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Caputto defendió usar juveniles y valoró trabajo con balón detenido

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Hernán Caputo, técnico de Universidad de Chile, se ha referido los últimos días en más de una entrevista al momento del club laico, en el que asumió el año pasado con la misión de sacarlo de la lucha por el descenso. "El año pasado fue muy difícil, la campaña no era buena y era un grupo de jugadores que no había entrenado. Es increíble decirlo pero debíamos mantener la categoría", dijo a radio Pauta.

Valora Caputto que este 2020 se hizo foja cero para rearmar el plantel junto a Rodrigo Goldberg y Sergio Varas, abriendo las esperanzas de pelear, sabiendo la obligación de sumar puntos por lo ocurrido el 2019. "El objetivo, pese a tener una tabla ponderada, es aspirar a lo máximo. Eso te dará una suma importante para no estar mirando esta tabla de reojo", aclara.

De su trabajo, ya en la Roja juvenil, se destaca el hincapié en el balón parado. "Lo trabajamos varios días durante la semana, no solo el día antes del partido. Encontramos que el grado de concentración máximo sirve para sacarle un rédito importante", sostiene.

Juveniles

Desde 2012 hasta el año pasado Caputto estuvo involucrado en las selecciones inferiores. Trabajo que destacó, ya que dice que le ha servido para ponderar de mejor manera cuáles juveniles están listos para jugar y en qué posición.

"Me parece genial los minutos para los juveniles, la experiencia se gana de esta manera, jugando. Los años trabajando con las categorías de 1992 a 2004 me permite conocer muchos jugadores. Eso me ha dado la posibilidad de que cuando pones al jugador él sabe que es porque tiene la capacidad para estar", acota.

De Franco Lobos, con pocos minutos este año, valoró que es "puntero derecho, pero juega a perfil cambiado dependiendo del partido. Ha tenido opciones y lamentablemente las iba a tener en el último partido".

Doble luto en el plantel

El club informó que ayer murió Walter Óscar Montillo, padre del volante. Se sumó al fallecimiento de la semana pasada de su abuelo Óscar. Se espera la confirmación por si ambos tenían Covid-19 tras sufrir problemas respiratorios.

Jugadora de squash entrena en su estacionamiento

Camila Gallegos y sus hermanos Sebastián y José Tomás son seleccionados nacionales y aprovechan la forma del espacio para retomar la raqueta.
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Nicolás Labra G.

Nunca en los últimos 15 años Camila Gallegos (22) había estado tres semanas sin tomar la raqueta de squash y dándole duro a la pelota contra una pared. "A lo más 4 o 5 días, pero no así de largo. Además el deporte es súper físico y se pierde muy rápido el training", cuenta la seleccionada nacional, al igual que sus hermanos Sebastián (24) y José Tomás (20).

Así que en plena cuarentena por el coronavirus en la comuna de Las Condes, el clan Gallegos buscó la solución más a la mano que tenían. Bajaron al estacionamiento del subterráneo -1 donde tienen el auto, limpiaron las superficies, pusieron una cinta gris para demarcar la pared frontal, y comenzaron a entrenar la tarde del lunes.

"Buscamos mantenernos activos en la cancha, por así decirlo. Nos funcionó perfecto, obviamente es mucho más chica que una cancha normal, pero funciona", dice.

Camila insiste en que el feeling con la pelota es clave en un deporte de tanto movimiento como el squash. "No teníamos cómo jugar en el departamento. Y si no lo tienes la intensidad de juego se pierde muy rápido. Esto no permite recuperar las sensaciones al 100%, pero es mucho mejor que nada", agrega satisfecha.

La idea para la mini cancha la sacaron del Country Club, donde suelen entrenar. "Mucha gente estaba intentando inventar canchas y lo hicimos", aclara. Cuenta que el plan gustó a la selección nacional, así que además les entregaron pautas físicas para poder trabajar en ese espacio. La rutina diaria indica una hora de práctica en el estacionamiento, clases virtuales después de almuerzo -estudia ingeniería comercial en la Universidad de Chile- y ejercicio físico en la tarde.

"El trabajo físico es de una hora y 10 minutos más o menos. Nos conectamos por Zoom con la selección los lunes y miércoles y los otros días nos hacemos las rutinas. Como llevamos años de entrenamiento, ya tenemos rutinas guardadas", enfatiza.

Al igual que los futbolistas u otros deportistas, debieron adaptar las condiciones del departamento para no perder la rutina en medio del confinamiento. "En la terraza, que es de baldosa, teníamos una mesa para comer afuera, así que la sacamos y ponemos maths de yoga para entrenar. Además entrenamos los tres, entonces tiene que ser un espacio amplio", acota.

El lunes entrenaron de 17 a 18 horas, ayer fue de 9 a 10 de la mañana. Entre ambos, dice que el horario matutino les acomoda más en este momento. "Como en las tardes entrenamos lo físico, así hacemos el doble turno", añade. El detalle, eso sí, es que en el subterráneo entrenan con zapatillas normales de ejercicio y no las particulares de squash. "Al jugar en un piso de madera, permite no marcarla. Acá como es cemento solo te sirve una zapatilla normal para el agarre en el suelo", explica.

Todo en veremos

Desde los siete años que la deportista practica el deporte y dice que ahora todo su "día a día gira en torno al squash y las competencias". Mal no les ha ido porque en marzo en el clasificatorio del Sudamericano de Argentina los tres clasificaron, pero la competencia que es a fines de mes está suspendida. "Entrenamos desde enero, casi no tuvimos verano. Es una pena porque para nosotros como familia era histórico", apunta.

El coronavirus también tiene en suspenso las fechas del Circuito Nacional. La cita de la próxima semana agendada en Concepción también está suspendida. El resto se tendrá que ir viendo con el tiempo.