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Analizan efecto de la cuarentena voluntaria en la calidad del aire

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Desde que comenzó la expansión del nuevo coronavirus han sido varios los países y ciudades que han optado por cuarentenas voluntarias y otras formas de aislamiento para evitar un mayor contagio. Los resultados inesperados de estas decisiones no solo se han relacionado con la propagación de la enfermedad, sino también a la reducción notoria de la contaminación ambiental.

Marcelo Mena, exministro de Medio Ambiente y director de Acción Climática de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), en conjunto con Andrés Pica, director ejecutivo del Centro de Investigación Interdisciplinario Cambio Global PUC, y Paulina Schulz, consultora del Banco Mundial y del Clean Air Institute, realizaron un análisis sobre el efecto que puede tener la cuarentena voluntaria en los índices de contaminación de la Región Metropolitana.

Según sus conclusiones, se observó una reducción notoria de la actividad en la ciudad, bajando las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) contaminantes producidas fundamentalmente por el transporte; esta baja será significativa en estaciones, del 30 al 80%. También se percibió una baja en el material particulado (MP2.5) presente en el ambiente, de entre 21% a 46%.

A su vez, se vio una baja de 35 casos en la mortalidad prematura por calidad del aire a la fecha. Proyectan que, de mantenerse la baja de actividad en la ciudad, el índice presentará una reducción de unos 1.053 casos hasta agosto.

Coronavirus: EE.UU. tratará casos críticos con sangre de recuperados

Antes que en la actual pandemia, la técnica fue utilizada contra la "gripe española" de 1918 y contra el SARS, en 2002.
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Agencia Efe - Medios Regionales

El Gobierno de Estados Unidos autorizó a médicos de todo el país a usar el plasma de la sangre de pacientes que se recuperaron del coronavirus para tratar a otros en estado crítico, lo que supone para los expertos la mejor solución a la espera de una cura.

El nuevo tratamiento fue autorizado este martes por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, en inglés), la agencia gubernamental que se encarga de aprobar el uso de nuevos medicamentos, vacunas y otros productos relacionados con la salud pública.

La FDA anunció en su web que este método podrá usarse solo en pacientes que están en estado crítico y cuya vida corre peligro y, además, los médicos que lo administren tendrán que pedir autorización previa.

La decisión de la agencia es inusual, porque normalmente tarda meses en autorizar nuevos tratamientos y lo hace solo cuando ha comprobado que el método es seguro y efectivo.

Esta vez, en su web, la FDA admitió que, "aunque es prometedor, el plasma no ha demostrado ser efectivo en las enfermedades estudiadas".

Antes que el Covid-19, esta técnica fue utilizada para luchar contra la "gripe española" de 1918, cuando el uso de vacunas no estaba extendido, y recientemente también se aplicó contra el virus del ébola y el síndrome respiratorio agudo grave (SARS), otro tipo de coronavirus que dejó 774 muertos en China entre noviembre de 2002 y julio de 2003.

En el caso del SARS, el plasma permitió mitigar los síntomas de los pacientes y acortar sus instancias hospitalarias, según estudios científicos posteriores.

Además, en China algunos médicos también inyectaron plasma para pacientes graves y los resultados parecen ser prometedores, de acuerdo a los estudios iniciales.

El tratamiento surge de la idea de que, cuando una persona se enferma, el cuerpo genera anticuerpos que luchan contra la infección. De esa manera, cuando ese sujeto se recupera, los anticuerpos se quedan flotando en su sangre, especialmente en el plasma, la parte líquida de la sangre.

Por tanto, el tratamiento consiste en recolectar esos anticuerpos que quedan flotando en el plasma para inyectárselos a una persona enferma y ayudarle a luchar contra el virus.

Un grupo de científicos de EE.UU., liderado por un equipo de la Universidad Johns Hopkins, ha estado presionando para conseguir la aprobación de la FDA y comenzar a estudiar el uso del plasma en pacientes contagiados con el nuevo coronavirus.

Uno de los investigadores es Arturo Cassadeval, de la Johns Hopkins, quien en febrero escribió en The Wall Street Journal, consideró que el uso de plasma podría ayudar a contener la pandemia a la espera del descubrimiento de una vacuna, que podría tardar hasta 18 meses.

En el estado de Nueva York, uno de los más golpeados por el virus que ha dejado unos 70 mil infectados y al menos 1.054 muertos en el país, su gobernador, Andrew Cuomo, adelantó que esta semana se darán los primeros pasos para comenzar a usar este método.