Tener una rutina es fundamental para los niños con clases en casa
Expertas en educación aseguran que no es necesario cargar a los niños y jóvenes con tareas y que las actividades recreativas son un aporte.
Para algunos papás es complicado estar con los hijos el fin de semana haciendo tareas. Hacerlo todos los días durante la suspensión de clases parece una carga extra para muchos progenitores y apoderados.
Teniendo en cuenta que cada establecimiento educacional y cada familia tienen una realidad distinta, existen algunas recomendaciones para poder sobrevivir durante esta época y ayudar a los niños y jóvenes que deben estudiar en sus hogares.
"Los padres en esta etapa deben sentirse como colaboradores del proceso que no son responsables del proceso, el proceso de aprendizaje que es de la escuela, del colegio y de los profesionales de la educación, lo más importante es que los papas entiendan que es un proceso de acompañamiento", asegura Marta Castañeda, directora de la carrera de Educación Básica de la Universidad de Playa Ancha (UPLA).
En este sentido, la recomendación es establecer una rutina con un horario determinado: para los pequeños, un horario de colores que establezca los momentos para hacer las tareas y para recrearse o jugar y, en el caso de los mayores, una rutina de la que se hagan responsables.
Para aquellas familias que no pueden acceder a los materiales educativos, también hay posibilidades. "Hay que intentar hacer actividades distintas, tal vez leer con los hijos. El sentarse a conversar de distintas temáticas puede ser otro elemento que pudiese ser interesante. Algunos colegios van a estar enviando tareas, así que un lugar de trabajo sería muy bueno: que se pudiese tener un horario establecido, como una rutina o un hábito", explica Norma Drouilly, directora de Educación de la UNAB.
Eso sí, la académica de la Universidad Andrés Bello advierte que "pero si no hay ese tipo de tareas, lo importante es conversar, leer,… si van a compartir una película, compartir de lo que se trata".
Alternar
Los niños y jóvenes alcanzaron a estar solo una o dos semanas en clases antes de que nuevamente se suspendieran, por lo que recién estaban entrando en la rutina del aprendizaje.
Por eso las expertas recomiendan alternar las tareas con actividades recreativas y no tener a los niños mucho rato haciendo tareas.
"Es importante que haya una variedad entre las actividades y le podemos dar protagonismo a un niño que tiene, por ejemplo, cinco actividades. Que elija con la cual quiere empezar y alternar las teóricas con aquellas que le permitan explorar más su creatividad. Así lo verán como parte de su rutina y no como un castigo que me dan porque me porté mal entonces tengo que hacer las tareas, porque ese generaría un rechazo el momento de retornar al colegio", acotó la profesora Castañeda.
En el caso de los adolescentes de enseñanza media, la rutina debe ser autoestablecida y que los papás estén atentos sí y pregunten. "Ellos generan ciertas autonomías y tienen tareas para responsabilizarse, por eso compartir lo que están aprendiendo, muchas veces los papás preguntan si hicieron la tarea, pero no preguntan qué es lo que están aprendiendo, ahora que tenemos el tiempo de hacerlo, de compartir y preguntar", aseguró la profesora Drouilly.