Replicando la experiencia privada de ciudades como Osorno, Puerto Varas y Santiago, es que un grupo de pequeños empresarios afiliados a la Sociedad de Agricultores de Chiloé (SACH) realizó esta semana un trabajo de sanitización por distintas calles de Ancud.

La iniciativa es el resultado de una idea impulsada por María Teresa Cataldo, en su propósito de mantener alejada a la población de la pandemia del Covid-19 que hasta el momento mantiene solo dos casos por contagio en la provincia, focalizados en Castro y Quinchao.

Dos tractores provistos de estanques y un avanzado sistema roceador permitieron al equipo humano realizar la desinfección de diferentes calles y edificios públicos frecuentados regularmente por el público.

directivo

Rodrigo Kehsler, presidente de la SACH, mencionó que la sanitización se realizó la noche del martes aprovechando la condición del toque de queda que facilitó el paso de las máquinas por las arterias.

"Contamos con dos tractores, dos equipos fumigadores de 600 litros cada uno, y cubrimos toda la zona céntrica, fumigándola con desinfectante, una solución en base a cloro para desinfectar todo el centro de Ancud", explicó el dirigente.

El empresario agrícola sumó que "unimos fuerzas y con nuestros tractores logramos cubrir la comuna, estuvimos tres horas fumigando la ciudad".

Sobre esta campaña sanitizadora contra la pandemia del coronavirus el presidente de la Sociedad de Agricultores de Chiloé adelantó que se reiterará el trabajo fumigador en el radio urbano de Ancud, sin descartar que sea replicado en la comuna de Quemchi y la Villa Chacao.

Luis Contreras Villarroel

Una nueva barrera sanitaria chilota, esta vez en la ruta que conecta con Quemchi urbano, comenzó a funcionar desde el miércoles en un intento por frenar la expansión del coronavirus en la zona.

El control carretero es el resultado de una manifestación realizada en los últimos días por un grupo de vecinos que solicitó a las autoridades mayor rigurosidad para protegerse de los efectos de la pandemia.

A partir del clamor ciudadano es que desde esta semana comenzó a operar la barrera, primeramente en Río Negro, entre pobladores en colaboración con empresas y la municipalidad.

Gustavo Lobos, alcalde de Quemchi, (UDI) justificó la medida preventiva señalando que "esta barrera nace por conversaciones porque la gente quería ser voluntaria y controlar, iba a ser un control sanitario, desinfectar a los vehículos a la llegada y tomar algunos datos a la gente de dónde viene".

El jefe comunal expuso que originalmente se había pensado en la instalación de tres puntos de control sanitario, resolviéndose en acuerdo con los vecinos el cruce de Puerto Fernández como el lugar de fiscalización, siempre en el ingreso al radio urbano.

"Hoy día (ayer) tuvimos otra reunión y la idea es que la van a hacer en Puerto Fernández y aquí controlan a los que vienen de Dalcahue y de Degañ, ese va a ser el control que vamos a tener por el momento", subrayó.

La medida ciudadana fue valorada por la presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Quemchi, Patricia Lleucún, al sostener que bajo esta modalidad se entrega una cuota de mayor tranquilidad a la población en su propósito por contener a la pandemia.

La líder social dijo en este sentido que "esto da más tranquilidad, nos sentimos seguros como quemchinos, aquí vamos a andar libremente, la gente también se está quedando en casa, aunque hay personas que no le toman el peso a esta enfermedad".

El funcionamiento de la barrera es apoyado por firmas salmoneras y mitilicultoras, más la constructora Imaco ADS que ha facilitado implementos personales e insumos sanitizadores.

Un 57% de avance presenta la ejecución de un conjunto de tres proyectos urbanísticos correspondientes al Programa de Pavimentación Participativa (PPP) que ejecuta el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).

Las obras iniciadas en diciembre de 2019 se encuentran a cargo de la Sociedad Constructora Pupelde Limitada que ha venido construyendo en la extensión de la calle San Martín en población Fátima, pasaje San Pedro en villa Lechagua y el pasaje 2 del barrio Caicumeo.

Según lo mencionado por el delegado provincial del Servicio de la Vivienda y Urbanismo (Serviu), Iván Haro, la iniciativa avanza de acuerdo a la planificación original del contrato, existiendo un discreto desfase de tiempo en la ejecución de cada calle.

"En el pasaje San Pedro la pavimentación está casi completa con un 98 por ciento, solo faltando las obras para aguas lluvias, y en el caso del pasaje Fátima estamos un poco atrasado porque es una pavimentación que se inició recién y lleva un 5 por ciento", dijo el funcionario, añadiendo que el pasaje 2 de Caicumeo tiene un 80% de avance.

Haro sostuvo que las obras del proyecto deberían concluir en junio, estimándose una inversión de $200 millones aportados entre el Minvu, municipalidad y las familias beneficiarias.