quedó en libertad y se dictaron 90 días para la investigación".
Preocupación
Con este caso volvió a emerger uno de los clásicos requerimientos de los pobladores: el combate del microtráfico en sus barrios. Así lo señaló Carmen Antiñanco, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Urbanas "Esteban Antihual" de Castro, quien calificó este problema como una "tremenda realidad".
La dirigenta manifestó su preocupación por este fenómeno que ha sido tratado con las policías y las autoridades comunales. Además, reconoció que la denuncia es fundamental para abordar el flagelo, pero tuvo sus reparos a esta dinámica.
"Existe cierto temor de denunciar, más allá que se diga que es anónimo. Por eso instalamos cámaras de vigilancia que pueden captar esta venta de droga. La gente es reticente a denunciar, igual teme de su seguridad", dijo la fuente, quien también pidió que se trabaje en atacar a los proveedores de los microtraficantes.
Junto al mirador Chacabuco, el pasaje Luis Espinoza, las plazas de Armas y Gamboa, la plazuela del Tren, calle Blanco y la costanera han sido identificados como puntos de comercialización o consumo de sustancias ilícitas. A estos lugares céntricos se suman otros en poblaciones, enfocados en plazoletas o arterias con escasa iluminación.
Como describió María Trujillo, presidenta de la Junta de Vecinos La Campiña de la Población Cardenal Silva Henríquez, "la calle Carlos Oviedo se ha convertido en un punto donde se consume alcohol y drogas, por la falta de iluminación".
Bajo este escenario, los dirigentes solicitan un trabajo policial más férreo para atacar este problema sociodelictivo.
El mayor Miguel Aguilar, jefe de Carabineros local, sostuvo que "fundamental es la denuncia la cual es anónima. Tenemos una Oficina de Asuntos Comunitarios que puede recibir datos y una funcionaria dedicada a casos de microtráfico. Además, se puede notificar al nivel 135 y en el Denuncia Seguro (600 400 0101)".
Por su parte, el comisario Jaime Orellana, jefe de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la PDI en Puerto Montt, valoró el despliegue que realizan las unidades Microtráfico Cetro (MT-0) en la zona, incluyendo Ancud y Castro.
El oficial detalló que en la región se realizaron el año pasado 110 procedimientos con 91 detenidos. "37 de los operativos fueron en lugares cercanos a establecimientos educacionales", aseveró, agregando que "aumentó también en un 56,2% la incautación de las tres principales drogas: marihuana, cocaína base y clorhidrato de cocaína".
El 2017 se decomisaron 8 kilos 417 gramos de estas sustancias, mientras que el 2018 fueron sacados de circulación 13.150 gramos. De enero a junio de este año en la zona la droga más incautada es la pasta base superando los 7 kilos, seguido de la Cannabis sativa con 1 kilo y 700 gramos.