Una concurrida despedida tuvo el joven castreño Danilo Sebastián de la Cruz Cárdenas (22) fallecido la tarde del domingo en el río Las Compuertas, comuna de Dalcahue, cuyos funerales se realizaron ayer al mediodía, acompañado por cientos de personas.

El cortejo acompañó al querido deportista desde la sede del Club Deportivo Estrella del Sur a la Iglesia San Francisco, donde se realizó el responso fúnebre, con un recinto repleto de cercanos que querían dar un último adiós a Danilo.

Rostros tristes, congestionados, cabizbajos se veían mientras se obraba la misa, incluidos algunos ahogos y descompensaciones por la cantidad de gente dentro del templo. Lágrimas se sumaron en los asistentes cuando familiares y amigos pasaron al frente, no a dar discursos, sino a rendir homenaje y compartir anécdotas, historias, testimonios y aprendizajes que les dejó el joven de 22 años.

"Yo sabía que mi hijo era querido, pero no pensé que tanto", decía la madre de Danilo, Dolly Cárdenas, que junto a su esposo José Luis expresaron la gratitud hacia la concurrencia, a la vez de repasar algunos pasajes de su vida junto al mayor de sus hijos, que incluían travesuras, alegrías y cómo se fue formando en el talentoso deportista y lleno de bondad que todos recuerdan.

hermana

"Siempre buscabas el lado bueno de las personas y llenabas nuestros corazoncitos con solo tu voz y tu sonrisa", señalaba por su parte la hermana menor de Danilo, Catalina, añadiendo: "Siempre me decías que estábamos hechos para los dos".

Describió la menor de los De la Cruz Cárdenas, que su hermano era un motivador dentro de su vida, que siempre le recalcaba: "El cielo es el límite" y que quería "comerse el mundo", resumiendo sus ganas de dejar una huella en su paso por la Tierra y en cada persona que con la que le tocara relacionarse. "Me dijiste que querías dejar una huella en cada persona", evocó la joven.

De hecho, uno de los sueños de Danilo que solía transmitir a los suyos es que siempre de lo que ganara en su trabajo sacaría un 5% para darlo a los más necesitados, dando cuenta de su espíritu solidario, valores y aspiraciones.

También dieron testimonios de su vida junto al basquetbolista sus amigos de la infancia, cercanos de la familia y compañeros de universidad que viajaron desde Concepción.

Todos calificaron a Danilo de la Cruz como una excelente persona, muy inquieto desde niño, con aptitudes tanto deportivas como artísticas, ya que, aparte de jugar fútbol cuando pequeño y posteriormente dedicarse a una de sus mayores pasiones, el básquetbol, solía tocar guitarra y teclado, amenizando tertulias junto a amigos, familia y compañeros de carrera de contador auditor.

Posterior a la iglesia, el cortejo se trasladó hasta el Gimnasio Municipal y al Liceo Galvarino Riveros, donde se le rindieron sendos homenajes. Más tarde, fue sepultado en el Cementerio de Rilán, donde están sus abuelos.

"Siempre buscabas el lado bueno de las personas y llenabas nuestros corazoncitos con solo tu voz y tu sonrisa".

Catalina de la Cruz,, hermana de Danilo."

22 años tenía el joven deportista y estudiante universitario que ayer fue enterrado en Rilán.