Nicolás Labra G.
Varias preguntas respecto a la interna del plantel albo tuvo que responder Nicolás Blandi. El delantero tomó con pinzas sus declaraciones y no habló de un eventual conflicto entre Mario Salas y el plantel, específicamente con Julio Barroso, quien salió reemplazado en el entretiempo ante Audax Italiano.
"Yo creo que como en cualquier trabajo, las cosas que suceden dentro se resuelven dentro. Desde que llegué no he notado ningún problema", declaró.
¿Qué es lo que está mal que el equipo lleva dos derrotas seguidas? Eso sí lo respondió.
"El clima está bien, hay que revertir la imagen de los dos últimos partidos. Debemos corregir errores porque el partido del fin de semana es de máxima exigencia. Cuando los resultados no se dan, más en un grande, se busquen cosas externas", enfatiza el delantero.
Con su experiencia en San Lorenzo, Blandi sabe que "las presiones están instaladas por jugar en un grande y pelear cada torneo que se juega".
En ese sentido, cree que "si ganamos, las cosas que se dijeron quedarán en nada (...) No todo está mal porque perdiste dos partidos. Hace menos de un mes ganamos un título ganando dos clásicos. La única fórmula es trabajar".
Mucho se ha criticado respecto a lo que propone el equipo en cancha. ¿Qué le gustaría ver a Blandi con sus compañeros? "A mí me gustan los equipos que salen a ganar y van al frente, como el segundo tiempo (frente a Audax Italiano", aclara.
Además, espera jugar con Pablo Mouche en la ofensiva, su compañero desde el debut de ambos en Boca. "Me siento cómodo porque nos conocemos, sé cómo va a terminar la jugada. Ojalá que juntos podamos ayudar", dice.
De su rival destaca que el grueso del plantel ya lleva algunas temporadas juntos: "Cuando encuentras un equipo con una forma de juego definida que sostiene hace tiempo y cuenta con jugadores improtantes, se transforma en un rival fuerte".