Luis Contreras Villarroel
Con el único propósito de contribuir en su proceso rehabilitador y generador de autoestima entre pacientes fisuradas, es que por sexto año consecutivo se realiza un taller de maquillaje en el Hospital Augusto Riffart de Castro.
La iniciativa impulsada por un equipo de fisurados del propio establecimiento, se inició el pasado 4 de octubre contando con la asistencia de cinco adolescentes y adultas que ya han sido intervenidas quirúrgicamente por poseer esta fisura labiopalatina.
El taller de estética consiste básicamente en entregar técnicas de maquillaje entre las jóvenes, siendo la base para comenzar a superar todo el proceso post operatorio al que han sido sometidas en su momento.
Andrea Cerda, enfermera del policlínico de pediatría e integrante del equipo de fisurados, explica que el curso se encuentra dirigido en este caso a pacientes que realizan un seguimiento a su tratamiento o bien que por primera vez aceptan el desafío de superar esta compleja etapa en sus vidas.
"En algunas pacientes queda la cicatriz más marcada que en otras y la idea es poder atenuar esa cicatriz y también resaltar algunos rasgos de su rostro que les permite a ellas sentirse mejor, verse bien y reforzar la autoestima", afirmó la profesional.
La misma funcionaria, mencionó que en el taller participan jóvenes que ya han tenido una primera experiencia al momento de acceder a conocimientos de cosmética facial.
Sobre este punto la enfermera del recinto de salud agrega que "hay algunas niñas que se lo han repetido, pueden volver a hacerlo, pero también la idea es trabajar con un grupo pequeño".
VOLUNTARIA
La voluntaria del taller, Laura Fassanaro, destacó la experiencia que ha significado trabajar con adolescentes e incluso mujeres adultas que han comenzado a superar la etapa que dejó la cirugía labiopalatina entre las propias pacientes.
A este respecto, señaló que "la experiencia para mí ha sido fantástica y sobre todo ver los resultados, de cómo llegan ellas el primer día, llegan tímidas y se le van dando herramientas".
Fassanaro expresó que, a lo largo del taller de cosmética realiza un seguimiento fotográfico de las pacientes, entre el primer día de ingreso y la última jornada.
"El cambio es grande, no solo en lo físico sino que en la actitud, se sienten más seguras, comparten entre ellas y se vuelve un momento muy agradable", sostuvo la voluntaria.
El taller consta de una demostración para dar paso al trabajo práctico y de corrección entre las propias usuarias. Fassanaro sostiene que "es bien personalizado y en el último taller ellas lo hacen solas y superviso qué es lo que tienen que reforzar".
Una vez concluida la capacitación cada joven recibe un cosmetiquero para continuar practicando en sus hogares las técnicas aprendidas.
El taller de maquillaje se lleva a cabo los días viernes del presente mes, contando con pacientes entre 14 y 22 años, originarias de las comunas de Ancud, Quinchao, Chonchi y Quellón.
"La idea es poder atenuar esa cicatriz y resaltar algunos rasgos de su rostro para sentirse mejor".
Andrea Cerda, enfermera."