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El puzzle de los virólogos para anticiparse a las infecciones

El médico veterinario Víctor Neira, se especializó en virología y descubrió un nuevo espécimen en los pingüinos de la Antártica. Aquí explica por qué el coronavirus se transformó en pandemia mundial.
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Cinthia Matus O.

El puzzle o rompecabezas es un juego de habilidad que consiste en formar una figura, haciendo calzar distintas piezas. Actualmente se puede encontrar una amplia variedad de ellos, pero uno de los más importantes y desconocidos es el que arman los virólogos cuando estudian y clasifican los virus en el mundo.

Víctor Neira, médico veterinario de profesión y académico del departamento de Medicina Preventiva Animal de la Universidad de Chile, explica que se hizo virólogo cuando se interesó en estudiar los virus en animales. "La virología es una ciencia más que una carrera. Hay virólogos que tienen diferentes profesiones. Por ejemplo, hay virólogos que son bioquímicos, otros que son médicos y otros como yo, que son veterinarios", acota sobre esta especialidad de la microbiología.

A través de un doctorado y posdoctorado, Neira ha indagado sobre la Influenza A de origen porcino, que está muy relacionado con los humanos. Luego, en 2017, con el apoyo del Instituto Antártico Chileno (Inach), viajó a la Antártica y descubrió un nuevo virus en los pingüinos.

"En los cuatro veranos que fui, empezamos a estudiar qué tan distribuido estaba el virus y vimos que estaba prácticamente en toda la península Antártica y en las diferentes especies de pingüino (...) Lo que hemos visto a la fecha es que al parecer es un virus que les podría causar cuadros respiratorios, porque lo hemos encontrado en la tráquea", explica.

El hallazgo, que ya es "una pieza más" del puzzle mundial de virus, tuvo que pasar varias etapas para ser reconocido como tal.

"Para que uno pueda decir que hay un virus nuevo, primero tiene que hacer una publicación científica, en donde explique la parte genética y su secuencia completa. Después de eso, se hace una propuesta al Comité de Taxonomía Viral, en donde hay puros expertos de diferentes virus", detalla el profesor Neira.

Los expertos del comité internacional evalúan la propuesta y, según el virólogo, entregan dos respuestas. "Ellos te pueden decir 'el virus que tú encontraste es una variante' o 'es un virus nuevo'. Ellos determinan si el virus se parece a otro, si es de un linaje o no. En este caso, no es virus nuevo, sino que una variante, como lo que pasó con el coronavirus", especifica.

Variantes

La Influenza tipo A, que es el virus que más se estudia en Chile -porque, de acuerdo al virólogo, "el humano le transmite hartos virus al cerdo"-, difícilmente podría aportar otra pieza al puzzle, puesto que todo lo "nuevo" que se descubre, son variantes del mismo virus.

"En la influenza hay muchas variantes, con pequeñas diferencias. Por ejemplo, dentro del subtipo H1N1 (gripe porcina), cada pueblo puede tener su propio grupo de virus y eso no es tan dramático como la aparición de una especie nueva", afirma Neira.

Con el estudio de la dinámica humano-porcino, los virólogos han podido conseguir todas las piezas para anticiparse a lo que podría pasarle a las personas. Asimismo, evitar pérdidas económicas en el rubro. "Se ha determinado que la enfermedad no se transmite por la carne ni nada, sino que por la interacción, con el contacto directo entre la persona y el cerdo", asegura el experto.

El médico veterinario agrega que en Chile se controla fuertemente el estado de las carnes y que por eso hay menos posibilidades de que haya un brote de infección zoonótica. Esto quiere decir que un animal contagie a un humano. Sin embargo, se han registrado casos.

"Ha habido brotes de una enfermedad que se llama fiebre Q, que es una bacteria que volvió hace unos años en la zona sur de Chile. Es un virus que es transmitido por la vaca al ser humano, pero mientras no se transmita entre humanos no es peligroso", explica el virólogo.

Aunque la infección no se transmite entre personas, afortunadamente, Víctor Neira sostiene que siempre "hay que estar preparado en el aspecto de saber lo que uno tiene", para que no se repita lo que pasó en Wuhan, China.

Del animal al hombre

"Allá en China, en esa zona, el SARS ya se había reportado como un pariente muy cercano al coronavirus, por eso el brote de hoy es SARS-CoV-2. Se había estudiado desde los años 2000 y se habían encontrado incluso algunos virus muy similares a este virus que ahora apareció en el murciélago", expone Víctor Neira.

El virólogo añade que de esos años "hay algunos reportes que indican 'miren, preocupémonos de estos virus, qué pueden causar', pero parece que la preocupación fue poca, sobre todo en esa zona y pasó lo que pasó".

Dado que en China se consumen animales salvajes, el investigador afirma que "hay más posibilidades de que haya una infección de un animal a un humano". Esto, porque hay un mercado informal y los animales no han ido a criaderos.

En el caso del coronavirus, que actualmente tiene a todo el mundo en cuarentena, la situación se complicó porque aunque ya había piezas en el puzzle, se empezó a transmitir rápidamente entre los seres humanos que no tienen anticuerpos contra el virus.

"Lo que seguramente ocurrió, pero todavía no está tan claro, es que de un murciélago el virus pasó a un animal intermedio que puede ser un pangolín, que es una especie de oso hormiguero que hay en China. De ese oso hormiguero se transmitió al ser humano y se empezó a transmitir entre personas", detalla el académico de la U. de Chile.

Y agrega: "La mayoría de las infecciones zoonóticas llegan hasta ahí no más, a un solo ser humano y no se transmite a los demás, pero este no es el caso y se generó una pandemia mundial".

Más pandemias

Por lo anterior, el virólogo recalca por qué es importante tener registro de los virus y no solo eso, sino que seguir estudiándolos en el tiempo. De esta manera, manifiesta, "uno tiene la información para poder actuar con base a conocimiento, porque si nos pilla desprevenidos otra epidemia, otra zoonosis, sería terrible".

Respecto a la posibilidad de que se desarrollen más pandemias, el médico veterinario argumenta que "con la bioseguridad que la gente está teniendo, creo que por ese lado no". No obstante, la opción no está del todo descartada. "El peligro está en si hay menos disponibilidad de alimentos, porque la gente va a tratar de alimentarse, sobre todo en los países asiáticos, de lo que venga, principalmente de animales de monte o de caza", expresa.

Si eso llegase a ocurrir, puede haber un nuevo virus, puesto que "habrá más interacción entre animales salvajes que se consumen y seres humanos", concluye el experto nacional.

"La mayoría de las infecciones zoonóticas llegan hasta ahí no más, a un solo ser humano y no se transmite a los demás, pero este no es el caso y se generó una pandemia".

Víctor Neira,, virólogo"