A casi un mes desde que un violento incendio arrasó con cuatro inmuebles en calle Bellavista, esta vez una nueva emergencia puso a prueba a los equipos bomberiles de la ciudad de Ancud.
El hecho despertó preocupación entre vecinos y comerciantes dada la dilatada experiencia de tragedias que han azotado el casco histórico.
Pasadas las 20 horas de este martes, un llamado telefónico informó a la central de alarmas del Cuerpo de Bomberos. Se trató de un incendio declarado en el edificio del restorán Kurantón, ubicado en la esquina de calles Prat y Bellavista.
La emanación de humo desde el segundo nivel del imponente edificio de tres pisos, por donde cruza un ducto de humo, fue la zona en que se focalizó el fuego que amenazó con destruir el conocido local.
Javier Moreira, comandante bomberil ancuditano, confirmó que a la hora de declarado el siniestro se dio cuenta de un foco de fuego en fase de incremento, sumando que "concurrió la totalidad de las compañías para poder controlar una emergencia, es un edificio bastante grande, donde la mayor carga de combustible es madera y hay locales comerciales".
Para el oficial significó la aparición del "fantasma" del voraz incendio que a una cuadra de distancia arrasó con el local de Vidriería y Aluminios Dupré.
"Efectivamente es una zona bastante comercial en calle Prat y que nos indicaba que había que concurrir y evitar los fantasmas del incendio de hace unas semanas", reflexionó el voluntario, reiterando, al igual que en otros casos, la importancia de la mantención de los ductos de humo.
Cámara
Este nuevo siniestro que dejó un 10% de daños en el inmueble llamó la atención de David Barría, presidente de la Cámara de Comercio Detallista y Turismo A.G. de Ancud.
El dirigente recordó los últimos episodios acontecidos en la ciudad, preguntándose si las entidades de seguridad y la comunidad en general están preparadas para grandes siniestros. "Hay que ver las redes hidráulicas que hay en la ciudad, grifos, si realmente dan abasto para apagar un incendio de proporciones", señaló.
Barría planteó: "¿Estamos preparados para poder apagar incendios de mediana y gran envergadura en Ancud? La verdad que creo que no".
24 damnificados dejó el siniestro del 29 de agosto que arrasó con la vidriería y también un hospedaje, una vivienda y una casa de acogida para víctimas de VIF.
Luis Contreras Villarroel
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